Flea Bottom

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Desperté después de una siesta por la tarde. Alec estaba junto al timón, con uno de los libros del capitán, y el capitán estaba fregando los pisos dentro del camarote.
-¿Que tal el viento? - pregunté.
Alec, me miró y sonrió.
-Mi lady ¿Usted preguntando por el viento? - pregunto Alec, que si bien había pasado dos semanas conmigo - ¿Que le preocupa?
Me senté a un lado de Alec, y respire profundo.
-Siento que he pasado tanto tiempo lejos, que no sabría que hacer al regresar - dije, pues pensaba que ya no seria parte de nada. Me sentía más alejada, y como el Mar, como Alec - yo simplemente he pasado tanto tiempo sola.
-Ya no está sola mi lady - dijo Alec, tocando mi hombro, intentando reconfortarme.
Últimamente lo único que me mantenía cuerda era ese mismo recuerdo de la voz de Alec, pues su voz era la primera voz amable que había escuchado en muchos años. Por eso había quedado impregnada. A veces me sentaba a mirarlo desde la cabina, manejando el timón. Lo veía cuando sudaba y el sol le pegaba en la frente, entrecerraba los ojos para poder mirar, y me sentía excitada de verlo, para justo después sentirme como una sucia ramera, por pensar así.
Pensaba en Daemon y en lo horrible persona que me sentía al gustar de alguien más. Pero luego me preguntaba si todos estos años Daemon no había sentido lo mismo que yo.
Pero Alec simplemente era muy apuesto, me gustaban sus manos ásperas. Pues las manos de los Lores de Westeros no eran así, eran manos finas. Estás eran unas manos curtidas por el trabajo, y yo pensaba en sus manos en su voz y me sentía tan profundamente alterada.
Alec me miró fijamente mientras tocaba mi hombro para consolarme.
-Tranquila mi lady, está nerviosa porque arribaremos a Kings landing por la mañana - dijo, mirandome fijamente - se que no es mucho pero yo estaré para protegerla, yo haría lo que sea por usted, mi lady.
Alec, no me quitó los ojos de encima. Él quitó su mano, de mi hombro antes de que con un zarpazo la regrese a mí. Me acerque.
-¿Harías lo que sea por mi? - pregunté.
Alec acepto con la cabeza.
-Si lo que usted ordene mi lady - dijo, estamos tan cerca.
-Yo no ordeno.
Alec se acercó más a mi y me besó, profundamente sin antes mover su mano de mi hombro para tomarme por el cuello y jalarme hasta él. Lo mire con ojos como platos.
-¿Esta bien, mi lady? - dijo Alec.
Acepte con la cabeza, Alec se puso de pie y me tendió una mano. Me puse de pie, y agarró mi mando entrelazando los dedos. Me llevo hasta el camarote dónde me ayudó a recostarme en la cama.
Me desnudo poco a poco, y solo cuando estuve totalmente desnuda, se quitó la camisa para enseñar un pecho cubierto de vellos, se bajó los pantalones, se sacó el miembro y sin más preámbulo me penetró en ese mismo instante.
No necesite nada más pues ya había humedad entre mis piernas. Mientras Alec el pirata, me cogía dije:
-Hablame Alec - susurré entre gemidos. Pues su voz era lo que más me gustaba.
Alec me miró con sus ojos negros.
-¿Así le gusta mi lady? - pregunto, acepte con la cabeza mientras me envestia.
-Dime...
-Soy suyo mi lady, le pertenezco - susurró Alec, antes de hacerme venir y que yo gritara en pleno orgasmo.

El capitán era demasiado cobarde, como para hacer algo, o al menos saltar por la borda y morir. Prefería solo odecer, por ello el se quedó en el timón. Mientras Alec me abrazaba.
A la mañana siguiente por el horizonte se veía kins landing, sentí un vuelco al corazón.
-No podemos encallar en el puerto de Kings landing - dijo Alec - así como así, quiero decir mi lady. Tendré que ir remando, preguntar y regresar por usted mi lady.
Lo mire por lo bajo, temi por un segundo.
- Está bien.
-Oh no mi lady, soy suyo se lo dije ayer - dijo Alec, mirándome profundamente - volveré en una hora.
Acepte con la cabeza, Alec salió en el bote y remo hasta Kings landing. Mientras yo me quedaba ahí, pensando en que haría a esas alturas con el capitán, quizá ayer todavía podía continuar vivo, pero tras haberlo hecho con Alec, el capitán sabía demasiado, no podía dejarlo ir.

