CAPÍTULO 4: Let's Play

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Heeseung y Jake entraron a la habitación del motel entre carcajadas, habían comprado un par de botellas más en la sala y ahora no dejaban de reírse. Cuando se introdujeron aún más, Jake abrió la boca sorprendido.

Era un Sky suite. Estaba principalmente dividida en tres zonas. En una se encontraba una amplia alberca con un jacuzzi al lado y una corta resbaladilla con agua escurriendo para facilitar el deslice. En el otro extremo las paredes eran acolchadas y tenían una textura similar a la de un sillón, había un tubo de metal enfrente y dos cadenitas con pequeños aros al final. Mientras que la zona restante, era ocupada por una amplia y circular cama con luces led decorando las orillas de la base. Heeseung se acercó a un extremo para dejar las botellas de alcohol y las copas en una barra, donde yacían unos aperitivos bastante lujosos y con apariencia jugosa.

Heeseung tomó unos frascos con diferentes licores y los sirvió en una copa martini. Y, como quería lucirse, usó los conocimientos aprendidos en el bar donde trabajaba hace unos años, giraba los frasquitos de una forma muy hábil. El resultado fue un llamativo cóctel que tenía la parte más alta de tonos rosas que se difuminaban hasta llegar al fondo de un oscuro tono rojo. Y en las orillas y la superficie de la copa, unos cuantos frutos rojos. Se acercó al menor y le ofreció la copa con una sonrisa. Jake la tomó con gusto y la probó sin dejar de mirar al mayor, que estaba expectante a su reacción.

— ¡Joder! esta buenísima —exclamó Jake apartando la vista a la copa, le dio otro trago más largo. Heeseung soltó una pequeña risa, alegre por su cometido. El menor se acercó coqueto y deslizó su mano libre por el pantalón del mayor, acariciando su entrepierna — ¿Y?...¿qué deberíamos hacer con todo esto? —señaló con la barbilla a la habitación.

— Lo que quieras... —contestó Heeseung con una voz grave inclinándose para besarlo, pero Jake le puso un dedo en la boca y se alejó unos centímetros.

— Tengo una idea —dijo alegre, fingiendo no percatarse de las ganas que le traía Heeseung. Dejó la copa en la barra y tomó la mano del más alto para jalarlo hacia un sillón tantra, colocó a Heeseung enfrente suyo y lo empujó. El mayor cayó en el asiento entre risas, pero se acomodó para ver lo que planeaba su novio. Jake se sentó en su regazo y comenzó a besar su cuello mientras se desabrochaba el cinturón. Heeseung estaba tan centrado en sentir sus besos que dejó que el menor manipulara su cuerpo, no esperaba que le fuera a amarrar las muñecas con el cinturón.

— ¿Qué planeas?... —preguntó con una sonrisa pícara.

— Tú solo observa —contestó Jake dándole un último beso en los labios y levantándose de su regazo para alejarse un poco. Tomó su celular para conectarlo con el ritmo de las luces de la habitación y puso algo de música. Heeseung sonrió divertido y recargó sus codos en sus rodillas para verlo con más atención. Jake se acercó al tubo de metal y comenzó a bailar con movimientos lentos y sensuales. Heeseung alzó las cejas sorprendido, no sabía que Jake podía moverse de esa forma, el menor siguió con lo suyo y subió por el tubo para deslizarse lentamente hacia abajo girando en una erótica pose, todo eso sin dejar de prestar atención a las expresiones del mayor. Y luego fue bajando lentamente el cierre de su chaqueta mientras se acercaba de nuevo.

El mayor se recargó en el respaldo del sillón con los brazos hacia atrás. Jake se colocó encima rodeando su cintura con sus piernas, pero aún sin sentarse. Desabrochó los botones de su camisa y empezó a mover sus caderas encima del mayor, que se mordió los labios. Los movimientos ondeantes de Jake eran cada vez más provocativos y Heeseung se estaba muriendo por más contacto, se enderezó para poder lamer el abdomen de Jake, que ya se había deshecho completamente de las prendas de la parte superior, pero fue levemente empujado de nuevo al respaldo del sillón. Jake quería provocarlo un poco más.

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