CAPÍTULO 15: Inoportuno

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Sunoo sentía cosquilleos cada vez que creía ver a Sunghoon. El chico le dijo que ya había llegado y que estaba en una parte de la sala principal. Miró a la pantalla de su celular para comprobar que no se había equivocado y justo le llegó un nuevo mensaje: "Mira al frente". Sunoo siguió la orden y lo vió justo al frente suyo. Sunghoon sonreía de forma radiante. No pudo evitar ruborizarse al ver su increíble atuendo y lo bien que resaltaba su figura. Sunghoon se acercó con seguridad y al quedar a unos pocos centímetros beso con ternura su frente.

— ¿Quieres bailar un poco? —dijo el mayor extendiendo su brazo.

— Claro —sonrió el menor tomándolo de la mano y siendo jalado al centro.

El par de chicos no sabría decir cuánto tiempo estuvieron ahí. Las canciones pasaban fugaces con la presencia del otro. La iluminación apenas les permitía ver sus rostros, pero ellos disfrutaban del tacto que se brindaban con los roces de sus cuerpos y de las luces de colores que, por momentos, mostraban sus rubores y miradas coquetas. Las melodías para saltos energéticos y ovaciones, pasaron a coreografiar movimientos bamboleantes y atrevidos. La casa ahora estaba inundada de canciones con letras sugerentes y voces seductoras que hacían retumbar las paredes con los potentes bajos y bombos.

Algunos universitarios comenzaron a dar paso a los manoseos, sus siluetas se apretujaban más y algunos chasquidos de besos comenzaron a hacerse presentes. Sunoo sintió un cosquilleo cuando sintió las manos de Sunghoon sobre sus caderas y su boca rozando su oreja.

— Vamos por un trago...— Sunoo asintió y se dejó llevar por el mayor a una de las orillas de la gran sala. Sunghoon se acercó a una mesa y tomó dos vasos de chupitos con tequila. Sunoo agarró uno, estaba apunto de tomárselo de un trago cuando el mayor lo detuvo — Espera, hay una manera de hacerlo más interesante —Sunoo, confundido espero a que el mayor le explicara.

Sunghoon se acercó para besarlo en la mejilla y hacerlo ladear la cabeza de forma suave. Luego tomó la mitad de un limón y exprimió el jugo sobre la piel de su cuello, generándole un corto escalofrío por el tacto inesperado del líquido. Colocó el limón entre los labios de Sunoo y luego hizo algo que le puso los nervios de punta. Empezó a lamer el jugo sobre su cuello, lo hacía de forma lenta y succionaba en ciertas partes, disfrutando de aquel tacto con su piel. Después se inclinó más hacia Sunoo, acorralándolo contra la pared para morder apenas una punta del limón y quitarlo de forma seductora de su boca, y finalmente beber su shot de tequila.

— Es tu turno —el mayor le extendió otro limón y se sentó en la silla más cercana para que pudiera alcanzarlo, pues era mucho más alto que el menor. Sunoo sintió toda su cara arder, no solo por lo que Sunghoon acababa de hacer, si no porque ahora él tenía que replicarlo. Se acercó tímido y Sunghoon abrió sus piernas para tomarlo de la cintura y acercarlo todo lo posible. El menor estaba a punto de colapsar por los nervios, ese tipo de roces que estaba sintiendo en su entrepierna y en su cintura no eran igual a los bailes que había estado haciendo, se sentían más íntimos, más atrevidos. Y cuando empezó a acercar sus temblorosos labios al cuello de Sunghoon, vió a Jungwon correr con abundantes lágrimas por todo su rostro. Definitivamente algo había salido mal.

— ¡Jungwon! —gritó preocupado para detenerlo.

— ¿Qué? —Sunghoon abrió los ojos atónito.

— Lo siento, pero es que acaba de pasar Jungwon y necesito buscarlo...— Sunoo se separó con el rostro más rojo que antes, estaba avergonzado por huir de esa forma, pero su amigo necesitaba ayuda. No se preocupó en deducir si había hablado demasiado rápido como para que el otro chico lo entendiera, pues salió corriendo despavorido en busca de su amigo.

Sunghoon permaneció sentado sin entender lo que había sucedido, estaba tan sumergido en esa cómoda burbuja entre ambos que...había rebentado de un segundo a otro. Se levantó apenado por quedarse plantado por segunda vez en uno de sus intentos por avanzar en su relación, y algo fastidiado fue en busca de sus amigos. <<¿Acaso estaba haciendo algo mal? ¿estaba yendo demasiado rápido? ¿había sido muy invasivo con Sunoo?>> pensó. Un sentimiento de vergüenza y culpa inundó su pecho, estaba frustrado con él mismo por no saber qué hacer.

No controlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora