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— ¿Qué tal has estado? — Pronunció Saith segundos después que el camarero se retirase

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— ¿Qué tal has estado? — Pronunció Saith segundos después que el camarero se retirase.

— Bien, muy bien, aparte de que robaras mi laptop que espero hayas traído, todo perfecto — Si, eso y la parte que estaba desempleada, las veces que fui rechazada para otro empleo, además de que mi novio me ignoraba, todo bien. — ¿Qué hay de ti? ¿Has estado bien? ¿Ninguna discusión, decepción o preocupación reciente? — Esto último lo dije con una pizca de sarcasmo y otro tanto de sutileza. Él soltó una risita mientras me miraba con extrañeza.

— No, nada de eso, todo ha ido de maravilla ― Respondió sereno — Y si, traje tu laptop, está en mi auto.

―Bien — Dije como si no fuera la gran cosa, pero si Saith se enteraba que tenía cosas importantes en ella, en definitiva, no me la daría. — Sin embargo, no es la razón principal por la que estamos aquí, si no para hablar de negocios ― No debía perder más tiempo, debía ir al grano.

— ¿Que clases de negocios puedo hacer contigo? Que no sean en una cama — Alzó una ceja. Estúpido.

— Pues uno que te será de mucho beneficio y no me refiero en la cama —Sonrió.

— ¡Que lastima! Ese me interesa más pero como dije antes soy todo oídos — Antes que pudiera decir una palabra más el camarero llegó con nuestros cócteles y tras agradecer, se retiró.

—Bien, la situación es esta...

— Me intriga lo que tengas en mente, Bloom — Me interrumpió antes de seguir hablando — Pero ¿No te parece que primero deberíamos relajarnos?

— ¿Relajarnos? — Alcé una ceja mientras él comenzaba a beber su Gibson.

— Si, relajarnos, disfrutar estos cócteles de aperitivos, pasar el rato agradable —Se acomodó en el sofá, tomando una posición relajada.

— Yo vine aquí por negocios no a pasar el rato — Sentencié — Además si quisiera relajarme tendrías que no estar aquí — Di un sorbo a mi Dear G&T

— ¿Te pongo tan nerviosa? — Alzó una ceja con esa sonrisa coqueta.

— No, me fastidias — Corregí — Ahora de nuevo, no vengo para discutir tus imaginaciones vengo por negocios.

— Si, pero un consejo, si quieres ganarte la confianza de alguien con quien harás negocios primero debes entablar una conversación para conocerse mejor y hacer ese vínculo de confianza, no todo tiene que ir al grano de una sola vez, si no lo más probable es que recibas un no por respuesta

— En primer lugar sé que no tendré un no por respuesta y en segundo lugar te conozco desde que estaba en el vientre de mi mamá, ya sé que eres un fastidioso, comparable al dolor de muelas así que ese paso hay que saltárnoslo ¿No te parece?

— En lo que a mí respecta, no nos conocemos lo suficiente, es la primera vez que nos encontramos sin nuestras familias, por lo que a parte que también eres una molestia andante, no se mucho de ti, solo que eres una alcohólica anónima y sabes cómo moverte bien — Se relamió el labio inferior que luego mordió. Maldito. Tomé un trago de mi cóctel indignada.

Negocios entre las sábanas©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora