El principe canalla /Daemon Targaryen

Strong

*Querido lector, la historia requiere un gran salto en el tiempo. Pero por supuesto no podemos saltar así nada más sin contexto y sin explorar otras historias, antes de regresar a la historia central. Por eso este y los  siguientes  dos capítulos serán dedicado a ello, tkm* 

*Está historia comienza 11 meses antes del nacimiento del hijo de Vhalien Stark*

La princesa Rheanyra, sabia que su esposo Leano prefería el pato. Ella no tenia ningún problema con ello, pues Leano era buena persona. Sin embargo se sentía bastante sola, y a veces pensaba lo horrible que seria que la heredera al trono no tuviera a quien heredar. 

Dio varias vueltas en el taburete, sin poder acomodarse. Se dejo caer en el piso entonces, golpeando con el hueso de su codo en una de las patas del taburete, no fue nada en verdad, pero sonó como si, hubiera sido algo muy grave, con un estruendo terrible. Ella se quedo en el piso, intento no echarse a reír, por haber golpeado de esa manera y por saber que aun así el suelo estaba más cómodo que aquel taburete. 

Casi tres o cuatro segundos después, entro rápidamente su guardia asignado a ella. Golpeándola con una patada, para abrirla y fue hasta ella a toda velocidad.

-Mi lady ¿Esta bien? - musito el guardia, al cual Rhaenyra hubiera jurado haber visto antes pero no recordaba de donde, de lo que si estaba totalmente segura era que ese guardia era nuevo pues nunca antes lo había visto cuidando la puerta.

Rheanyra soltó una risita nasal, antes de que el guardia la levantara en sus fuertes brazos y la regresara al taburete de un solo golpe.

-Estoy bien - contesto ya estando en el taburete de vuelta. No quiso aclarar que no le había pasado nada, pues le gusto la atención recibida - ¿Eres nuevo? 

El joven se encogió de hombros. Era tan apuesto, de pelo castaño, rizado y una barba que lo hacia ver mucho mejor.

-Si mi lady, soy su guardia personal tras el retiro de Ser Criston Cole - dijo él. 

-¿Como te llamas? - pregunto Rhaenyra sonriéndole. 

-Harwin Strong, hijo de...

-Lionel Strong, por supuesto. Sabia que te había visto antes - soltó una risita -discúlpeme mi lord, nosotros ya nos conocemos.

-Si mi princesa, del festival que hicieron por el onomástico de su hermano Aegon -  dijo Harwin mirándola fijamente - recuerdo perfectamente que regreso cubierta de sangre después de haber asesinado usted misma a ese jabalí.  Si me permite decir.

Rheanyra sonrió ante eso.

-Si por favor - dijo ella.

-Fue maravilloso - dijo. 

Ambos sonrieron. 

Días después,  Rhaenyra intento nuevamente que Leano le hiciera un heredero sin conseguirlo,   más que enojada un poco avergonzada y decepcionada por no poder cumplir con su deber, intento resolverlo con Leano.
—Lo lamento — musitó él — de verdad intento, pero simplemente no funciona.
Rhaenyra se encogió de hombros.
—No podremos dar un heredero — dijo Rhaenyra.
—Claro que si —  dijo  Leano — quizá debas buscar a alguien que te guste, e intentarlo. Serán mis hijos de cualquier forma— Ella suspiro profundamente mientras miraba a su marido, apreciaba su esfuerzo por qué ella estubiera bien, también aprecio sus intentos para conseguir un heredero. — además todos tenemos que pasarlo con alguien de vez en cuando.
Ella finalmente le sonrió,  después de todo él tenía razón.
—Creo que quizá me guste alguien — pensó.
—¡Eso es! — dijo Leano.

La princesa dragón, lo considero realmente toda la tarde, hasta que decidió ir a caminar a los jardines de la fortaleza. Por supuesto ser Harwin fue tras de ella,   a una moderada distancia,  como era su deber.
Mientras caminaba lo vio discretamente,  un par de veces.  Harwin era bastante hermoso, varonil. Cómo Rhaenyra pensaba que debía ser un hombre.  Se sintió excitada al pensarlo, y se había dado cuenta de ello. 
Pensó rápidamente que podría hacer, y entonces lo supo.   Giro su cabeza hacia atrás, miro a Harwin directamente a los ojos, y echo a correr. El obviamente corrió tras de ella.
Para ser una mujer de la mitad del tamaño que ser Harwin, ella era bastante más rápida que el. Rhaenyra siempre fue rápida, aún tomando en cuenta que ser Harwin tenía armadura y por el peso era bastante más lento.
Corrió tanto, hasta la puerta de lodo donde salió porque se traba de ella. Pero ser Harwin tuvo que decir que iría por ella para que los guardias de la puerta no preguntarán.
—No se preocupen yo me encargo, soy su guardia  la princesa solo está dando una caminata — dijo ser Harwin.
Los guardias aceptaron con la cabeza y ser Harwin intento recuperar la ventaja, corriendo lo más rápido que pudo. Rhaenyra había corrido hacia la playa, por la cuevas. Harwin la perdió de vista,  y comenzó a buscarla con desesperación.  No quería ser el primer guardia real en perder a una princesa.
Empezó a buscar en las cuevas, hasta que llegó a la más grande de ellas.  Entro, estaba oscuro, había una ligera luz que provenía de un claro en la cueva.  Entrecerró los ojos para mirar mejor, y ya hacía ahí Rhaenyra completamente desnuda, con las trenzas desechas. El pelo le caía por los hombros lacio y perfecto, la luz del pequeño claro le daba directo en el vientre y en el rostro, la iluminaba con luz naranja, del ocaso, lo demás se ponía oscuro, poco a poco.
—Mi lady — dijo, sorprendió ser Harwin.
—Solo déjame ¿Si? — pregunto Rhaenyra.
Ser Harwin acepto con la cabeza, aunque estaba preocupado.  Rhaenyra era hermosa y ya la había visto hace mucho, era una pena que nunca hubiera sido  opción para el matrimonio, si no quizá jamás se hubiera convertido en guardia.
Rhaenyra movio sus brazos y se acercó para besarlo, le quitó la armadura pero solo del vientre para abajo.  Cuando los hubo quitado, Harwin estaba erecto bajo todo eso.
A Rhaenyra le gustó el tamaño y la forma, lo metió en su boca, si bien lo humedecido más con su saliva pero su miembro ya estaba húmedo.  Succionó y lo saco de su boca un par de veces, para meterlo profundamente, y repetir el proceso nuevamente.
Ser Harwin se dejó caer, a ella le gustaban sus caras y sonidos que hacía él. Continuo sacándolo de su boca solo, para meterlo en profundamente hasta que rozaba su garganta. Suciconada el glande.
Unos minutos después Harwin se vino en la boca de ella.
Y ese solo sería el comienzo de todo.