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El clima se abrazó a él sin dejarlo ir hasta que estuvo dentro del edificio. Camino más de un par de pasos dentro y se encontró con Catalina detrás del escritorio en el rincón.

Ella pareció escuchar sus pasos y alzó la mirada hacia él, sonriéndole.

—¡Señor Harry! Buen día, el señor Louis lo espera en su estudio —ella señaló hacia el pasillo en donde se hallaba el elevador que lo llevaría hasta allí.

Pero Harry se detuvo en seco. Un poco raro que Catalina no lo detuviera para primero llamar a Louis y preguntarle si podría dejarlo entrar. Aunque, bueno, no iba a quejarse. Podría acostumbrarse a esto.

Le sonrió de regreso y dijo—: Muchas gracias, Catalina —se adelantó un par de pasos más—. Pasaré, entonces —pasó de largo el escritorio—. Buen día.

Ella no dijo nada más. Harry caminó hasta el elevador y entró en él, llegando hasta el piso destinado después de presionar el botón y esperar algunos segundos.

La placa sobre la puerta del estudio relucía frente a sus ojos. Ya se había encontrado con Louis muchísimas veces y, aun así, los nervios comenzaban a aparecer.

Dio un par de leves golpes. La puerta se abrió casi de inmediato, mostrando a un Louis sonriente frente a él, acomodando el flequillo en su frente de manera que no cubriera sus ojos.

—Hey —Louis saludó, al instante tomando la mano de Harry para hacerlo pasar—. ¿Qué tal la comida con tus amigos?

—Hola —le siguió el paso, observando a Louis cerrar la puerta detrás de ambos—. Todo bien, gracias.

—Me alegra —soltó en exhalación, quedándose en silencio durante un par de segundos. Ambos frente a frente.

El estómago de Harry revoloteó apenas al ver a Louis dar un paso más cerca, sintiendo sus labios ser presionados por los ajenos en un suave y pequeño beso; ambas bocas apenas entreabiertas.

Llevó ambas manos al rostro del ojiazul, sosteniéndolo en su lugar durante segundos. Al separarse, los dos mantenían una sonrisa, misma que compartieron al abrir los ojos y observarse con miradas brillantes.

—¿Quieres que ordenemos algo en especial para la cena? —Louis le preguntó, sosteniéndolo por la cintura con ambos brazos.

—Uhm —lo pensó—. No lo sé, ¿tú quieres algo?

—Yo, en realidad, quise invitarte aquí y pasar lo que queda del día juntos —apuntó hacia la televisión encendida—. Habrá un partido de fútbol y pensé que podríamos verlo. ¿Qué te gusta comer al ver fútbol?

—Oh —Harry soltó una risita y se separó un poco más, ahora bajando sus brazos hasta las muñecas de Louis—. Yo realmente no soy mucho de fútbol, sabes. Como, el último partido que recuerdo haber visto con algo de interés fue hace años.

La mandíbula de Louis pareció caer hasta el suelo al decir—: Mierda, debí preguntar. Lo siento, por alguna razón asumí que te gustaba, uhm... —tragó saliva y titubeó en sus movimientos.

—No es que no me guste —Harry lo tranquilizó con el suave toque de sus manos, acariciando hacia arriba y hacia abajo ahora cerca de sus hombros—. Sólo no sé mucho de ello.

—Claro, sí —Louis volvió su mirada a él, relamiendo sus labios—. Podemos hacer algo más. ¿Quieres hacer algo más? El juego puede esperar...

—No, no —Harry intervino de inmediato—. No, Lou, está bien. Podemos ver el partido, está bien —volvió a acercarlo más para peinar su cabello con suavidad—. Me gustaría verte en esa fase, ya sabes, como fanático de fútbol, para ser honesto.

Wet Dream || (LS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora