CAPÍTULO 24: Pequeños momentos

351 28 1
                                    

En las próximas semanas, Jay y Jungwon empezaron a organizar salidas: ya sea a cafeterías, plazas, restaurantes, etc. Eventualmente estas se volvieron espontáneas volviendo más fluida su relación. Jay disfrutaba de pasar el rato con el menor, seguido quería comprarle pequeños obsequios y distraerlo de sus deberes escolares, mientras que el menor siempre mostraba interés por cualquier cosa que mencionara Jay.

En esta ocasión, los chicos se encontraban cocinando en el departamento del mayor. Jungwon quería aprender a hacer curry, además de acercarse más a Jay, pues al chico le encantaba cocinar. Se organizaron un fin de semana para realizar las compras necesarias y prepararlo a tiempo. Jay quiso agregar unos postres al plan, así que ahora también se encargarían de cocinar cupcakes y un pie de limón.

— Jay, creo que se está quemando —alertó Jungwon mientras removía el contenido de la olla con una cuchara.

— No te preocupes, todavía falta un poco —se acercó Jay tranquilamente — si quieres yo lo reviso, ¿podrías ir haciendo la mezcla para el pie? —el menor asintió y se dirigió a uno de los extremos de la mesa en donde se encontraban los ingredientes.

Revisó la receta en su celular y comenzó a verter los diferentes líquidos en la licuadora para hacer la mezcla. No creyó que fuera tan fácil, empezaba a divertirse luego de tanto estrés al cortar las verduras junto con Jay para el curry. Cuando checó que no le hiciera falta ningún ingrediente se dirigió al mayor.

— Listo, ahora ¿cómo prendo esta cosa? —una chispa traviesa se reflejó en la mirada del menor. Jay soltó una risita y conectó la licuadora a un enchufe mientras le indicaba que botones presionar — ¿Estos? —

— Veamos, si... espera, espera, no pusiste la tapa —Jay se acercó veloz a la mesa para tomar la tapa, pero el menor se le adelantó.

— ¡Listo! —gritó orgulloso al hacer funcionar el pequeño aparato. Sin embargo, toda la mezcla empezó a girar de forma acelerada en el recipiente y en segundos, gran parte de la cocina, los platos e incluso el suelo y un pequeño trozo del techo se manchó de la mezcla. Los rostros y ropas de los chicos también se vieron afectadas. — ¡Lo siento! —gritó Jungwon limpiándose los ojos con su antebrazo para checar el estado de su mayor, quien estaba con todo el rostro sucio.

— No te preocupes —dijo intentando tranquilizarlo. Tomó un trapo de la cocina y se quitó el líquido de los ojos. Al ver la cara preocupada de Jungwon, con el mandil chueco y el rostro manchado, no pudo aguantar su risa. El menor se ruborizó avergonzado.

— En serio no quería manchar todo —el menor comenzó a limpiar frenéticamente la mesa — ¡Chingada verga! soy pésimo para esto... —

— Oye... no digas eso, solo fue un accidente —Jay tomó sus manos con delicadeza para llamar su atención. Le dedicó una amplia sonrisa reconfortante.

— Ni siquiera pude probar si me había quedado bien —se quejó el menor cabizbajo.

— ¿Quién dijo que no? —Jay tomó su barbilla y se inclinó para darle una corta lamida a su mejilla. Saboreó un poco la mezcla y luego volvió a sonreír — Esta buena, ¿quieres probarla? — lo miró de forma juguetona por el potente sonrojo que causó en el menor. Señaló con su dedo su mejilla para animarlo a imitar su acción, pero la cara de Jungwon se coloreo como un tomate y lo empujó nervioso.

— ¡No hagas eso! —gritó mientras se limpiaba la cara con el trapo. El mayor soltó una carcajada.

El resto de la tarde lograron limpiar el pequeño desastre de la cocina y terminar de preparar el curry y los cupcakes. Pronto llegó la hora de la comida, degustaron su resultado mientras veían una serie sentados en los sillones de la sala. Aunque constantemente tenían que pausar la pantalla por comentarios aleatorios, chistes y pequeños juegos empalagosos en los que se daban de comer mutuamente. Jay insistió en que Jungwon se llevara todos los cupcakes para que se los diera a probar a su familia, el menor accedió a compartirlos, pero dejó unos para que Jay también los disfrutara.

No controlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora