¿El amor? El amor se siente bien.

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// Instituto, humanos, niños (10-11 años). Narrado en primera persona, calificación máxima: 20, Nightmare = moreno, Cross = trigueño. //


A veces me preguntaba, “¿Cómo se siente el amor?”

¿Era dar rosas? ¿Era dar chocolates?¿Era dar algún tipo de obsequio a esa persona? ¿Era dar un anillo?
Parecía algo tipo: “Te regalo "x cosa" y eres mi pareja”

¿Pareja? ¿Hay algún significado para eso?

Mamá siempre decía:
Pareja es la persona que amas con toda tu alma y darías lo que fuera por esa persona para verla feliz. Pareja es la que se preocupa por ti y quiere verte sonreír nuevamente.

Pero al final nunca comprendía, y sólo asentía para que no se enojara que no haya entendido.
Apenas tenía 10, ¿qué entendería yo a esa edad?
A esa edad debería concentrarme en estudiar y sacar buenas calificaciones. Tarea fácil.

Pero ya no fue tarea fácil cuando él ingresó, ¿saben que fastidioso es ser todos los años primer puesto en calificaciones para que un niño venga de la nada y te arrebate ese puesto? ¡Demonios! Eso sí enojó a mi mamá, tanto que me había quitado todo tipo de diversión; televisor, celular, radio e incluso mis juguetes.

Y me repetía:
¡Estudia! ¡Estudia para que algún día seas mejor que yo! ¡Estudia! No llegué aquí para ver a mi hijo derrotado por un estúpido.

No la iba a decepcionar, claro que no, y me esforcé, me sobre exigí, pasé horas sin dormir, trabajé duro en proyectos y apenas lo pasé en notas, nuevamente fuí primer lugar… a las justas, y era claro que mi mamá ni una sonrisa me mostraba.

Una noche mientras llegaba del colegio, mamá se puso a ordenar mi cuarto y vió una de mis notas las cuales mantuve oculta, ya que digamos que esa calificación no era tan buena, ¡Invadió mi privacidad! Pero vamos, no le podía reclamar, sólo era un niño.

— Nightmare, explícame, ¿Cuándo fue esto? – reprochó teniendo en sus manos aquella hoja con un número en una de sus esquinas; (09) –

— ¡Mamá! Ese, no es mío, un compañero puso mi nombre en su exámen y cuando entregaban las notas agarró mi verdadera hoja y- – dije, pues, tanto sentido no tenía y mejor me callé. –

— Es tu letra. Así que dime, ¿cuándo fue? – dejó la hoja en la mesa y me miró con unos ojos amenazantes. –

— La semana pasada. Fue un exámen de Geografía. – respondí lo que tanto anhelaba mi madre escuchar. –

Fue uno de los peores día que tuve, después de haber mencionado “exámen”, hubiera preferido no haber dicho eso, pero al fin y al cabo se iba a dar cuenta que era uno.
Y lloré como un niño normal de su edad lo haría, porque estaba bien, estaba bien llorar, estaba bien desahogarse, estaba bien dejar salir tus emociones a esa edad, estaba bien expresarse.

Quién diría que en esa hermosa y amable sonrisa se podría esconder aquella aterradora mujer con puños hambrientos de golpes…
Y era lo que más temía en toda mi vida.

Capaz se veía mis moretones en mi cuerpo y por eso los demás niños me decían: ¿Cómo te lo hiciste? ¿Te pintaste?
Y era obvio que mentiría.

Supongo – salía de mi boca débil y triste. –

Y a esa edad, todos no entendían aquel tono, y para mí era mejor que no entendieran, me ahorraban tiempo.

— ¡Nightmare! ¿Qué tal compañero? ¿Te encuentras bien?

Escuché de una voz algo grave, pero suave. Preocupado e intrigado.

#15 || ❌Cortos CrossMare/NightCross🌑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora