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Había pasado una semana y nadie tenía rastros del pelimorado. NamJoon se encontraba buscando por cielo y tierra, por debajo de las rocas y por encima de las nubes. Tenía a todo el departamento de policías buscando a su amado, pero por más que lo intentaban, Jinnie no aparecía por ningún lado.

SeokJin estaba feliz de que el clon hubiera desaparecido. Llegó a pensar en que tal vez Ken lo había raptado pensando que era él y eso en parte le aliviaba, pero por más feliz que estuviera, no le gustaba ver así a NamJoon…

Golpeó con sus nudillos la puerta de la habitación, más no recibió ninguna respuesta, pero aún así se dió libertad de entrar al cuarto. NamJoon estaba acostado sobre la cama, con una pijama de dos piezas. Su rostro mostraba grandes ojeras, lágrimas desbordadas, las cuales ahora de encontraban secas, labios rotos y  una mirada completamente perdida.

Le dio tanta pena ver a NamJoon en esas condiciones. Ese no era su NamJoon y por más que odiara a ese clon, él era el único que podía hacer que NamJoon fuera el mismo otra vez

Caminó lentamente hacia la cama, donde decidió sentarse a la orilla de esta, para después mirar detenidamente al de tez morena.

—Me quiero morir…—Soltó, provocando que su voz se quebrara y sonara apagada.

—No digas eso, NamJoon. No es para tanto, vas a ver que lo vamos a encontrar y que-…—Se detuvó al ver como el mencionado se sentó para verlo y no de una forma agradable.

—¿Qué no es para tanto?—Lo miró fríamente, mientras hacia una mueca de desagrado.—¡Le grité! ¡Discutí con él y todavía fuí tan estúpido de dormir en otra habitación!—Cerró sus ojos, deseando no recordar aquel momento.—Si tan sólo hubiera permanecido en esta habitación…Nada de esto estuviera pasando.

—N-no sé que decirte…—Desviando su mirada.

—Te preferí antes que a él…—Musitó, haciendo lo mismo que SeokJin.—Soy un completo idiota…

SeokJin entendió que NamJoon no hablaría más cuando nuevamente pegó su cabeza a la almohada y su mirada volvió a perderse en la nada.

El pelirojo guardó silencio, ya que no sabía que decir. Se había puesto algo triste al escuchar que NamJoon se sentía estúpido por haberlo preferido a él que al clon, pero en realidad no podía hacer nada, ya que él había preferido a su amante antes que a NamJoon.

De un momento a otro, el teléfono de NamJoon comenzó a vibrar, pero este continuaba perdido en sus pensamientos. SeokJin se apresuró a tomar del celular del mueble de noche, para después contestar antes de que se terminara el tiempo definido.

—¿Bueno?

¿Por qué tienes el teléfono de NamJoon?—La voz de Suga, el amigo de NamJoon, se hizo presente del otro lado de la línea y esto provocó que SeokJin entornara sus ojos.

—Él no contestará, así que si tienes algo que decir, tendrás que decírmelo a mí.

Tengo que hablar personalmente con él, no con su sirviente.

—Ja, ja, que gracioso.—Fingió reírse, para después volver a su tono serio.—Ya te lo dije, NamJoon no quiere contestar…

—Ponlo en altavoz.—Ordenó el pelimenta y SeokJin obedeció a regañadientes.—¡Hey imbécil, levanta tu viejo trasero y vístete! Encontraron a tu esposo.—Al mencionar estas palabras, NamJoon inmediatamente le quitó el teléfono a SeokJin, para después levantarse y caminar de un lado a otro.

—¿Cómo está? ¿Está bien? ¿Dónde lo encontraron? ¿Puedes pasarmelo?—Un silencio se instaló del otro lado de la línea y eso alarmó a NamJoon.—¡Contesta maldita sea!

Es mejor que vengas ya…

—Ya estoy en camino.—Avanzó hacia la salida, pero SeokJin lo detuvo.

