𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 8

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La mano se Jungkook se cerraba en torno la mía.

La Van condujo a través de un parque industrial, uno que había visto días mejores, a juzgar por el hecho de que la mitad de los edificios parecían estar vacíos. Mi cabeza aún giraba por la rapidez de nuestro escape y del ataque de la vampira; por eso, todavía no había procesado plenamente el hecho de que Jungkook y yo estábamos juntos otra vez.

O quizás, pensé mientras nos robábamos miradas sin que los demás se dieran cuenta, era como si nunca nos hubiéramos alejado el uno del otro.

-Yo no creo que estos niños se reunieron al azar.- Kate nos miró, y sus ojos se estrecharon, cuando se fijó en Jungkook. Vestía pantalón de cargo verde oliva y una camisa negra con un montón de bolsillos, su cabello estaba alisado, y atado en una cola de caballo. -Jungkook, no me digas que regresaste a ese lugar.

-No regrese a Medianoche -dijo Jungkook. -Le pedí a Taehyung que me encontrara aquí. Pero si tengo que volver a la escuela de nuevo para verlo, lo haré.

-Es demasiado peligroso.

-¿Puedes decirme un lugar en el mundo dónde no estemos en peligro, mamá? Porque he tenido más probabilidades de morir en otras misiones de lo que he tenido en la Academia de Medianoche.

Jungkook estaba exagerando un poco, dada la manera en que mis padres y Yoongi lo habían perseguido el año pasado, pero yo no quería mirarlo mientras él estaba defendiendo su decisión de encontrarse conmigo.

Kate suspiró, y luego sacudió la cabeza. Ella me miraba seguidamente, no suavemente, porque nada sobre ella era suave, pero de una manera que dejó claro que no me culpaba del peligro en el que Jungkook y yo habíamos estado.

-Me alegra ver que estás bien, Taehyung. Yo no confiaba en que las sanguijuelas mantuvieran su palabra del año pasado.

Esas sanguijuelas son mis padres, quise decir, pero en cambio contesté:

-Lo hicieron. Estoy de vuelta en la escuela y todos nosotros pretendemos que no ocurrió.

Jungkook me ayudó a seguir.

-Probablemente ellos creen que aunque hubieras dicho algo, nadie lo creería.

Yo esperaba que nuestra explicación sonara convincente.

-Lo que hiciste fue valiente, digo, entregarte para salvarnos del fuego -dijo un anciano que se sentó en la parte de atrás al lado de Dana. Él me había dicho su nombre, el Sr. Watanabe, recordé. -Creo que eso nos salvo a todos.

-Sí, Taehyung, eso era un gesto bonito de tu parte-. Dana palmoteó mis hombros y les dio un apretón cordial -En serio, que tienes agallas.

-No fue un -buen gesto". Era lo que tenía que hacer.- Esto hizo que la media docena de personas en la camioneta echaran reír, aún cuando no había estado haciendo realmente una broma. Sin embargo, mi tensión se alivió un poco.

El año pasado, cuando Jungkook se había descubierto como un miembro de la Cruz Negra, se había visto obligado a escapar de la Academia Medianoche. Yo había huido con él. Juntos habíamos llegado con Kate y de Eduardo, y la seguridad -por lo menos mientras la Cruz Negra siguiera siendo ignorante de que era una clase de vampiro-, también. Pero la señora Bethany, mis padres, y varios otros vampiros nos habían rastreado. Cuando me había ido de nuevo con mis padres, no solo escapé de esa confrontación, yo me había escapado antes de que la Cruz Negra averiguara lo que realmente era. Ellos todavía creían que era una niña humana secuestrada y criada por padres vampiros, algo que yo necesitaba que siguieran creyendo.

Manejaron hasta llegar a uno de los edificios abandonados de atrás. Kate chasqueó los botones e hizo luces con la furgoneta: apagado, brillante, apagado, brillante. Una puerta de metal, como para un muelle de cargamento, comenzó a abrirse, revelando un camino fuertemente inclinado hacia abajo. Condujimos en un garaje subterráneo del estacionamiento que se veía casi como cualquier otro, excepto que era iluminado por faroles colgados en las paredes o los pilares de concreto. Cuando Kate giró alrededor en una esquina, vi que algunas particiones habían sido instaladas a paredes de las cajas, o simplemente lonas que se cernían sobre un cordón estirado para mantener los cuartos fuera de este espacio húmedo.

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