𝐒𝐔𝐍𝐒𝐇𝐈𝐍𝐄; Len Potter vivió toda su vida en el campamento Mestizo, hasta que un día un hombre con barba le dijo que debía asistir a una escuela de Magia.
❝Té para tres.
Un sorbo de distracción
Buscando descifrarnos.
No hay nada mejor
No hay n...
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chapter three The cousin
La apariciónera algo que Marlene esperaba no experimentar nuevamente, al menos no en un largo periodo de tiempo. Cuando porfin tocó tierra firme, se tuvo que agarrar de lo primero que vio para no caer, estaba mareada y con nauseas, sintió las tostadas revolverse en su estómago.
Soltó una maldición en griego antiguo y respiro para estabilizarse. Una vez lo logro, miró a Albus. Quien la miraba, expectante.
—No quiero usar eso otra vez en mi vida—murmuró.
—Lo manejaste muy bien, las primeras veces la gente suele vomitar.
—No digas vomitar—arrugó la nariz, luego sintió otro mareo y una presión en su pecho.
Soltó un quejido, luego de unos segundos, esa presión desapareció. Recordó las palabras de su padre. Esa debía ser su magia. Que raro era eso, todo eso.
—Bien, hay una cosa que debo informarte antes—Albus la miró y la semidiosa lo miro—Tenes un primo.
—seh tengo bastantes en el campamento—dijo sarcásticamente
Albus negó con una leve sonrisa—Por parte de tu madre, un primo mago.
Marlene se congeló, pero suspiro, sin querer demostrar aquello—¿Que debo saber respecto a este primo?—lo miro mordiendo su mejilla interna.
—Oh no, se conocerán ahora, de hecho, vamos en camino a el.
—¿Algo más que deba saber? ¿Algún otro familiar que desconozca?—lo miro con el ceño fruncido.
Albus negó, pero Marlene no termino de creerle. El mago miró su reloj.
—Debo hacer algo urgente, entra y pregunta por Harry Potter.
Sin más desapareció.
Marlene se quedó mirando el lugar donde el mago había desaparecido, incrédula. Respiro hondo y miró al cielo. Ni se porque te hago caso.
Ingreso al lugar donde Dumbledore la había dejado, y abrió los ojos en grande. Había magos-o eso suponía- hablando y leyendo lo que parecía un diario, las cucharas se resolvían solas y había vasos volando por todos lados.
Me voy a desmayar.
Camino a la barra y espero a que alguien la atienda.
—¿Si?—un hombre bajito le preguntó.
—Estoy buscando a Harry Potter—dijo la semidiosa insegura—El profesor Dumbledore dijo que debía buscarlo.
El hombre asintió rápidamente y la guió—Sigame señorita...
