Prologo

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Hola. Mi nombre es Clara Sánchez. Siempre fui sensible, enamoradiza sentimental y cariñosa. Amo leer y cantar. Nunca me gustó llorar enfrente de la gente, sinceramente no sé por qué. Podría decirse que no tengo el mejor físico, pero a la vez, no tengo por qué quejarme. Soy una chica delgada, de ojos color avellana y pelo castaño claro y lacio. Para poder ver, necesito mis anteojos, aunque no los estoy usando mucho últimamente. Con respecto a mis gustos, más específicamente de la ropa, me gusta utilizar mucho el color rojo.

Nunca fui una persona muy sociable, sin embargo hay alguien que siempre estuvo a mi lado, desde que estoy en la escuela hace once años: Celeste Andalgo, mi mejor amiga. Ella es una persona muy sensible, al igual que yo, afectuosa, demostrativa, graciosa, malpensada, sincera y le gusta hablar mucho en inglés. Le encanta la música y cantar. Además, es una chica con largos rizos dorados, ojos verdes y tez blanca. Cabe destacar, que es muy apegada a su mejor amigo, Salvador.

Salvador Morlez se caracteriza por ser muy franco, directo, amable, comprensivo y travieso. Su cabello es castaño, con rulos despeinados; sus ojos son de un color azul brillante, sus labios delgados y su físico bastante bien entrenado. Su sonrisa es muy particular y dulce.

Y finalmente, la razón por la cual escribo esta historia: Sebastián Labarre, mi mejor amigo de toda la vida. ¿Cómo describirlo a él? A ver, a ver... Él es un chico mágico, caballeroso, dulce y pícaro. Desde mi infancia, estuvo siempre para mí, me apoyó en mis peores momentos y en mis mejores también. Físicamente, es musculoso, con el pelo no muy largo, pero tampoco corto, morocho y casi siempre alocado, y sus ojos son de color marrón profundo. Nunca lo vi como algo más. Pero todo dio un giro de 360 grados cuando cumplí 16...

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