Alec volvió como acordó una hora después.
-Mi lady, no podremos encallar con el barco, soltaré el ancla aquí - dijo rápidamente - y la llevaré en bote hasta Kings landing, luego la acompañaré hasta la fortaleza roja.
-¿Porque no podemos encallar? - pregunte.
-Hay restricciones por la guerra y según el rey Viserys está muy enfermo y quién se encarga de todo es Otto Hightower, según recuerdo usted dijo que Otto fue quien la entrego a los Martell ¿Es así? - pregunto Alec.
Recordé el horrendo rostro de Otto y si todos los años de mi vida desperdiciados por ese hombre.
-¿Con quién iremos si el rey no puede atendemos? - pregunté.
-Se dice que en la noche, regresan el príncipe Daemon y la princesa Rheanyra de Dorne - dijo Alec - cuando el príncipe llegué, entonces la llevaré con él. De todos modos no podemos permanecer en el barco o alguien nos verá, pero descuide mi lady mi madre vive en Kings landing podemos esperar con ella.
-¡Eso me parece un gran plan! - dijo el capitán.
-Es un plan estupendo - dije mirando a Alec - pero tú no vienes.
Con una pequeña daga que había en el barco, sin pestañear le corté el cuello al capitán de lado a lado y el cayó muerto inmediatamente.
Alec pestañeo cuando el cuerpo del capitán cayó al suelo.
-Pense que nunca se iría - musitó Alec - vámonos mi lady, tendremos que entrar, póngase esto.
Me tendió una capa, que me ayudó a acomodar. Luego me tomo de la mando para ayudarme a bajar del barco, hacia el bote de remos. El comenzó a remar negándose a ser ayudado.
-¿Que quieres después de esto? Un enorme bote, o un título y algún castillo por Westeros - dije pensando en como recomendarlo - también podría decirle al príncipe que lo nombre parte de la guardia real.
-Supongo que podría ser de la guardia, para quedarme a cuidarla de cerca - dijo Alec.
Sonreí.
-No podrías procrear hijos, ni tener tierras - dije.
-Pero podría cuidarla mi lady - dijo, lo bese con fuerza.
-No, Alec yo lo cuidare a usted - dije.

Bajamos e hicimos fila, cómo toda la demás gente que quería pasar, aquello casi no pasaba, había un filtró para ingresar desde que empezó la guerra.
Hasta que pasamos y le preguntaron a Alec.
-¿Quienes son? ¿A qué vienen? - pregunto.
-Soy Alec y ella es mi esposa Ellea - dijo Alec - vinimos a ver a mi madre en Flea Bottom.
El guardia vio su rostro y luego el mío y nos dejó pasar. Pensé en todo lo que sabía de Flea Bottom, siendo una extranjera del norte, sabía que era el barrio pobre de desembarco del rey, el lugar olvidado por los gobernantes y los nobles lores.
Alec me tomo del brazo con fuerza y avanzamos, había un verdadero caos en la ciudad y tardamos al menos 40 minutos en llegar hasta la casa de su madre.

Su madre era una señora, que se pasaba sentada en una silla, mientras su hija le daba de comer y su hijo le mantenía. Ella no puso quien era yo, y Alec no lo dijo. Pero ella empezó a hablar.
-Escuche que los Targaryen tomaron Dorne - dijo su hermana. Me sentí emocionada, al escuchar eso.
-Es maravilloso, los dornienses son unos instigadores - dijo su madre, mientras su hermana me servía la sopa - nuestro rey Viserys es un gran hombre.
-Viserys ya no gobierna, ahora es ese verde Hightower - dijo Alec.
-Es verdad que el rey está muy enfermo - me sentí mal por Viserys, era un buen hombre.

Alec, me arropó en una cama y se durmió en la silla a un lado de la cama, por mucho que le dijera que podía dormir en la cama conmigo.
-Puedo amarla a la distancia, y cuidarla en la cercanía pero usted no puede esperar que con el príncipe dragón como esposo, pueda dormir aferrado a usted, si quiero cumplir mi promesa de cuidarla mi lady - dijo.
Le sonreí y abrace su pierna hasta que me quedé dormida.

Y así pasaron cuatro días, lo cierto es que no salía mucho, y comía muy poco pues no esperaba importunar en las finanzas de una casa en Flea Bottom, por mucho que Alec deslizara una barra de pan todas las noches. Entonces en la tarde del cuarto día, la hermana regreso diciendo que todas las personas hablaban sobre el regreso del príncipe a la capital.
Entonces Alec me miró, me beso la frente y salio acto seguido salió de la casa.
Me senté en silencio, escuchando las historias de la madre de Alec, hasta que dos horas después primero se escuchó un golpeteo y luego derribaron la puerta y entro el príncipe dragón a un lado de mi tío Cregan y unos miembros de la guardia.
Me quedé helada me puse de pie mientras Daemon me abrazaba y veía a mi tío, al fin estaba en casa.
Daemon me beso, y yo le correspondí pensando que no sabía lo que había realmente dentro de mi.

El principe canalla /Daemon Targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora