Sangre y Queso

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Después de unas semanas lady Vhalien, su esposo y su hijo, acompañados de lord Cregan, su esposa y su hijo mayor llegaron a Dragonstone al tiempo que otros lores también llegaban.
Pero al llegar fueron recibidos con noticias tristes, el pequeño príncipe y próximo heredero de drifmark, había muerto junto su dragón Arrax en bastión de tormentas, por nada más y nada menos que el mismo Aemond Targaryen,  sus restos flotaron hasta la costa y entonces todo Westeros se enteró de la cruel muerte del pequeño príncipe, lo que algunos llamaban la primera victoria para los verdes.
Entonces los muros de Dragonstone se llenaron con el furioso eco de los llantos de su madre la reina.
Daemon no pudo decirlo, pero él en sus adentros le había sugerido dar el primer golpe antes de que lo hicieran.
Así que él entro a la habitación de la reina,  dónde ella hacia extendida boca abajo ahogada en su llanto. Levando a su sobrina y la puso sobre la cama.
—Tienes que ayudarme — dijo Rheanyra, entre sollozos — debí hacerte echo caso tío.
Rhaenyra que se encontraba sentada y Daemon parado a su lado, mientras ella puso su cabeza sobre el cuerpo de su tío. Su cabeza quedaba justo en la pelvis de Daemon.
—Hijo por hijo — dijo Daemon, mientras Rhaenyra movía su cabeza sobre el cuerpo de Daemon,  este después de unos momentos ya hacía erecto bajo la cabeza de su sobrina que le acariciaba.
Rhaenyra miro hacia arriba buscándole la cara, comenzó a hacer pequeños círculos sobre su pantalón. Hasta que logro sacarlo del pantalón, y empezó a chuparlo metiéndolo en su boca mientras Daemon sonreía e intentaba no gemir.
Rhaenyra cerro los ojos mientras lo chupaba, Daemon levantó la cara hacia la puerta se veía ligeramente entreabierta y podía ver un vestigio del pasillo. Unos segundos después escucho como se abría, sonrió con terror por pensar que podría llegar a ser Vhalien. 
Pero no lo era, al ver de quién se trataba se sintió más excitado, era Mysaria su ayudante y amante a la que había llamado para ejecutar un plan.
Miro la escena y contempló con excitación la escena, Daemon al verla se puso aún más excitado y tomo la cabeza de Rheanyra con más fuerza para meter su miembro hasta su garganta, la reina no podía ver a Mysaria ya que estaba de espaldas.
Pero ella justo ahí desabrocho su vestido y saco sus senos justo en la puerta para apretarlos con los brazos y mostrárselos al príncipe, mientras Rhaenyra continuaba chupandolo.

A lady Vhalien un maestre de Pentos, le recomendó tomar el aire y la resolana, para sus náuseas del segundo mes. Así que ya hacía en una silla, acolchada sentada a la orilla del mar, a un lado de Alec, quién ya había enjuagado dos veces el valde donde la lady había vomitado.  Ella prefería estar afuera, pues adentro todo era terriblemente melancólico.
—Oh Alec, es una pena que tengas que verme en este estado — dijo Vhalien. 
—Mi lady cuidarla es un placer, cuidarla sabiendo ya sabe — refiriéndose a su hijo en su vientre — es lo menos que puedo hacer.
Era un comportamiento bastante extraño pues los lotes en Westeros no acostumbran acompañar a esa magnitud a sus esposas embarazadas.
—Si pudiera mi lady, la llevaría a la parte más preciosa del mundo a un lugar solitario para que nadie la molestará y yo pudiera masajearle los pies y sostener su cabello — Vhalien se quedó helada sorprendida, mirando a su amado.
Vhalien se sentía afortunada de poder permanecer todo el día con Alec de una manera justificada pues se trataba de su cuidador.
—¿Ser? — dijo Vhalien.
—¿Si mi Lady? — pregunto Alec
—Lo amo — Alec sonrió, mirándole pues era la primera vez que decía que lo amaba.  Vhalien acercó su dedo a él y lo puso sobre su mano. — se avecinan tiempos oscuros ser, me alegra tenerte cerca.
—Vhalien yo siempre te cuidare a ti y a mi hijo — susurró muy lentamente y tan bajo, que solo ella pudo escucharlo.
—Tendremos que esperar sigilosamente en la sombra — dijo Vhalien — el mundo se volverá loco...
—Alfuien se acerca mi lady — dijo Alec.
Lady Vhalien giro la cabeza lady Alyssane con su dama de honor.
—Por los dioses, el señor de la luz ahora te acompaña siempre — dijo Lasy Alyssane, quién tenía a su cargo solo gente que juraba al señor de la luz en secreto, pues lord Cregan no debía saber.
Lady Vhalien le había dicho que ser Alec también le había ayudado y ahora él también servía al señor de la luz. A el le parecía razonable si tenía un hijo a cambio.
—Aproveche para traerte un obsequio — dijo Alyssane, señaló a los brazos de la dama quien cargaba un libro viejo.  Lo extendió a la mano del ser y este lo recibió.
Era un encuadernado negro de piel, con hojas doradas.
—Aqui sabrás todo lo que necesitas saber — dijo ella — yo en tu lugar lo haría, aparentemente ustedes dos le gustan mucho al señor de la luz.
—Lo haremos mi lady — dijo Alec, agachando la cabeza.

