Capítulo 16

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Nos encontramos en la mansión para distribuirnos, Melany y yo vamos juntos, en otra camioneta van Nick, Sam y dos hombres más, Will se quedó para vigilar todo. 

Salimos de la mansión y nos dirigimos a la dirección que Will nos mandó, estamos yendo por la primera persona de la lista Smith Castillo, es un hombre de 30 años , es de Colombia , él y Jonathan hicieron un acuerdo hace menos de dos semanas, pero lo más importante es que él es el primo de Isabela su novia. 

Después de una hora llegamos al lugar, pensaba que iba a ser una casa lujosa debido a lo que se dedica(trata de blancas y traficado de armas) pero al parecer no le importa mucho los lujos o su seguridad, ya que es un poco difícil pasar desapercibido con la Interpol.

—Esto no me parece muy real, no creo que una persona así tenga tan poca seguridad.—Melany me mira.

—Con mucha o poca seguridad entraremos.

Nos parqueamos, unos segundos después llega la camioneta donde vienen Nick, Sam, ellos se bajan y nosotros hacemos lo mismo colocándonos lentes negros y pelucas. Entramos a la propiedad, es algo solitario o eso aparenta ser.

Toco la puerta esperando a que alguien abra, Sam y Nick están afuera de la propiedad vigilando, Melany toca de nuevo y tiempo después abre un   hombre de aproximadamente cuarenta años.

—¿Qué quieren?  — Dice en tono frío pasando su mirada desde Melany hacia mí.

—Escuche que aquí vive Smith Castillo, tengo una oferta que hacerle.— digo mirando a Melany. 

El hombre solo asiente y me deja pasar con Melany, adentro todo se ve viejo, tipo estas casas de la época de victoriana. Él nos conduce por un pasillo que tiene muchas puertas, mientras vamos caminando me fijo en cada detalle.

— Esperen aquí, dentro de esa oficina, le avisaré que están aquí y por favor retírense los lentes. — Nos deja solos y hacemos lo que nos indicó.

Entramos y nos sentamos esperando y observando todo a nuestro al rededor. Mantengo lo que dije antes, este lugar necesita más seguridad.

— Me encargaré de él, tú te encargas de Smith.—Dice melany sin mirarme.

— De acuerdo. 

Cortamos la conversación, ya que escuchamos la puerta al abrirse. Entra un hombre alto de treinta años , al instante nos damos cuenta de que es el tan famoso Smith.

—¿Qué puedo hacer por ustedes? No tengo mucho tiempo.— se sienta al frente de nosotros.

— Le vengo a hacer una oferta.— Smith truena sus dedos.— ¿Melany me puedes esperar afuera?—ella asiente y se retira.

—Quiero que te deshagas de ella, sé que te dedicas a la trata de blanca.— digo con seguridad.

—Creo que podemos llegar a un acuerdo.— se acomoda en su asiento.— ¿por qué la vendes? No se ve que no sea muy útil.

— Ya es una molestia para mí, es mi hermana y desde que nuestros padres murieron ella se ha vuelto insoportable.— miento.

—    ¿Cuántos años tiene? —cuestiona.

— Tiene 18 años.

— No está mal así que está bien el trato va.

Lo veo sacar un folder de una gaveta, toma un lapicero y me pasa una hoja para que lea todo lo que tengo que saber acerca del trato que haremos.

Todo listo ya puedes dejar de fingir. — escucho a Melany hablar por el auricular.

Me quito los lentes y la peluca, Smith me mira con cara de asombro, pongo el papel en el escritorio junto con el lápiz y me pongo de pie.

— Veo que me reconoces, sabes quien soy.

—No he hecho nada que esté en contra de la Bratva o la negra ¿por qué está aquí señor Romanov?. — dice entre seguro y nervioso.

— Sabes donde está Jonathan Laurente Russo y me vas a decir ahora.— sentencio.

— No, no sé donde está.— se pone de pie.

— Odio los mentirosos.— me acerco, él me a punta, en un movimiento rápido le quito el arma.— siéntate.— Lo hace.

Entra Melany, se quita la peluca. —¿Ya hablo? — pregunta la castaña.

— No, pero está a punto de hacerlo.

— Ya le dije que no se nada.— vuelve a mentir.

— Tengo mala fama por tener poca paciencia. Pregunto de nuevo — saco una navaja y se la clavo en el abdomen girándola para enterarla más.—¿Dónde está Jonathan? — pregunto y se queda callado, saco la navaja para volverla entrar con más fuerza.— Responde.

— No lo diré.— Mi paciencia llego a su límite.

— Yo me encargo— dice Melany haciendo que me aleje de Smith, me recuesto en la pared.— Te daré menos de un minuto para que me digas donde está Jonathan.— la ignora.— bueno, ya que no quieres hablar e intente por las buenas.— ella saca de su tenis izquierdo una navaja que tiene su inicial, hace énfasis en querer clavarla entre la entrepierna del Smith.

— Espera!—ella se detiene.— No sé donde está exactamente, pero escuche que viajo a Francia con Isabela Robinson mi prima, es lo único que se lo juro— ruega por su vida.

Melany se me acerca y me dice — No recuerdo como jugar a la ruleta rusa.— Smith se altera al darse cuenta. Sonrió a boca cerrada.—¿Me enseñas?— me pasa un revolver y una bala.

— Claro que te enseño, bichito.— tomo el arma y la bala — primero introduces la bala, luego giras el tambor —Smith dime un número — sonrió. 

— ¿Es en serio? Por favor no, no lo hagas.

—Creo que fui claro, dime un número. — demando.

— Elijo el número tres.

Giro nuevamente el tambor y comienzo a apretar el gatillo apuntándole, pasa el número tres y la bala no salió.

— Elige otro número.

— cinco.

— Ya que aparentemente no estás destinado a morir en mis manos — le entrego el revolver a melany, ella lo toma y comienza a jalar del gatillo, uno... dos... tres... cuatro... sale la bala dejando a Smith sin vida.

Salimos de la casa y nos encontramos a Nick y a Sam quemando el cuerpo del hombre que nos abrió hace rato.

— Nos vamos.

Todos nos montamos en donde vinimos y nos vamos con dirección a la mansión, ya hay menos cosas que indagar. 

La Mafia Negra #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora