El principe canalla /Daemon Targaryen

La fortaleza roja.

A pesar de que fui muchas veces a King's landing cuando era niña en compañía de mi abuelo Rickon Stark, mi padre Brandon II y su hermano mayor mi tío Cregan. Cuando volví a ir adulta y está vez no partí de Winterfell, si no de Dorne donde vivía con mi marido Odell Martel. Me sentí como si fuera la primera vez que veía esa enorme construcción, la fortaleza roja me revolvió el estómago y los caminos hacia ella me recordaron un tiempo muy lejano y quizá más agradable.
El heraldo apareció antes de que bajara del carruaje.
—Lord Odell Martel y su esposa Lady Vhalien Stark Martell — cantó el hombre. Luego me ayudó a bajar uno de los hombres que nos esperaban.
—¿Esta mi tío aquí? — pregunté.
—¿Lord Cregan? Oh sí mi lady arribo aqui un poco antes que ustedes — contesto el hombrecito.
Sonreí, deseaba verlo desde la muerte de mi padre, no había tenido la fortuna de concordar con él.
—Vamos  con mi tío, quiero verlo ahora — dije, sonriente.
—Mi lady ¿No quiere  esperar  a su esposo? — pregunto.
—Estara bien — conteste —llévame hasta ahí.
A Odell no le importaba absolutamente, así que el hombre me llevo hasta unos jardines, yo iba con el mayor jubiló que podía ofrecer. Hasta que me quedé helada cuando ví a mi tío sentado junto a nada más que al príncipe Daemon Targaryen.
Por fortuna para mí, mi sonrosado rostro no llego a ser público, me tranquilice antes de llegar con ellos.
—Lady Vhalien Stark Martell — dijo el hombre que me había acompañado. Ambos hombres gritaron la cabeza para verme.
Cregan se levantó inmediatamente, y sonrió de oreja a oreja. Daemon por otro lado me miró con curiosidad, una mirada que me hacía sentir desnuda.
Cregan me abrazo con fuerza.
—Principe le presento a mi sobrina Vhalien — dijo sonriente, dejando su copa.
Daemon se puso de pie también y me extendió una mano. Eran enormes sus manos. Intenté no mostrar mi nerviosismo.
—Ya nos conocemos mi lady —  dijo terminantemente.
Yo claro que lo recordaba, solo tenía 12 años, pero me soprendia que él me recordaba.
—Nos conocemos mi príncipe — Conteste.
—Tienen razón cuando mi padre y hermano vivían
veníamos con el rey Jaehaerys — dijo Cregan.
—Yo recordaba a una niña, está que viene es toda una mujer — dijo Daemon, aquel comentario me gustó.
Odell apareció atrás de mi unos minutos después de que me sentará con ellos. Daemon lo miro de arriba abajo y luego me miró de reojo, pensando que nadie lo veía sin embargo yo también lo mire de reojo.
—¿Participará en el torneo mi príncipe? — pregunté.
—Por supuesto, tal vez pida su favor mi lady — dijo Daemon. Odell lo miro con recelo, mientras que Cregan sonrió, me puse sonrosada por el atrevimiento del príncipe.
—Tiene mi favor mi Lord — respondí. Intenté no mirarlo para no parecer insistente y atrevida.
—¿Y su esposa Lord Daemon? — pregunto Odell.
—Me temo que ella no vino a King's landing.
Daemon me miró de reojo nuevamente, nadie más lo noto, salvó yo y mí nueva perspectiva, pues era la primera vez que Daemon Targaryen me notaba.
—Una loba Stark en los desiertos de Dorne ¿Acaso abra algo más ilógico? — dijo Cregan.