Caraxes

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La mañana siguiente después de llegar a Kings landing, me alojaba en la fortaleza roja, mi esposo Odell había salido con el ministro de moneda, pues el rey Viserys quería a mi esposo en el consejo, es la razón principal por  qué nos invitaron al torneo.
Pero es que era así siempre, los Targaryen tendían a tener a los Martell demasiado, cerca no por que se toleraran, solo porque recordaban las marcas de la guerra.
Baje al salón, junto con mi dama de compañía pero esas eran palabras demasiado frías para describir a Phobe, quién había sido mi amiga desde que era una niña, entonces me case y ella viajo conmigo hasta Dorne.
—He escuchado que todas las damas de la corte, están vueltas de cabeza por ese joven príncipe Targaryen — dijo Phobe, sonriendo —¿El no está casado con lady Royce?
—Así es — respondí — no es una locura, se trata de un príncipe joven y además jinete de dragones.
—Supongo que tienes razón.
La cuestión era que yo podía comprender por qué  tanto alboroto. O quería entenderlo, yo al menos tenía una buena razón.
Verán cuando era niña y viajaba a Kings landing con mi abuelo, era bastante libre de ir y venir en la fortaleza roja, pues mi abuelo y el viejo rey Jaehaerys eran bastante cercanos. Así que explore cada rincón absoluto del enorme castillo.
Todas las ventanas y todas las rendijas. Por ello la primera vez que vi a alguien coger, fue al principe Canalla, tras una rendija en una habitación había una prostituta de una de las casas de placer de Kings landing, con un enorme y largo cabello negro, él la envestia con fuerza y ella jadeaba. Parecía que lo disfrutaba. Estaba volteada en cuatro puntos, el cabello le caía mientras Daemon golpeaba su vulva con fuerza.  Abriendo su sexo con su enorme miembro.
Yo no huí, ni mire a otra parte solo los mire tener sexo, en silencio y en secreto. La culpa vino después cuando tuve que ver la cara del príncipe Daemon, en los pasillos, en la corte y en cualquier lugar.
Pronto note que eso no era un problema, pues Daemon tenía 17 años, quizá 18 y yo tan solo 13,  no había manera en que nuestras miradas se cruzarán.
Ahora la cosa había cambiado.
Ahora desde los jardines pude ver en lo alto, un enorme dragon rojo, y enorme.
—Mi Lady ese es Caraxes — dijo un caballero de la guardia.
—Es magestuoso — dije.
—Si gusta, las puedo escoltar a una visita a las fosas — dijo el mismo guardia.
Phobe hizo una mueca, a ella no le gustaban los dragones.
—¿No es peligroso? — pregunto ella.
—Por supuesto que no, mantenemos la distancia adecuada mi lady — dijo el guardia.
Sonreí.
—Vamos será divertido.

No hubo más que decir el joven de la guardia real, y otro par de ellos nos escoltaron a mí y a Phobe hasta las fosas, y más atrás de ellas, en las cuevas que sería la parte más lejana de Kings landing y a la única a la que no  había ido cuando era niña.

Si bien el rey Jaehaerys había tenido más dragones en su reinado.  A unos metros entonces vio al enorme y rojo Caraxes, se quedó embobada mirandole.
—¿Que hacen aquí? — pregunto un hombre en la fosa tan fuerte que  eso inquieto a Caraxes.
Entonces Daemon salió de lado, primero tenía una actitud hosca, miro primero a Phobe y luego a mi directo a los ojos.
—Tranquilo — dijo Daemon.  Luego me hablo a su dragón en alto valyrio, este se calmo.
—Lady Stark — dijo Daemon.
—Es lady Martell mi lord — corrigió el guardia.
—!Lady Stark! — repitió —  ¿Quisiera usted acercarse?
Mire a Phobe, ella acepto con la cabeza y di un paso al frente al tiempo que Daemon extendía su mano, la tomé. Tenía unas enormes manos, coloco mis manos sobre el cuello de Caraxes.
Era aspero eh impresionante. Daemon hablaba en valyrio, y yo los miraba a ambos sin nada que decir mientras Daemon tenía sus manos sobre las mías y así ambos sobre Caraxes.
Envuelta en sus cuerpos, en el de el gran príncipe Targaryen y su enorme bestia.
Daemon finalmente me noto, y ahora tenía sus dedos entre los míos, ya no era una niña.

El principe canalla /Daemon Targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora