Wet Dream || (LS)

28 (Final, parte 1)

La humedad en su rostro había aumentado porque, además de no haber cesado sus lágrimas, la leve lluvia apareció, cayendo con suavidad desde lo alto del cielo.

Harry tragó grueso, cerrando los ojos y permitiéndose sentir el frío de la brisa contra su rostro. ¿Qué iba a hacer sin Louis todo este tiempo? No dejaría de pensarlo, no dejaría de extrañarlo y eso no se convertiría en más que una dolorosa y constante tortura para su corazón, para lo que siente por él.

Pero, tal vez, más vale que sea algo a lo que tenga que ir acostumbrándose, porque no sabe cuándo va a volver a verlo.

¿Y si es nunca?

—¿Harry? —el ruido de unos pasos aproximándose y esa voz casi nada lejana llegó hasta sus oídos.

Se irguió lo más recto que pudo en su lugar abruptamente, y llevó los dorsos de sus manos hasta sus mejillas y ojos, intentando borrar las lágrimas que continuarían saliendo.

Carraspeó antes de responder. —¿Sí? Aquí estoy —mencionó, intentando hacer saber dónde se encontraba; reconoció al instante que era Taylor de quien se trataba.

La rubia llegó hasta él después de haber pasado la gran muralla de separación que eran los baños. Ella lo observó con un semblante lleno de preocupación en cuanto estuvo frente a él.

—¿Todo bien? —se acercó—. Las gotas de lluvia están cayendo heladas, ¿por qué no vienes?, podrías enfermar.

—Estaba... —pasó saliva con dificultad, sintiendo su mente ser despejada de a poco, librándose del alcohol que hubo consumido— hablando con Louis —para esto su voz se tornó más baja y reflejó lo triste que se encontraba.

—Oh... —hubo sólo un par de segundos en silencio entre ambos—. ¿Estás bien? —preguntó Taylor después, caminando hasta llegar a su lado—. ¿Qué pasó?

Harry miró hacia arriba para verla desde su lugar, negó y decidió responder eso después. —Quiero volver —dijo, haciendo un ademán de cabeza en dirección a donde el ruido de toda la música provenía—. Quiero estar con Gemma y verla feliz. Casi nunca estoy con ella, sólo... —sorbió la nariz—. Vamos de vuelta, ¿sí? Después les hablo de eso —sonrió con labios apretados, muriéndose por dentro al querer contarles, pero esperaría a que ese día de festejo para su hermana terminara.

—Claro —asintió, posando una mano en el hombro ajeno y animándolo a levantarse para volver juntos a la fiesta—. Vamos —le sonrió, llevándolo con ella.

Harry se aferró al agarre de su amiga durante segundos, mismos que le sirvieron de mucho al pensar en ella y Niall escuchándolo más tarde, sabiendo la tranquilidad que ellos podrían brindarle.

Llegaron a sus lugares bajo los toldos, con Harry formando sonrisas de vez en vez al ver a Niall cargando sobre sus hombros a una chica, compitiendo con otra pareja en las mismas posiciones y bailando como si fuera el último día de sus vidas.

—¿Y ella es? —preguntó, inclinándose hacia Taylor.

—No lo sé, todavía no estaba con ella cuando fui a buscarte —se encogió de hombros—. Ese chico conecta fácilmente con cualquier persona.

Harry dio un suspiro y observó a su hermana al otro lado del lugar terminando la charla con un par de chicas que seguramente eran algunas de sus amigas. Intentaría estar con ella y para ella ese día. También intentaría que el vacío en su pecho no se agrandara cada vez más con el paso de las horas.

Intentaría que el vacío en su pecho no se agrandara cada vez más con el paso de los días sin Louis a su lado.

Gemma lo vio desde donde estaba y lo saludó con un movimiento de mano. Ella le hizo una señal, indicándole que se acercara. Harry así lo hizo y llegó a su lado, siendo llevado por la suavidad de su toque hasta el centro de la pista. Ambos bailaron y disfrutaron de sus carcajadas compartidas por un buen rato, notando que fue mucho cuando el cielo a su alrededor se notaba ya completamente oscuro.