Con Milo y Mystoria.
Mystoria: la relación con tú padre nunca fue a mejor. Te podría decir que... obligué a tú padre a casarse conmigo - dijo para después ver a Milo.
Milo: ¿Cómo que lo obligaste?, ¿a que te refieres? - preguntó confundido mientras vio al mayor suspirar.
Mystoria: cuando éramos jóvenes y ambos estudiábamos, me enamore de él y se puede decir que me volví obsesivo con él por este amor que decía sentir por él, el problema es que tú padre no sentía lo mismo por mí... pero desgraciadamente yo no lo vi así, por lo cuál decidí secuestrarlo y tenerlo encerrado en el sótano de mi casa.
Milo: ¿Que?... ¿por cuanto? - preguntó sorprendido.
Mystoria: hasta que tú naciste...
Milo: ¿Que?, ¿pero cómo? - pregunto mientras Mystoria lo vio con algo de pena.
Mystoria: como sabes esta casa es mía, trabaje muy duro para poder tener dinero y comprarla, por lo cual después de haberla comprado droge y traje a tú padre aquí por un aproximado de cinco años... en los cuales traté de enamorarlo y tuvimos alguno que otro encuentro en los cuales como producto del mismo viniste tú. Durante esos meses pagué a un amigo que sabia de mi secreto para que alimentará a tú papá para evitar tener contacto con él, pero nunca me espere que el desgraciado lo dejara salir para cuando yo te estaba dando a luz, cuándo pude reaccionar él ya estaba con nosotros, se veía muy feliz por conocerte y total que hizo un montón de promesas dijo que estaría siempre con nosotros, que formariamos una gran familia y bla, bla, bla... al final caí como un completo idiota, jamás me espere que todo sería una trampa, tarde tres años pero al final me enteré que se había relacionado con la madre de tú hermana y ella había muerto durante el parto por lo cual decidí quedarme con ella ya que no podría darte otro hermanito aunque quisiera, tú padre no me lo permitiría - dijo para después ver a su hijo que lo veía en silenció - espero que no me odies por esto Milo. Realmente no lo soportaría - Milo por su parte suspiró, vaya su vida realmente era una completa desgracia.
Mystoria por su parte trato de acercarse a él, pero fue detenido por el sonido del timbre de su casa, por lo cual decidió ir a abrir la puerta mientras su hijo pensaba, pero grande fue su sorpresa al ver que el que se encontraba en la puerta era un compañero de trabajo de su esposo.
Izo: buenas noches Mystoria - saludo sonriendo.
Mystoria: buenas noches Izo, ¿que te trae por aquí? - preguntó con una sonrisa.
Izo: vaya sorpresa, pensé que me preguntarias por tú esposo.
Mystoria: no lo necesito por ahora, pero ¿que te trae por aquí hoy?
Izo: vine por Milo - dijo mientras entraba a la casa.
Mystoria: ¿por Milo?, ¿y para que? - preguntó.
Izo: realmente no creo que te interese saberlo - respondió él con una sonrisa.
Mystoria: Izo, respeto mucho tú trabajo y el de mi esposo, pero Milo es mi hijo y él no tiene porque estar involucrado en su trabajo, es apenas un niño, déjenlo en paz por favor.
Izo: Mystoria, te quiero mucho y lo sabes, y es por eso que jamás dejaría que algo le sucediera a tú pequeña bendición, sin embargo ahora es él único que puede ayudarme - suplico él.
Mystoria: estoy realmente alagado la verdad, pero Milo no puede ahora - dijo para después escuchar a Milo bajar.
Izo: Milo... justo al que quería ver ahora - dijo sonriendo.
Milo: ¿Que pasa? - preguntó.
Mystoria: nada, es solo Izo quien vino por unas cosas pero ya se iba.
Izo: Milo necesito que vengas ahora conmigo - dijo mientras él menor lo vio serio pero su mirada se ensuavizo para después ver a su madre él cuál le dijo.
Mystoria: no tienes que ir si no quieres hijo.
Milo: tranquilo voy estar bien lo prometo - dijo sonriendo para después bajar a dónde se encontraban los mayores e irse con Izo mientras Mystoria no estaba tan seguro de aquello.
Una hora después.
9:00 PM
Écarlate entraba a casa, la cuál estaba en silencio, suspiró para después dejar sus cosas en el sillón y subir a la segunda planta donde se encontraban las habitaciones, donde antes de ir a la suya reviso la de sus hijos, Saori estaba dormida en su cuarto por lo cuál solo suspiro para después dirigirse a la habitación de Milo, la cuál encontró vacía gruñó molesto y aún sabiendo la respuesta decidió ir a preguntar a Mystoria quien terminaba de leer el mensaje que Izo le había enviado.
Écarlate: ¿Dónde está? - preguntó serio.
Mystoria: no sabia que estabas aquí, ¿que tal te fue con tú nuevo amante? - preguntó sin darle la cara.
Écarlate: ¿ya vas a empezar? - preguntó molesto.
Mystoria: no se porque me molesto porque no seas honesto por una maldita vez en tú vida - dijo molesto.
Écarlate: no haz respondido a mi pregunta Mystoria, ¿Dónde está Milo?
Mystoria: ahora resulta que si te interesa - dijo riendo sarcásticamente.
Écarlate: ¡Maldita sea Mystoria!. ¡Izo se lo llevó! - gritó.
Mystoria: le dije que no se lo llevara, pero no hizo caso...
Écarlate: yo hablaré con él. Perdón por venir a molestarte - dijo para después irse de ahí mientras Mystoria suspiró.
Mystoria: ten dulces sueños Milo - susurro triste. Para después levantarse a apagar la luz y acostarse en su cama.
Mientras tanto.
Con Dégel y Kardia.
Dégel se encontraba leyendo un libro, o eso intentaba hacer, Kardia quien no se encontraba durmiendo aún noto eso y se sentó en su cama para después ver a su esposo.
Kardia: ¿que tienes Dégel? - preguntó mientras el peli verde se quito las gafas que tenía y vio a su esposo.
Dégel: perdón te desperté...
Kardia: No, no me despertaste tranquilo. Pero, ¿que es lo que te preocupa? - preguntó.
Dégel: no es nada.
Kardia: Dégel cariño hemos vivido juntos por veinte años y obvio se que te sucede algo - dijo él mientras el peli verde solo sonrió de forma triste, para después abrazarlo.
Dégel: Perdóname - dijo él.
Kardia: ¿por qué? - preguntó confundido.
Dégel: por todo, si hubiera tenido un poco más de cuidado nada de esto hubiera pasado - dijo él.
Kardia: nada de esto es tú culpa. Ninguno de nosotros tiene la culpa de lo que a pasado, Krest es el único culpable sin motivo de todo esto - le dijo para calmarlo mientras Dégel solo asintió.
Continuará.
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El club de los incomprendidos
FanfictionUn grupo creado, con diferentes personas con formas de pensar y conducta confusa, de muchos géneros y muchos gustos. el club de los incomprendidos seguirán juntos hasta que los lleve la fregada :D Esa fue la promesa que todos aquellos jóvenes se ha...