Wet Dream || (LS)

28 (Final, parte 2)

Harry se removió entre la calidez de las cobijas y la misma que ese cuerpo abrazándolo le brindaba. Aspiró con suavidad, sus fosas nasales recibiendo por completo el aroma suave de lavanda proveniente de la base del cuello de Louis.

Para cuando abrió los ojos, se encontró con la vista que todos esos anteriores días anheló. Su amor ya lo esperaba despierto, mirándolo con completa devoción en medio de una suave sonrisa.

—Buenos días, amor —Louis saludó, bajito, llevando una mano hasta los rizos de Harry para acariciar ahí un par de veces, regresándola después a rodear la cintura del contrario y descansarla en su espalda baja.

Harry sonrió con labios levemente apretados, mostrando sus hoyuelos y suspirando. Con el dorso de una de sus manos talló ambos ojos con ligereza, carraspeando con suavidad antes de responder:

—Buenos días —se mantuvo mirándolo a los ojos, después recorrió todo su rostro y al llegar a posar su vista en sus labios, se acercó, depositando ahí un casto y corto beso; el ruido que sus bocas causaron al separarse resonando en toda la habitación.

—¿Qué tal tu noche?

—Mejor que nunca —escondió su rostro en el cuello de Louis, disfrutando de cada una de sus respiraciones. Besó su punto de pulso—. Te amo.

Louis llevó una mano hasta la parte posterior de su cabello y besó justo en su frente, inhalando la dulzura del aroma que Harry obtuvo después de la ducha que tomaron juntos por la madrugada.

—Te amo.

—¿Qué deberíamos hacer hoy? —colocó su rostro frente al de Louis para poder mirarlo a los ojos—. ¿Tienes algún pendiente por atender?

—Quiero estar contigo todo el día, ¿qué opinas?

—¿Estás seguro?

—Sí, sí—mantenía en su rostro una leve sonrisa—. Terminé por ahora lo que tenía que hacer. Grabamos incluso tres canciones más —alzó levemente su nombro derecho—. Ya sabes, me sentía realmente inspirado.

—¿Después que sigue?

—Seguir escribiendo —asiente un par de veces mientras continúa—. Las demás grabaciones continuarán después. Decidimos tomar un descanso y luego volver.

—Bien —Harry asintió con lentitud, mirando a sus ojos, luego a la punta de su nariz y después a sus labios, terminando en acercarse para plantarle un pequeño beso otra vez—. Es una canción hermosa, Louis, de verdad. —Sonrió amplio—. Lloré en frente de todos en la reunión, amor, me hiciste llorar con eso.

—¿Es eso bueno o malo?

—Es hermoso —besó su cuello después de haber ocultado ahí su rostro—. Gracias —dijo, resoplando una pequeña risa—. Dios, ni siquiera siento que darte las gracias así sea suficiente. Es un detalle enorme y muy lindo y yo...

—Me diste la inspiración para crear algo así —besó su frente—. Quien tiene que agradecer soy yo.

—¿Cómo puedes ser tan lindo?

En silencio, repasó en su mente cada verso de esa canción; Louis se expresaba de él de una manera que le hacía ver que, en definitiva, lo suyo era recíproco y muy real.

—¿Cómo puedes tú ser tan lindo?

Harry sólo sonrió tímido ante su respuesta, pensando qué podría brindarle él a Louis, teniendo ganas de hacerlo...

¡La pintura!

¡Por supuesto!, tan fácil como eso. Sonrió todavía más, acercándose a él para pasar un brazo sobre su torso y poder abrazarlo con firmeza y comodidad.