𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 16

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-¿Diría usted que los acontecimientos de anoche guardan alguna semejanza con los que ya experimentó anteriormente?

Sentada a su mesa, la señora Bethany tomaba notas sin lanzar una sola mirada a lo que estaba escribiendo. En vez de eso, no despegaba sus oscuros ojos de mí.

-Lo que vi en los archivos me dio menos miedo. -Comprendí la futilidad de mi comentario cuando ella frunció el entrecejo-. Hacía frío, y hubo una imagen en la escarcha, la cara de un hombre, pero ninguna palabra. Y él me habló. Dijo: «Basta».

-¿«Basta»? -Mi padre Namjoon estaba de pie a un lado de mi silla; al otro lado, tenía sentado a Seokjin. Me habían acompañado a la reunión y parecían más asustados por la aparición del gran vestíbulo que yo, lo cual era muy revelador. Nam se agarraba tan fuerte al brazo de mi silla que se le marcaban todas las venas de la mano-. ¿Qué significa «basta»?

-No lo sé -dije-. Sinceramente, no tengo ni idea.

La señora Bethany se llevó el bolígrafo a los labios en una actitud pensativa.

-Usted no estaba haciendo nada raro ahí arriba. Solo esperaba al señor Min, ¿no?

Iba a tener que decir parte de la verdad, de ello dependía la seguridad de otras personas.

-Estuve leyendo algunas cartas mientras esperaba.

-¿Cartas? -La señora Bethany entornó los ojos.

-Solo para pasar el rato. -¿Sonaba convincente? Iba a tener que confiar en que lo fuera-. Y... Yoongi y yo hemos vuelto a subir esta noche.

Por suerte, nadie me preguntó por qué lo habíamos hecho. Supongo que les pareció evidente; o eso, o no estaban pensando con claridad. Mis padres estaban más nerviosos de lo que yo habría imaginado.

-¿Qué cartas, cariño? -Jin me puso una mano en el hombro-. Cuéntanos todos los detalles. Todo lo que recuerdes. Podría ser importante.

-¡No hay mucho que recordar! Solo, miré unas cartas. Ninguna me llamó la atención. No sé por qué iban a enfadarse los fantasmas.

-La cuestión es qué los ha provocado -comentó Nam apretando los dientes.- Tenemos que averiguarlo, y cuanto antes mejor.

-Disculpa, Namjoon, pero esa no es la cuestión. -La señora Bethany dejó el bolígrafo sobre la mesa-. La cuestión es cómo deshacernos de este fantasma. Hay, como tú sabes, formas constructivas de abordar este problema.

Mi padre Jin me apretó el hombro, la mano temblándole. Lo miré con curiosidad, pero su expresión era impenetrable.

Namjoon no pareció haber oído lo que la señora Bethany acababa de decir.

-Los fantasmas odian a los vampiros. Son hostiles y peligrosos. Los hechos de ayer por la noche lo demuestran más allá de toda duda.

-No te he discutido eso -dijo la señora Bethany-. Solo me refería a que debemos seguir centrados en nuestros objetivos en vez de preocuparnos excesivamente por los fantasmas.

Las palabras de mi padre me recordaron una pregunta que me hacía desde que hablé por primera vez de fantasmas con Yoongi.

-¿Por qué odian los fantasmas a los vampiros?

Mis padres se miraron, preguntándose claramente qué decir. La señora Bethany se cruzó de brazos y fue ella quien respondió.

-Ninguno de nosotros sabe exactamente de dónde proviene, sea vampiro, humano o fantasma. Las versiones varían, y la ciencia tiene muy poco que decir a los que hemos sobrevivido a nuestra vida mortal. Pero hay leyendas que llevan el sello de autenticidad.

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