Capitulo 27

4 0 0
                                    

Eran las 8:30 de la mañana cuando me desperté.

Abrí los ojos y lo que pensé fue en lo que había pasado la noche anterior... ya es real. No por el hecho de tener un título distinto o nos vamos a tratar diferente supongo, pero para mí parecer esto hace que una relación se fortalezca.

Sebastian estaba al lado mío sosteniendo mi cintura aunque estaba dormido todavía.

Le conté todo lo que había pasado a mi madre por WhatsApp y se puso muy feliz.

—Cuando se termine todo esto, traelo a casa que lo quiero conocer bien. Ya lo conozco obviamente pero no sé cómo te trata de novio. —escribió.

Le sonreí a la pantalla y conteste:

—Dale 😅

—siga disfrutando con su novio, voy a prepararme emocionalmente para hoy a las cinco.

Luego de ese mensaje sentí como unas manos se deslizaban sobre mi cintura.

—Buen día —dije dándome la vuelta

—Muy buenos días señorita —dijo con voz de dormido.

—¿Cómo dormiste después de una noche tan especial?—pregunté, intentando sacar tema de conversación.

—Mejor que nunca. —dijo acariciándome la mejilla.

Sonreí.

Me gusta la idea de ser la novia oficial pero a la vez me aterra. Es como si además de estar contenta tuviese miedo de que la relación no funcione. Pero confío en que la relación va a durar mucho. Después de todo lo que pasamos...

—¿Queres ir a desayunar?—me preguntó.

—Dale. Déjame que me prepare un poco en el baño.

—Dale.—dijo. —Yo también me preparo.

En el baño, me puse la ropa del día. Un Jean y una remera roja que nunca puede faltar en mi vestuario ese color.

En el pelo me hice un rodete relajado y me puse unas zapatillas.

Me lave los dientes y salí del baño.

No se cuanto tarde pero Sebastián ya estaba afuera.

Cuándo aparecí se acercó a mí.

—Qué linda estás.

—Muchas gracias.

Estaba dudando lo que iba a hacer pero me arriesgué.

lo miré por un segundo y dije:

—permiso. — dije dándole un beso corto. Rápidamente me sujeto a la cintura—ahora sí, Buenos días.

—Buenos días hermosa. —dijo sonriéndome.

Nos sentamos a desayunar. Yo como siempre comí una fruta y esta mañana me tocó una banana.

Sebastián como siempre también se hizo un plato de cereales.

—¿Qué es eso? — pregunte mirando los cereales.

—Es una granola rara, ni yo se.

—Nunca probé ningún tipo.

—Hoy vas a probar éste —dijo agarrando un puñal con la cuchara.

—No, no, por favor, no tiene pinta.

—Si yo ayer probé la manzana verde, probas el cereal.

—Bueno, está bien— dije.

Me metió la cuchara en la boca y mastique.

—No está tan mal.—dije

—Ah viste.

Nosotros: InseparablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora