Wet Dream || (LS)

12

Su mente era un lío allí mismo, con Louis mirándolo a través de unos ojos bien abiertos y cejas alzadas.

—¿Crees que soy lindo? —El castaño se inclinó hacia adelante, colocando su barbilla sobre el puño del brazo que recargó en la mesa.

Harry mordió su labio inferior y escondió el rostro detrás de las palmas de sus manos.

—Crees que soy lindo —Louis cambió el anterior tono de pregunta a una afirmación, misma que obtuvo gracias al observar las acciones de Harry.

Harry asintió en respuesta.

Harry siempre había pensado aquello; Louis era muy lindo ante sus ojos, demasiado atractivo.

Lo que jamás llegó a imaginar fue que estaría diciéndoselo de frente alguna vez.

Lo que jamás llegó a imaginar fue, además de pensar que Louis es lindo, el comenzar a sentirse así estando con él; algo completamente diferente.

—Ven aquí —escuchó a Louis hablarle de nuevo, seguido del ruido de una silla siendo recorrida.

Harry alzó la vista, descubriendo su rostro y observándolo frente a él, tendiéndole la mano para tomarla. Harry aceptó y se puso de pie, empezando a seguir el paso de Louis de regreso al baño.

Después de adentrarse al cuarto, el ojiazul lo tomó de frente por la cintura y lo posicionó de espaldas al lavamanos.

—Sólo espera ahí —le pidió para luego él darse la vuelta y caminar hacia la bañera.

Harry observaba cada uno de sus movimientos con determinación; el apenas perceptible indicio de una sonrisa maravillada queriendo instalarse en su rostro.

La espalda de Louis se mostraba tan perfectamente receptora de sus caricias. Los músculos se movían debajo de su piel y Harry no podía apartar los ojos de él.

El mayor se volvió a él de nuevo y fue hasta allí que Harry pudo reaccionar. Louis se acercó a él después de haber abierto las llaves para comenzar a llenar la bañera al borde, tomándolo suavemente por los costados de sus caderas para deslizar con lentitud sus dedos sobre la tela de la sábana que aún se abrazaba a sus cintura.

La desprendió de su cuerpo para dejarla caer al suelo. Harry lo observó deshacerse de los shorts que vestía para ambos volver a quedar expuestos ante los ojos del otro.

Louis tomó su mano y lo llevó a la bañera, pero Harry se detuvo al par de pasos. La incómoda sensación del semen seco entre sus piernas lo hizo fruncir el ceño; se había olvidado de ello. Además, recordó que su propia esencia se había derramado en la pared cuando el clímax lo alcanzó.

—Espera —le dijo, tomando un trozo de papel y humedeciéndolo con el agua del lavamanos para dirigirse hacia la plasta de su semen que se hallaba impregnada en la pared de un costado. Rio por lo bajo, seguido por Louis—. Listo. —Lanzó el papelillo a la basura y volvió a tomar la mano de Louis; tal vez no era necesario, pero el toque se sentía bien sobre su piel.

El castaño fue el primero en entrar, sentándose con la espalda tocando un costado de la bañera; el agua cubría hasta poco más arriba de su pecho. Cerró las llaves y extendió sus manos hacia Harry, instándolo a entrar con él.

Harry lo hizo. Las piernas de Louis se abrieron y justo allí fue su lugar. Cuando se sentó frente a él, su espalda estaba en contacto con el pecho ajeno.

Tan pronto como dejó a su musculatura relajarse —además de que era algo últimamente normal estando con Louis—, el aliento cálido y reconfortante del contrario llegó a la base de su cuello.