Jake y Heeseung subieron al tercer piso de la mansión, pues el segundo parecía tener todas las habitaciones ocupadas. Entraron a la última puerta del pasillo mientras se lanzaban miradas juguetonas y se besaban entre risas para luego echarse a correr y perseguirse mutuamente. No podían disimular, estaban ansiosos, desde el día que decidieron formalizar su relación y aclarar sus sentimientos para tener interacciones más íntimas habían deseado llegar a ese punto.
Heeseung cerró la puerta y giró el pequeño cerrojo de la manija, no quería que fueran interrumpidos. Jake abrazo el cuello del más alto y lo beso apasionadamente, mientras lo jalaba impaciente hacia la cama. Heeseung no se opuso, en el camino fue quitándose los tenis con los pies y desabrochando la camisa de Jake. Cuando las rodillas del menor chocaron contra el costado de la cama, Heeseung lo empujó para colocarse encima y seguir desvistiendolo con besos desesperados. Jake se quitó la chaqueta y la camisa -ahora desabrochada por Heeseung- . Ambos se quitaron sus cinturones y entre roces excitantes fueron desabrochando los botones de sus pantalones.
Heeseung comenzó a cambiar la dirección de sus besos, ahora concentrados en el cuello del menor, a la vez que sus manos recorrían su tonificado torso. Jake por su parte, ladeó la cabeza para darle más acceso al mayor y dirigió sus manos a la espalda baja de Heeseung mientras subía sus propias caderas para tener más contacto con sus entrepiernas. El mayor sonrió por lo sincero que era Jake con sus acciones, volvió a subir su boca hasta la oreja del menor y con una inconsciente voz más grave de lo normal preguntó:
— ¿Tienes condones? —Jake sintió unos intensos cosquilleos. Nunca le había mencionado al otro que esa era una de sus zonas erógenas, pero el mayor no tardó en percatarse por la forma en que cerró los ojos y se mordió el labio para evitar soltar un suspiro. Jake se limitó a asentir con la cabeza y apartarse un poco para sentarse, tomar su chaqueta y buscar en los bolsillos.
— Yo... no sabía que talla eras así que... —sacó 5 sobrecitos diferentes. Heeseung no pudo evitar reírse.
— Vaya, si venías preparado —Jake se ruborizo y le dió un leve empujón. El mayor se sentó a su lado para verlos y tomó el que tenía la penúltima talla más grande. A Jake parecía que se le habían desorbitado los ojos, además de que su sonrojo aumentó cubriendo casi toda su cara, lo miró algo asustado.
— ¿Cu- cuánto?... —tartamudeó.
— 20 —respondió. Jake abrió su boca sorprendido e inconscientemente contrajo su pecho. Heeseung tomó su mano y pegó sus frentes en un intento por relajarlo — tranquilo, no haría nada que te lastime, prometo que no seré brusco... —de nuevo se acercó a su oído — a menos que me lo pidas —A Jake se le volvió a enrojecer el rostro y se apartó tapando su oreja, el mayor se rió y le dió un rápido beso en la mejilla antes de levantarse de la cama.
— ¿Qué haces? —Jake lo miraba confundido.
— Se me había olvidado que traje esto —Heeseung levantó su chaqueta del suelo y le mostró una pequeña botella de lubricante que sacó del bolsillo. Jake agradeció mentalmente ese detalle, tomando en cuenta el tamaño del miembro de Heeseung, quien se acercó y de nuevo se colocó encima de Jake para besarlo. El menor pasó sus manos sobre el cuello de Heeseung profundizando más el contacto de sus labios. Pronto los besos se volvieron húmedos, y recuperaron la dinámica de los roces. Hasta que se hartaron por lo estorboso que les resultaba traer sus pantalones y decidieron quitárselos para botarlos en alguna parte de la recamara.
Heeseung fue besando todo el torso de Jake hasta llegar a su abdomen, donde ralentizó sus movimientos y mordió de forma seductora el resorte de los boxers de Jake, bajándolos lentamente. Jake se avergonzó al encontrarse completamente desnudo y cubrió su rostro con el antebrazo, a Heeseung le pareció tierna su reacción y con delicadeza apartó su brazo para besar su rostro, causándole pequeñas risas. Ahora era el turno de Heeseung, que se deshizo de su ropa interior en un instante y abrió el sobre del condón para colocarselo. Jake lo miraba hipnotizado, Heeseung tenía un torso tonificado y su piel levemente bronceada se veía exquisita.
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No control
FanficTres jóvenes con las hormonas a full sin ser conscientes de las consecuencias de sus actos, se disponen a disfrutar de una descontrolada noche para festejar el cumpleaños número 18 de Sunoo. ⚠️ Advertencia ⚠️ - Contenido +18 - Vocabulario inapropia...