Mysaria volvió a Kings landing al día siguiente y llegó dos semanas después, en silencio sin que nadie se diera cuenta.  Antes de su llegada ya había contactado a dos de sus confiables asesinos.
Hablaron cuando llegó.
Acordaron un plan, Sangre y Queso salieron entonces a la mañana después con un plan ejecutado.
Sangre y Queso  eran dos hombres de Flea Bottom, que conocían tanto la fortaleza roja como la propia Mysaria.
Para las 2:00 cuando la reina regente Alicent Hightower se sentaba en su habitación, a leer las sagradas escrituras, y ella pedía especialmente no ser molestada, para que solo media hora después como diario pasaba su hija Helaena llegará con todos sus hijos a escucha en voz alta la lectura de su madre.
Ellos tenían el tiempo tan precisamente medido que llegaron diez minutos antes de que su hija apareciera por la puerta.
La reina regente leía, no hicieron ruido, hasta que Sangre golpeó la cara de Alicent con su puño, Queso corto el cuello de su dama de compañía hasta desprenderlo de su cuerpo de un solo golpe ella ni lo supo. Corto un   pedazo de su vestido  para meterlo dentro de la boca de Alicent para amordazarla, mientras Queso restregaba a su miembro en la cara de la reina, caían lágrimas de sus ojos y sangre de su nariz.
El rey Viserys era un rey, muy querido sin embargo la reina Alicent era otro cantar.
Acomodaron a Alicent de modo que al entrar no se le viera, y ellos se escondieron esperando la entrada de Helaena, quién así entro dos minutos antes de lo previsto, en cuanto ella puso un pie dentro de la habitación, fue empujada por Queso dentro de su habitación, acto seguido cerro la puerta para que entonces no pudiera entrar.
—Hola mi lady, mi lord Daemon manda un mensaje para usted — dijo Sangre mientras el otro acomodaba a Helaena justo como su madre, y a sus tres hijos sobre la cama, Helaena empezó a hacer bastante ruido con su llanto.
—Si continúa haciendo tanto ruido le cortaré el cuello a todos sus hijos ahora mismo, así que callase — dijo él.
Helaena guardo silencio.
—Bien, como decía. El príncipe Daemon manda un mensaje — dijo Sangre — ¿Quiere saber cuál?
Preguntaron a Helaena.
—¿Cuál? — pregunto Helaena en voz baja.
—"Hijo por hijo”  — dijo Sangre.  Alicent comenzó a llorar otra vez, y Helaena también lo hizo solo que desconsolado y en silencio, casi irreal — pero mi lady por ser usted tan buena persona, tiene un privilegio que mi reina Rheanyra no tuvo, ¿Quiere saber cuál?
Helaena lloro más.
—...No por favor a mis pequeños no, manténme en su lugar — dijo Helaena en súplica.
—¿Quiere saber cuál? — pregunto nuevamente levantando la cara de la hija de Helaena.
—¡Si! Dígame cuál — dijo Helaena para que soltara a su hija.
Los hijos de Helaena lloraban también, pero ellos ya estaban amarrados y amordasados cómo Alicent, incluso al bebé Maelor.
—Usted mi lady podrá escoger a quien de sus hijos varones mataremos — dijo Queso sonriendo enseñando los dientes.
Helaena se derrumbó, empezó a llorar.
—No por favor, tomenme  a mí, tomen lo que quieran — chillo —  matenme a mí. A Daemon le dolerá más.
Queso soltó una risita.
—Hijo por hijo mi lady — dijo Sangre — la lectura de la reina acaba en 20 minutos, tiene diez minutos para decidir.
Los siguientes diez minutos, ella lloro tanto cada segundo, perdiendo la cabeza poco  a poco. Suplico, pidió ser asesinada y en su mente pensaba cuál sería su respuesta por mucho que no quería darla.  Mientras Alicent también lloraba, Sangre y Queso reían.
—Se le acabo el tiempo mi lady — dijo — ¿A cual escogió?
—No me hagan esto por favor, matenme a mí — dijo Helaena.
Queso y Sangre rieron.
—Si no escoge mataré también a su hija mi lady — dijo Sangre, y otra vez tomo la cara de su hija.
Haelana chillo, pensó que todos sus hijos ya tenían uso de razón, menos Maelor y quizá eso sería menos duro porque al final de cuentas él no sabía que estaba pasando.
—Al más pequeño — dijo.
—Oiste bebé, tu mamá te escogió para morir — dijo Queso.
—Que gracioso — dijo Sangre.
Queso levando la cabeza del príncipe Jaehaerys tan rápido, que nadie pudo preeverlo, tirándolo de su pelo para alzarlo y le cortó la cabeza de lado a lado, pero no fue rápido como con la dama, se tomó su tiempo en desprender la piel que se hacía jirones y la sangre que se exparcia por todos lados.  Fue lento y doloroso para el niño, hasta que al final su cabeza se desprendió de su cuerpo y sus hombros calleron inertes.
Hijo por hijo.
—Lord Daemon dice que recuerden, que sus camas no los libran de su poder — dijo Sangre.

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⏰ Última actualización: Mar 28, 2023 ⏰

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