El Bastardo Targaryen

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Abrí los ojos, y los volví a cerrar por un instante pensé que en nada, nada paso, nada pasaba. Pero de pronto todo volvió a acomodarse, de la manera retorcida en la que estaba.
Abrí los ojos otra vez y estaba Griff, parado frente a la puerta con los brazos cruzados, mirando a la nada hasta que, me miró desde donde estaba. Gire la cabeza hacia otro lado para no mirarlo. Griff había estado todos los días en mi habitación desde que Otto hightower me había arrastrado a Dorne. Griff en esencia siempre estaba parado frente a la puerta, me vigilaba cada segundo, parado ahí cerca de mi cada minuto, mientras me cambiaba de ropa, mientras me desnudaba para bañarme, todo el tiempo estaba ahí observado y evitando que me escapara.
Estaba inflada y regordeta, tenía los pies hinchados, las mejillas sonrosadas, y tenía un prominente vientre de nueve meses de embarazo, tan grande como mi encarcelamiento, y así había pasado los nueve meses, con Griff vigilandome, parado en la puerta, o detrás mío. En una habitación justo al lado de Odell, en un lugar estrictamente centrado de modo que si quería escapar y de alguna manera lograba burlar a Griff no tuviera a dónde ir por estar tan cerca de todo.
Pero lo cierto es que mi rutina era bastante simple, despertaba, tenía que vestirme y peinarme. Griff me llevaba al comedor donde comía en silencio, junto con Odell y Umber. Luego volvia a mí habitación y pasaba el resto de la tarde ahí, me llevaban  otras dos comidas durante el día y a veces con suerte algún libro o algo para tejer.
Pero lo cierto es que una buena parte del día, la pasaba pensando cómo escapar, como matar a Griff con algún objeto de mi habitación, lo había pensado por meses, pero mientras más lo pensaba mi embarazo más avanzaba y con eso el miedo, así que terminabas por no hacer nada.
Griff chasqueo los dedos lo que significaba que mis segundos de relajación habían terminado. Me puse de pie, me quite la pijama y me puse un vestido de tela suave, que tenía desde que tenía este enorme vientre.
Me peine lo más rápido que pude, con un par de tiras con adornos dorados, y una delgada coleta, cómo se peinaba las damas en Dorne, así debía lucir y así lo hacía.
Griff me llevo hasta el comedor donde Umber y Odell, ya estaban. Me senté a un lado de Odell cómo siempre.
-Dicen los maestres que el bebé nacerá estos días - dijo Odell a Umber
-Tengo planeado una cena para cuando nazca - dijo Umber -invitare a todos los grandes señores de Dorne para que vean a tu heredero.
No dije, nada en cambio me concentre en el plato de comida que tenía frente a mi.
-Me gustaría que mi esposa estuviera ahí - dijo Odell mirandome finalmente.
Umber aclaro la garganta. Odell y Umber habían dicho que tendrían un bebé Martell, heredero de su hermano en cuanto supieron que mi flor roja no llegaba. Ellos sabían que no era de Odell pues el tenia una impotencia, que había llegado junto cuando la movilidad de sus piernas se fue.
Supusieron que con eso conservaría la herencia de las casas y molestarían a Daemon.
-Tal vez pueda dejar de llorar un momento, para acompañarnos en la cena - dijo Umber riendo, Odell río también jugando con él.
Solía llorar por las noches, o durante el día, en general llorar había sido mi actividad más recurrente durante todo el embarazo. La conversación de ambos se volvió insignificante y solo deje de escuchar, de pronto sentí un dolor y entonces un líquido brotó de mi.
-Rompi la fuente - dije en voz baja.
Odell y Umber me miraron al mismo tiempo.
-!LLAMA A LOS MAESTRES! - Grito Odell.
Umber se movió hacia la puerta, y saliendo comento sobre al gran cena que haría.
-Griff llévala a su habitación cargando - dijo.
Griff me levanto en sus brazos y me llegó hasta mi cama donde me dejó caer, fue ahí donde sentí el primer dolor, llegaron los maestres y me dieron leche de amapola.

Lo demás lo recuerdo lento y difuso. Finalmente parí, grite cuando eso ocurrió.
-Es un varón mi lady - chillo, llore cuando lo dijo. El maestre había estado conmigo los últimos meses, durante todo el embarazó. Giro hacia su cara, y abrió la boca en una "O" perfecta, me aususte inmediatamente.
-¿Que pasa? - chille, sabía que tenía el tiempo contado, antes de que aparecieran los Martell en la puerta, así que tenía prisa.
-Mi lady - dijo, para envolverlo en una tela, y pasarlo a mis brazos.
El bebé era rubio, con el pelo casi blanco y los ojos violetas, Daemon targaryen vuelto a nacer ahí mismo. Lo mire y me eche a llorar, era el niño más perfecto que hubiera visto. Me sentí culpable le pedí a los viejos dioses, que el niño heredará el cabello castaño de mi padre o quizá pelirrojo como el mío, y como las ladys Stark. Así tal vez podría pasar desapercibido entre los Martell. Pero este niño era un targaryen en todas las letras, no sabía que harían los Martell al verlo. Había parido a un niño que funcionaba bien en esta guerra.
-Oh- dije, el maestre no dijo nada más, al tiempo que Umber entraba empujando la silla de Odell.
Vieron al bebé eh hicieron la misma expresión, que el maestre al verlo.
Llore más fuerte, mientras Odell arrojaba algo al piso. Odell era terriblemente impotente y eso lo sabía su hermano Umber, que se negaba a aceptar que su casa se viera de poca hombría, por eso un heredero era elemental. Umber no podría hacer pasar a ese bebé como un hijo de Odell.
Umber enchueco la boca, yo tomé al niño con fuerza temia que me lo arrebataran, que Umber le dijera a a Griff que lo asesinara. Pero solo temi aquello por un segundo.
Odell le pidió a Umber lo sacará de la habitación y este, acepto con la cabeza.
-Ese niño es un bastardo Targaryen - dijo Umber.
-No llevará mis apellidos - dijo Odell terminantemente — diremos que murió durante el parto.
Ambos salieron de la habitación, me sentí aliviada de que no me lo quitarán y lo abrace con fuerza.
-¿Cómo se llama mi lady? - dijo el maestre.
-Rhaegar - respondí, después de decidirlo por semanas, como el nombre digno de un Targaryen.
—Descansen, mi lady por ahora — dijo el maestre y se fue después de cortar el cordón umbilical.

Desperté unas horas después, junto a Rheagar había una mujer limpiando y Griff no estaba en la habitación, eso me puso nerviosa. Alguna parte de mi pensó en ejecutar mi plan de escape, pues era la primera vez en meses que Griff no estába conmigo.
—Oh lo lamento mi lady — dijo la mujer —se ensució de todos esos líquidos, soy Poena.
—No pasa nada — respondí acariciando la suave cabeza con mucho pelo de Rheagar.
—Es un hermoso bebé felicidades mi lady, es muy parecido  al príncipe Daemon — respondió, hice una cada de terror — oh lo lamento mi lady no era mi intención ofenderla, solo pensé que tendría ganas de hablar con alguien.
Note en la expresión de Poena, que ella era genuina.
—Lo es — dije, no había escuchado en voz alta su nombre desde hace meses. Mi mente lo decía todo el tiempo,  pero ninguna otra boca lo había mencionado. Entonces me atreví a preguntar  —¿Has sabido algo de él?
—¿Daemon? si — dijo ella — que han intentado enviar hombres a Dorne sin éxito, así como flotas enteras que mueren en los deciertos. No ah dejado de buscarla mi lady, intento negociar al principio pero dicen que el príncipe, está muy desesperado y molesto. Imagino que por el echo de que no puede venir con su dragón y quemarlo todo. 
Me sentí aliviada de que aún después de nueve meses, siguiera buscándome con tal intensidad.  Mis ojos  se llenaron de lágrimas, pero no deje que  salieran de mis ojos. 
—Gracias por hablarme de esto —  le dije, todo el mundo me negaba noticias de la capital y sobre todo de los targaryen, ningún empleado de la casa, guardia o incluso Griff me dirigía la palabra nunca  — ¿Puedo preguntar porque me dices?
La mujer se encogió de hombros.
—Mi lady, usted está todo el tiempo sola, separada de todo lo que quiere y conoce, es lo menos que puedo hacer — dijo.
Lo pensé por una milésima de segundo, como una mala idea pero paso inmediatamente como un acto desesperado y como el atrevimiento más grande que había tenido en todo este tiempo.
—Puedo pedirte un favor — dije pidiéndole a los viejos dioses que se me cumpliera.
La mujer abrió mucho los ojos.
—Si mi lady lo que usted me pida — repsondio.
—¿Podrías? ¡enviar una nota en un cuervo! — pregunté desesperada, la mujer me vio con tal desesperación.
Sabiendo que era la primera conversación decente y adulta que tenía en semanas que tenía en mucho tiempo.
—Si mi Lady, enviare una carta al amo Daemon.
Sonreí, por qué ella sabía que pasaba.
Tome un papel,  en la carta escribí.
 

D T.
Tengo poco tiempo, está es la primera vez que tengo un segundo sin que mi guardian Griff Hightower de Oldtown. Me vigila cada segundo del día.
Seguramente escuchaste que Odell Martell tendría un hijo y escucharás que esté murio en el parto. Pero ha nacido un varón sano, de  ojos violetas y pelo blanco.
Un bebé Targaryen, Rheagar Sand se ah nombrado.
Por ahora estamos bien,  no se que represalias tomara Umber Martell tras el nacimiento de este bebé.
Sin embargo este bebé es un poderoso aliado de guerra, Umber no podrá tocarlo.
Con todo mi amor.
V S.

Doble rápidamente la hoja y tire la pluma  al piso, y se lo di a Poena que lo guardo  en sus ropas justo antes de que  Griff entrara en la habitación.

—¿Que pasa aquí? — pregunto.
—Mi lady tenía náuseas y la ayudaba — dijo Poena. Griff se encogió de hombros —Quisiera solicitar con lord Odell poder cuidarla durante este tiempo.
—Tendrías que decirle a Odell tu misma — se encogió de hombros nuevamente.

El principe canalla /Daemon Targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora