𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 7

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La mano de Jungkook se cerró a mi alrededor, el primer toque desde hace mucho tiempo, demasiado tiempo. Estaba tratando de sacarme por la puerta.

-Taehyung, vas a salir de aquí.

-¡Espera! Basta. Los dos.- Miré a uno y luego al otro, pero ellos no me estaban escuchando. Estaban moviéndose en modo de batalla, en círculos, listos para la luchar.

No sabía en qué pensar o qué hacer, no hasta ese primer segundo en el que uno se decidió. La vampira se lanzó hacia nosotros, dando zarpazos, como un tigre, y Jungkook me sacó del camino tan fuerte que me resbalé y caí sobre mis manos y rodillas, golpeándome con el suelo de concreto. Detrás de mí, oí el ruido de la madera al romperse.

Sosteniéndome otra vez sobre mis pies, y con mis manos lastimadas, vi con horror que la vampira había golpeado a Jungkook, que había chocado contra la puerta de la estación de trenes, y estaba tirado en el suelo. Me había despistado con su apariencia de niña, pero era obviamente una vampira poderosa, más poderosa de lo que había imaginado. Ella y Jungkook se enfrentaron en la puerta por un segundo, y luego, en su violento forcejeo se vieron sus expresiones de odio a la luz de las lámparas de la calle. Luego, la vampira tiró a Jungkook a las vías de la estación. Jungkook calló entre medio de ellas.

-¡Jungkook! -grité. Él no se levantó, y parecía que no podía aceptar lo que veía.

Claramente, ser arrojado a través de la puerta lo había impresionado.

-Tú no deberías asustar a niñas pequeñas.- La vampira quitó de su rostro algunos mechones de cabello enrulado que se habían salido de su trenza, como una niña pequeña nerviosa. -Debías ser detenido. ¡Yo puedo detenerte!

Ella estaba lo suficientemente asustada como para matarlo, pensé. Tenía que ayudar a Jungkook, ¿pero cómo? Yo era más fuerte que los humanos, pero no tan fuerte como un completo vampiro. Luego me di cuenta de que cuando la puerta fue arrancada, millones de pedazos de madera habían caído por las vías. Una cerca de mí, era perfecta para ser usada como estaca.

Clavar una estaca en el corazón de un vampiro, no lo mata, no definitivamente.

Si la estaca era clavada directo en el corazón, el vampiro caía como si estuviera muerto, pero si la estaca era sacada, era como si nada hubiera pasado. Por lo que yo debería clavarle la estaca en la espalda de la vampira sin vacilar.

Pero hacerle eso a la pequeña vampira...

No podía hacer eso.

Agarré una pequeña pieza de madera del suelo y me incliné hacia adelante.

Primero un pie, luego el otro.

-No deberías haberme seguido.- Le dijo a Jungkook, con cada uno de los músculos de su cuerpo tensado y sus manos curvadas, que hacían parecer zarpas a sus uñas. -Te arrepentirás.

Con todo el impulso que pude tomar, tiré el pedazo de madera hacia su cabeza.

La vampira salió volando unos pocos metros lejos de nosotros, lo había hecho más fuerte de lo que había pensado, y giró por el piso, una y otra vez. Antes de que se detuviera, corrí hasta Jungkook y le tomé la mano.

-¿Puedes correr?

-Podré hacerlo. ¡Salgamos de aquí!- Dijo, parándose con dificultad.

Lo llevé en la dirección del centro de la ciudad, pensando que sería mejor perderla entre la multitud. Pero Jungkook me empujó en la dirección opuesta, por lo que estábamos corriendo cerca de la estación otra vez.

-No hay nadie alrededor, Jungkook. ¡Estaremos solos

-Eso significa que nadie saldrá herido!

-Pero...

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