Dude unos segundos si contarle la verdad sobre todo lo que pasaba con Saith, después de todo era mi mejor amiga y sabía a la perfección que era alguien de confianza, lo había demostrado con anterioridad, ella era la lealtad en persona, pero también sabía que a veces podía pecar de indiscreta, en algún momento tenía que presentarle a Saith o se podían encontrar en cualquier lugar y válgame Dios si a ella por error se le salía decir alguna información de nuestro contrato o algo sobre que nos acostábamos, Saith me acabaría, además en el contrato estaba estipulado que no debíamos decirle a nadie, así que estaba obligada a callar.
— Entonces, ¿Vas a hablar? — Insistió
— No hay nada que hablar — Dije con un poco más de firmeza
— April... — Me reprendió
— Bien, tú ganas
— ¡Lo sabía!
— No, pero no es eso, no es lo que tú crees — Si bien no le podía decir la verdad, podía torcerla un poco — No te voy a negar que existe una gran tensión sexual entre nosotros, y todo empezó desde el fin de semana que estuve en Los Ángeles, pero no me he acostado con él — Mentí haciendo énfasis en la última oración
— Aún — Dijo levantando sus cejas con una sonrisa pícara — Pero cuéntame qué pasó en ese fin de semana — Al parecer me estaba creyendo.
Le conté todo a detalle de la verdad de lo que había pasado previo a nuestro encuentro del baño en el día de la boda, hablo de lo del zapato atorado en el césped, el que nos sentáramos juntos, la cena en dónde intercambiamos miradas, lo del baile con el chico amigo de violet que Saith observaba, nuestro encuentro en la barra de tragos, en dónde ahí si invente una que otra cosa cómo por ejemplo el final, que según lo que le conté yo simplemente me fui dejándolo sólo y durante toda la noche seguimos lanzándonos miradas de deseo y finalice contándole lo del coqueteo de la piscina sólo que también el relato fue diferente a la realidad, un coqueteo fogoso sin contacto físico.
—Eso fue lo qué pasó — Dije en un suspiro tras terminar con la historia
— ¿Porque no me lo habías contado? — Me cuestionó
— Realmente no lo sé — Aquello si era real, no sabía el por que no le conté desde un principio a mi amiga todo lo sucedido, incluso antes del contrato, tal vez era algo que quería mantener en secreto, algo sólo entre él y yo.
— Eres una tonta — Exclamó
— ¿Por no decírtelo antes?
— ¡Eres una tonta por no haberte acostado con él! — Me reprendió — ¡Ahora que recuerdo! Él robó tu laptop ¿No es así? — Asentí — Seguramente lo hizo porque te quería ver de nuevo — Lo dijo cómo que si haya descubierto algún enigma o algo por el estilo — ¡April mil veces tonta! Teniendo a ese hombre con ese Sex-Appel a tus pies ¿Cómo pudiste desperdiciar tal oportunidad?
— En primer lugar tenía a Cohen en mi vida en esos momentos — Mentiras y más mentiras, no pensaste ni un segundo en el idiota ese mientras cogías gustosa con Saith en ese fin de semana, me recriminó mi mente — Además ¿Recuerdas? ¡Lo detesto! Es cómo si fuera un molesto e insoportable hermano mayor, no podría — Tomé otra copa de vino para borrar tanta falacia que mi boca estaba diciendo.
— Si cómo no, los hermanos no le quitan la virginidad a sus hermanitas April, al menos no los psicológicamente y moralmente estables — Mal ejemplo — Además maldito Cohen, con lo mal que te trataba, hasta justo era que te revolcarás con otro así cómo él ya lo hacía con otras, en serio April, si hubiese sido tú a las primeras señales de mutuo deseo, lo agarro y me encierro en un baño con él para que me haga suya — Se me escapa una carcajada terrible con matices de puro nervio — No te reías, a mi no me importaría que la fiesta estuviera a escasos centímetros, ya lo he hecho en clubes nocturnos de todas maneras
— Si bueno, yo no soy así
— Eso de santa ni tu te la crees, yo se de tú mente pervertida, sólo que aún no encuentras quién explote esos dotes, tal vez ese quien es Saith Zegneth — Tal vez mi amiga tenía razón
— No podría— Ok, entonces explícame ¿porqué si no quieres nada con él aceptaste trabajar para él? — Atrapada.
— Era una buena oportunidad, además era un punto medio entre mis padres y yo — Mentí
— Lo hiciste por que lo deseas así como él te desea a ti — Cómo moría por decirle la verdad, pero el contrato me lo impedía — Créeme que te desea, la forma en que te mira es cómo la de alguien que observa una obra de arte
— ¿Tú crees? — Pregunté con un destello de ilusión... Digo, ilusión por que alguien me viera de esa manera no por que fuese él.
— Te devora con la mirada Amiga — Me recalcó Joy — Mi consejo es que le des la oportunidad, no lo pienses sólo hazlo, sería sólo sexo y nada más y si no te gusta pues nada, borrón y cuenta nueva, pero tal vez sea un Dios del sexo y te lleve a la luna y las estrellas — Solté una risita — Pero ojo, asegúrate de que sea sólo sexo, eso de poner el corazón termina arruinándolo todo, haz cómo yo, entrego mi cuerpo más nunca el corazón — Tenía lógica lo qué decía mi amiga, era lo mejor y eso es lo que haría — Pero creo que no tendrías problemas con ello, si realmente no congenian y se detestan mutuamente, con tranquilidad pueden mantener una relación exclusiva de sexo — Lo llamamos "Negocios entre las sábanas"
La alarma que había programado en mi teléfono celular anunció que mi hora del almuerzo había terminado.
— Bien, debo retornar a la oficina, termino mi hora del almuerzo — Anuncié
— Si yo también debo volver — Me confesó
Pedimos la cuenta, la cuál pago Joy para luego salir del restaurante y esperar un taxi
— Gracias por el almuerzo, la próxima invito yo — Dije alzando un poco la voz debido a la contaminación de sonido que existía en las calles de Nueva York.
— Hecho — Sonrió — Oye, ten en cuenta lo que te dije sobre lo de Saith, inténtalo
— Ya veré, aunque no prometo nada
— Si decides hacerlo, recuerda renovar un poco tu armario de ropa interior, cómprate algunas tanguitas y no se unas que otras que te den un tono picante, ¡Ah! Y no olvides depilarte tu....
— ¡Shh! Baja la voz — Le reprendí entre risas mientras me cercioraba que nadie haya escuchado lo que acababa de decir Joy, Para mi alivio al rededor cada quien estaba sumergido en su prisa y su propio mundo.
— Sólo te estoy aconsejando, allá tú
— Ahí viene un taxi, me voy — Le anuncié — ¡Nos vemos luego! ¡Te quiero!
— ¡Yo igual! ¡Adiós!
Subí al taxi y tras indicarle al conductor este me llevo hasta la empresa en un viaje tortuosamente largo debido al típico congestionamiento de tráfico en la gran manzana sobre todo en el área corporativa en la hora pico.
Al llegar a mi oficina me dediqué a continuar con mi trabajo, aún con la conversación de Joy en mente.
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Cómo lo prometido es deuda aquí les traigo otra pequeña parte del capítulo 😉 Recuerden que yo actualizó lo que voy escribiendo por eso les pido que me tengan un poco de paciencia y las disculpas que sea un poco corto pero al menos así no les dejo con las ansías tanto tiempo jeje 😅😅
Espero que les guste y tan pronto tenga la otra parte del capítulo lista, estaré actualizando de nuevo ✅ Crucemos dedos para que sea está misma semana 🤞🏻 ✨
Muchas gracias por leerme y el amor a April y Saith y a esta historia 🫣💕
Nos leemos pronto ✨
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Negocios entre las sábanas©
Romance«Podemos delirar juntos en esta noche oscura, solo firmémoslo» Ella lo detesta, pero lo necesita para sus negocios. Él también la necesita, sobre todo entre sus sábanas. Ambos tendrán que dejar sus diferencias y sentimientos de lado para qué sus neg...