Wet Dream || (LS)

22

—¿Y después?

—Sólo, uhm... —Harry le contaba a Liam lo sucedido con Louis hacía poco más de una hora atrás mientras mantenía una pose recta para facilitarle el trabajo al diseñador de sus vestuarios—. Sólo, bueno, nos besamos un rato...

—¿Por cuánto tiempo?

—¿Qué? —rio bajito—. ¿Eso importa?

—¡Claro que importa! Si se besaron durante mucho tiempo, puede que ese tiempo lo hayan podido utilizar para hablar aquello, ¿recuerdas?

—Sí, bueno, no fue mucho tiempo... Además, estoy seguro de que esa charla nos llevará incluso un par de horas —resopló, dándose la vuelta cuando Liam le indicó que lo hiciera, dando leves golpecitos en su espalda.

—Bueno, sí —se encogió apenas de hombros—. No te mentiré, recuerdo perfectamente cuántas veces llegué a sentirme así, pensar, más o menos, lo mismo que tú.

—¿De qué hablas? —preguntó—. ¿Pensar qué?

—Bueno, más que nada, el sentirme preocupado por lo que la audiencia pudiera pensar al estar con él —su mirada llena de concentración se mantuvo sobre la costura que realizaba al costado del pantalón—. Lo hablamos y todo fue bien... Sólo, hemos decidido mantenerlo lo más oculto posible del ojo público porque, ya sabes, polémicas, mucha gente bombardeando con demasiadas preguntas, muchas veces muy incómodas. Hemos estado realmente tranquilos.

Pero, ¿de qué habla este hombre?

—¿De qué...?

—Son pocas las personas que saben que Zain y yo estamos juntos —soltó sin más, alejándose para observar a Harry a la cara con una leve sonrisa.

Y Harry, bueno, a él casi se le salen los ojos al escucharlo.

No respondió al instante, permitiendo que aquello que Liam pronunció se asentara por completo en su mente, quedándose quieto para poder analizarlo.

—¿Tú y...?

Entonces, recordó el viaje a Nueva York. Recordó a Liam pidiéndole que no dijera nada acerca de que se lo topó en el avión, porque seguramente fue allí para acompañar a Zain todo el tiempo...

Incluso recordó el paseo a las cabañas y la vez que Zain entró al estudio de Liam en medio de una de sus pruebas de vestuario, diciéndole que habían olvidado algo de ropa allá.

Más obvio no pudo ser y él simplemente no lo captó.

—¿Sorprendido? —Liam preguntó, hablando en serio, frunciendo el ceño y observándolo todavía a los ojos.

—¿Que si estoy sorprendido? Quiero decir, sí, claro que lo estoy, como...

—Creí que no lo estarías —dijo—. O, bueno, al menos no tanto. Ya sabes, me has encontrado varias veces entre algunas situaciones que, con facilidad, pudiste haberlo descubierto, pero veo que eso no te cruzó por la cabeza siquiera —una pequeña risa se escapó de sus labios.

—De hecho no, ni siquiera lo llegué a pensar... —sus ojos se abrieron un poco más, mirando al castaño frente a él—. Dios, espera —cerró los ojos y sacudió la cabeza—. Tú y Zain están juntos —dijo más para sí mismo, con el peso de la frase cayendo en él con todavía más claridad.

—Sí, estamos juntos —repitió él, con una enorme sonrisa.

—Pero, ¿desde cuándo? Quiero decir, si gustas decirme, claro...

—Por supuesto que te diré, Harry —continuó en su labor, rodeando el cuerpo del rizado para seguir con los últimos detalles—. Llevamos juntos poco más de un año.