—¿Te irás en pijama?

—La pijama es lo de menos, tengo que ir a buscar a mi esposo…

Sin más, se fue. Dejando a SeokJin solo en la habitación, dándose cuenta de que NamJoon amaba ciegamente al pelimorado. Y entonces se preguntó si de ese modo lo había amado a él…Pues nunca había valorado verdaderamente el amor que le ofrecía NamJoon.

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Su amigo, quien aún se mantenía en la línea, se encargó de guiarlo hasta el lugar.

Al momento de llegar, pudo notar un establo abandonado a las afueras de la cuidad. Bastante tenebroso e inquietante. Pero no hubo tiempo para contemplarlo con detalle, ya que salió corriendo de su camioneta hacia el edificio.

El lugar se encontraba rodeado de patrullas, presa, ambulancias y un helicóptero. Estaba rodeado con una cinta amarilla policiaca, de la cual su amigo, Suga, había salido. Entonces NamJoon se apresuró a correr hacia el pelimenta.

—¡Suga! ¡¿Dónde está?!—Preguntó con desesperación, al mismo tiempo que dirigía su mirada a todas partes.

—Fue encontrado en el establo, atado en una silla…Pero afortunadamente pudimos atrapar al responsable.

—¡¿Dónde está ese hijo de perra?! ¡Lo mataré!—Exclamó molesto, al mismo tiempo que se proponía encontrarlo, pero Suga lo tomó bruscamente de la playera para detenerlo y luego lo miró seriamente.

—Ya nos haremos cargo de él. Pagará por lo que ha hecho, eso es seguro.—Lo soltó una vez que NamJoon asintió.—Ahora hablemos de Jin…—NamJoon prestó suma atención. Ni siquiera un ovni pasando por ahí sería capaz de distraerlo.—Él está en muy malas condiciones…Está deshidratado, no ha tomado agua en días, mucho menos comido. El muy imbécil se atrevió golpearlo hasta que su rostro quedó hinchado y llenó de sangre…Y mejor no hablemos de su cuerpo…Sé que no es fácil escuchar esto, pero por favor no cometas idioteces ahora, Jin te necesita más ahora que está luchado por su vida…

NamJoon no podía creer lo que escuchaba. Con sólo imaginárselo su corazón dolía y mucho, se sentía culpable…

—¿P-puedo verlo?—Musitó en medio de sollozos.

—¿Seguro que quieres hacerlo?

—E-es mi esposo…Necesito hacerlo.

—Bien…—Tragó difícilmente, para después guiar a su amigo hasta donde se encontraba la ambulancia.

Su Jinnie estaba postrado en una camilla. Su rostro era irreconocible y más aún con las vendas que los paramédicos se habían encargado de ponerle. Estaba pálido y delgado…Realmente se le partió el corazón al verlo así y hubiera sido mejor si se hubiera negado a verlo, ya que al posar su vista en su mano izquierda, aquel anillo resplandecía en esta y al no soportar más, rompió en llanto.

—¡Jinnie! Cariño, que te hizo ese bastardo…—Se aproximó hasta él, para mirarlo detenidamente y llorar a su lado.

Siempre había creído que su esposo era de porcelana por su blanquecina piel, pero al verlo en esas condiciones realmente creía que su esposo era de porcelana, ya que tenía miedo de tan sólo tocarlo, pues creía que este se podía quebrar.

—Prometo que me voy a vengar, Jinnie. Lo juro mi amor…—Musitó sobre la mano de su esposo, la mano donde se encontraba aquel anillo de compromiso.

La ambulancia no perdió más tiempo y emprendió su ruta hacia el hospital, para poder atender al pelimorado. NamJoon se mantenía a su lado en todo momento, mientras juraba que no volvería a dejarlo solo, pero Jinnie no podía escuchar su voz ya que se encontraba inconscientemente.

꧁♡CLONANDO AL AMOR ♡꧂ [KNJ & KSJ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora