Quiero que te quedes

Capítulo 9

Nunca antes pensé que montaría en una motocicleta, eso me era indiferente, sí, obvio que los chicos en moto me parecían súper sensuales pero de ahí a montar en una, eso no lo planee, pero bueno, ahí estaba.

– ¿Estás bien? – la verdad era que me había quedado fija mirando un foco del alumbrado de la calle, estaba intentando estornudar imitando el truco de mirar a la luz, al parecer el aire frío me había resfriado un poco.

–Oh, sí, estoy bien – el estornudo desapareció al responder.

Me estaba acomodando el cabello cuando vimos el auto de James llegar. Por un tiempo había olvidado que estaríamos todos en el mismo lugar, sería la primera vez que nos encontrábamos desde que nos besamos en mi apartamento, supongo que Gema seguirá en Londres, de lo contrario habría venido. No quiero pensar que lo que James me dijo la última vez, que esa pequeña esperanza de que yo podría gustarle se debía a los celos por su amigo. Pero siendo honestos, era la explicación más razonable.

–No te preocupes, yo he hablado con James y sabe que no pasa nada entre nosotros, decidí aclararlo para que no te sintieras incómoda – Dante me miró fijamente y me sentí más tranquila.

– ¿Han hablado de lo que me dijiste? – no pude evitar preguntarme si Dante le había hablado de sus sentimientos a su amigo.

–James sabe lo que siento por ti, desde...– su expresión era calmada, pero el tono que usaba era de fastidio – no te preocupes por eso, le dije que entre nosotros no hay una relación ni nada parecidio.

– ¿Lauri? – James se nos acercó, parece que no sabía que yo vendría también.

–Hola James – los chicos se saludaron, tal vez fue mi impresión pero a pesar de que sus palabras eran cordiales por su lenguaje corporal indicaba que estaban algo incómodos.

Se mantuvieron distantes entre los dos y la tensión se podía cortar con un cuchillo, sin embargo también se sentía un esfuerzo por parte de los dos para mantener la cordialidad, eso me resultaba admirable.

–Hola – le contesté.

– ¿La has traído en motocicleta? – estaba mirando a Dante pero no me parecía correcto que hablara de mí y no conmigo.

–No me han traído, yo he venido, Julianna me invitó – me adelanté a contestarle.

Dante estaba en lo suyo, no le prestó atención al comentario de James ni al mío. Si simulaba no escucharnos su actuación merecía un galardón.

–No lo digo en ese sentido Lauri, quise decir que con tu asma no deberías tomar este viento tan frío – su voz se suavizó, tenía razón pero no creí que fuera a hacerme mal.

–Hace años que no tengo ningún padecimiento y no soy paciente crónica.

–Cierto, aun así, no deberías.

– ¿Estás segura de que estás bien? – Dante volvió a preguntarme y esta vez me tomó por el brazo, parecía preocupado. Si antes no nos prestaba atención, ahora estaba completamente involucrado.

Pude ver cómo James se tensaba, tenía razón, sí, estaba celoso, por más que quisiera que James me tomara en cuenta, no quería que el motivo de su interés en mí fuera los celos, nada bueno sale de ahí.

–Segura – le dije a Dante para calmarlo – no te preocupes, en serio.

– ¡Eh, los invitados llegaron! – Carlos salió a recibirnos, irradiaba felicidad.

Yo agradecí profundamente la interrupción, Dante no me quitaba la mirada de encima y James a ninguno de los dos, me comencé a arrepentir de haber venido.