#15 || ❌Cortos CrossMare/NightCross🌑

Ojos || ♡︎

Sin sentir pasar el tiempo, ya habíamos llegado al primer año de nuestra relación, y como era de esperarse tal vez, me olvidé.

Simplemente tenía muchas cosas en la mente, estaba alborotado por tanto trabajo en la universidad, no me importaba en lo absoluto mis amigos y mi pareja siquiera.

No estoy orgulloso de eso, pero siempre había sido una persona responsable y cumplida, sin dejar una tarea pendiente. Aquella semana se habían presentado diversas actividades (exposiciones, proyectos y demás).

Aunque lo haya olvidado, tenía mis razones, ¿por qué Cross no comprendía eso? Estábamos en diferentes salones, ¡debería entenderlo!

No sabía cómo sentirme, tenía todas las emociones revueltas; enojo, frustración, miedo, duda, tristeza, alivio… ¿qué expresaba ante los demás?, mi emoción más fuerte y dominante, enojo.

Enojado por haber olvidado el aniversario y enojado con Cross por no entender mi situación.

Habían pasado dos días y ni la maldita mirada me había dirigido. Teníamos que hablar.

──¡Oye, Cross! ─exclamé cuando estaba saliendo de mi salón, lo tomé de la mano.

──¿Qué quieres?

──Hay que hablar ─mencionaba, con una voz cortante y directa.

Sentí el escalofrío que recorrió por su débil mano.

──¿Sobre qué? No tenemos nada qué conversar, estoy oc-

──Déjate de excusas, quiero solucionar esto, no te hagas el difícil, en serio ─dije, no quería enojarme, le decía con toda la seriedad posible.

──Uhh, ya, mañana, ahora lárgate ─se soltó del agarre y se fue de manera muy agresiva.

Con un resultado positivo, me fuí tranquilo a mi hogar, simplemente no quiero que esto termine así, quería resolver el problema que “ocasioné”, suponía.

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Cuando terminé mis clases de música, fuí a la salida a esperar a mi pareja. Al notarlo, fuí hacía él.
No me saludó ni me respondió ante las preguntas que le hacía; cómo el típico “¿cómo estás?” “¿qué comiste?” entre otros.

No le tomé importancia y fuimos a mi casa.

──No quiero solucionar ya nada contigo, Nightmare ─soltó apenas llegamos a mi vivienda, un pequeño punzón en mi pecho logré sentir.

──Ni siquiera me dejaste explicarme, dame la palabra, por lo menos ─me enojé por su respuesta.

──¿Por qué te la daría? Dejaste pasar dos días, dos malditos días y no me explicaste nada.

──PORQUE TE ALEJABAS, ME EVITABAS ¿QUÉ QUERÍAS QUE HICIERA? NO VOY A ANDAR DETRÁS DE TI COMO PERRO HAMBRIENTO ¿NO SE SUPONÍA QUE EN LA RELACIÓN DEBÍAMOS APORTAR AMBOS? ─grité al sólo escuchar de parte de él puras tonterías e incoherencias.

──¿POR QUÉ DICES QUE TE EVITABA? EN NINGÚN MOMENTO TE HE EVITADO, SABÍAS MIS HORARIOS, SABÍAS EN QUÉ MOMENTOS ESTABA LIBRE.

──NO ME ACERCABA PORQUE TU SIMPLE ACTUAR DE EVITARME ME DECÍA QUE NO ME ACERCARA A TI.

Cada oración era soltada con enojo, furia, molestia, agresividad, soltada sin ningún remordimiento, sin arrepentimiento. Eso lograba ocasionar cuando te dominaba la ira.

Soltábamos simples oraciones pero guardando un sentimiento en ellas; decepción.

Cada palabra era llegada al alma, así como también me dolía, le dolía a él, no lo puede negar, él es el más sensible.