꧁♡CLONANDO AL AMOR ♡꧂ [KNJ & KSJ]

🌸Epílogo🌸

Los meses para Suga pasaron muy rápido, como un abrir y cerrar de ojos.

Después de tanto tiempo, el otoño por fin había llegado. Una fecha que el pelinegro detestaba y no tanto porque las hojas de los árboles comenzaban a caer de estos, sino porque era la estación que le había arrebatado a su mejor amigo...

Y ahora, se encontraba de pie frente a la tumba de aquel que había apreciado como a un hermano. Cada semana, sin falta vistaba la tumba de su amigo, deseando que desde el más allá este lo escuchara.

Pero a pesar de que ya había pasado un año desde aquel suceso, él seguía sufriendo como si acabara de pasar...

-Hola...-Susurró, hacia la tumba que tenía escrito sobre ella: "Kim NamJoon" "Un gran empresario y un esposo de ensueño"-Soy yo...Otra vez...-Musitó.-¿Sabes?, No me molestaba visitarte en tu oficina, en realidad era mejor y menos deprimente...-Rió un poco, para evitar que las lágrimas salieran de sus ojos.-Así podría abrir la puerta de golpe y recibir un regaño tuyo, ja, ja...-Volvió a reír un poco, para después suspirar.-Puede que suene loco, pero te extraño muchísimo, idiota...-Sollozó, soltando por fin todo aquello que traía guardado en su pecho y que sólo podía liberar cuando se encontraba frente a la tumba de su amigo.

Todo comenzó con la muerte del pelimorado.

Todo sucedió tan rápido que nadie supo como murió, más que el mismo NamJoon. Quién a los días comenzó a presentar graves síntomas de depresión. Suga trataba de reanimar a su amigo al ir diario a la mansión, pero por más que lo intentara, este no mejoraba.

Sólo bastaron dos meses para que NamJoon se diera cuenta que no podía seguir sin su esposo.

Por otro lado, en cuanto el clon falleció, SeokJin se fue de la mansión, como había prometido y nadie supo más de él. A excepción de Suga, quien mantenía contacto con él y le enviaba dinero cada que lo necesitaba, porque SeokJin no se la estaba pasando muy bien que digamos. Era padre soltero y tenía que trabajar tiempo completo para poder darle lo necesario a su hija. SeokJin apreciaba cada momento en la infancia de su pequeña, y temía que con el pasar de los años esta hiciera preguntas realmente difíciles de responder, como: "¿Dónde está mi otro papá?" Claro que SeokJin no se lo diría, no quería que su hija se avergonzara de saber que su padre estaba en una cárcel para psicópatas. Pero sabía que algún día lo tendría que saber, y también se enteraría de todas las estupideces que había cometido, para ese entonces su hija ya tendría uso de razón y eligiría perdonarlo u odiarlo de por vida.

—Todo sigue igual...—Musitó, al tiempo que sorbia su nariz.—La mansión está fría y sola, no hay nadie, más que Hoseok, ja, ja...ese mayordomo...—Sonrió con una sonrisa melancólica.—A pesar de todo sigue ahí, como te lo prometió...—Carraspeó un poco.—Emh, SeokJin sigue igual, ya sabes, teniendo problemas económicos. Su hija ya está muy grande, bueno, tiene un año, pero yo la veo muy grande. Es muy bonita, se parece mucho a SeokJin, y a Ken, sólo espero que no saque el desorden mental de Ken, ja, ja...—Carcajeó un poco, pero calló de inmediato, pues deseaba que su amigo riera con él, como en los viejos tiempos.—En realidad, aunque todo sigue igual, ya nada es lo mismo sin ti...Aunque me haya hecho cargo de algunas de tus empresas, sus ganancias no han sido las mejores y es que ¡Soy un abogado!, No un empresario, NamJoon.—Bufó, sintiendose frustrado de no poder hacer que las empresas de su amigo tuvieran buenas ganancias.—Pero a pesar de todo, estoy cumpliendo con tu última voluntad, todos lo hacemos…Y, eso es lo que importa, ¿No?—Soltando un largo suspiro.

Se arrodilló, sintiendo las hojas secas crujir bajo sus rodillas. Dejó el ramo de flores que cada semana le llevaba, para después tomar el ramo seco que le había dejado la semana anterior. Posteriormente, se reincorporo y tomó el ramo seco entre sus manos.