Llorar a solas || ♡︎ [muy corto]

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Dolor es lo que sentía su corazón, su corazón tan blando y gentil.

Odiaba no saber defenderse, odiaba no saber hablar bien, odiaba… todo de él.

Pero qué horrible… qué horrible se siente llorar a solas. Saber que nadie te escucha y nadie estará allí para ayudarte.

Qué horrible.

Todo iba a su contra, todo iba por mal camino y el sólo quería ser feliz.

Llorar y llorar era lo único que sabía hacer, llorar sin que nadie se diera cuenta, evitar que le digan “llorón” “tonto” “débil”. Él no era así, así lo siente… así lo sentía.

Todos lo hacían llorar, se burlaban de su pelo, de su estilo, de su ropa, de su forma de hablar y él callado quedaba.
Llorar en silencio y sonreír en público. Aparentar que estás bien cuando en realidad no es así.

Esas punzadas en el pecho cada vez eran más constantes, sus padres ni importancia le daban y tanta era la costumbre que salía a la calle a vender su ropa para poder alimentarse. Desde lejos se veía la pena que la gente demostraba ante tal niño.

Comía lo que las ganancias podían. Satisfacía sus necesidades de cualquier forma pero ¿por qué no se rendía? Siempre estaba solo.

Lloró. No sabía por qué aún seguía con vida, pero tal vez sea porque morir le daba miedo. Porque en lo más profundo de su corazón sentía una ligera esperanza de que todo estaría bien, de que todo pasaría y que llorar valdría la pena, cada gota, cada quejido, cada lágrima.

De repente su mundo fue iluminado por un ser de su edad. Cross estaba llorando en un callejón sin salida y al ver que una mano posaba en su hombro miró con timidez mientras las lágrimas se limpiaba.

La empatía se sintió y el otro pequeño lo invitó a comer en su casa. Extrañado por la invitación no pudo negarse, sentía hambre aún; comer dos galletas no lo dejó satisfecho.

Se llamaba Nightmare y era un muy bonito nombre. Al conocerlo sintió calidez en su corazón, sentía protección y amabilidad ¿era ese quizás su hogar?

La preocupación fue tanta que era diario ir a la casa de Nightmare a pasar el rato. Los padres al ver al niño extraño habitando su casa no tuvieron una reacción agradable al principio, pero luego lo toleraron.

Lamentablemente los padres de Cross se divorciaron y el padre ganó la custodia llevándose a este lejos de aquel pueblo, sin despedirse de su único y buen amigo.

Días lloró, su amistad en ese poco tiempo se había fortalecido y era muy increíble la conexión que habían logrado tener desde tan corta edad.

Qué horrible era llorar a solas. Sentir soledad, estar sin compañía, sin que alguien te diga “todo mejorará” Otro día sin alguien con quién desahogarte.

¿Llorar por amor? Tal vez sea una de las peores sensaciones que tenga el ser humano. Cross lloraba por amor, lloraba por perder a aquel ser que en poco tiempo se convirtió en un humano muy importante.
Ahora quedaba seguir adelante pero triste. Las noches lo recordaban extrañamente a él y en cada noche con luna llena le rogaba a la estrella gigante que se volviesen a reencontrar, que volviesen esos días felices… le rogaba con todo el corazón.

“por favor”

Siempre se lograba oír al final de cada deseo silencioso en noches frías y oscuras, donde la luna siempre era la única fuente de luz. Queriendo piedad en la vida, que lo que vivió ya era suficiente. Tan solo deseaba tener bonitos días.

Los días siguientes esperaban que sean mejores, rogando que la luna cumpliera sus deseos y siempre terminando todo mal al final del día.

Y tan sensible era que lloraba por no tener un día feliz. Tan sólo un día quiere ser feliz y ni eso se puede cumplir.

La primaria llegó.
La secundaria llegó
La universidad llegó.
Pero él jamás llegó.

Ahora las esperanzas de encontrarlo eran nulas, imposibles, sin esperanzas ya.

No había de otra, lo había perdido.

Pasó lo mismo en la universidad, ese trato indiferente hacia él, el rechazo y la exclusión.

“soledad”

Es lo que volvía a sentir. Es una palabra que si le dicen que le digas su significado te lo explicaría con detalles y tal vez te deje con lágrimas.
Porque él no expresaba, él transmitía en sus palabras la palabra “soledad”

El bullying se hizo presente otra vez, no quiso que nadie lo viera así que apenas terminaron de golpearlo y decirle cosas hirientes huyó hacia el baño a vomitar, justamente había comido y lo empezaron a golpear.

Cuando terminó de regurgitar, empezó a sollozar y luego de eso, lloró de dolor. El desprecio de los demás hacia él era muy grande y no entendía las razones aún ¿tan malo era ser uno mismo?
Las lágrimas resbalaban y imploraba con dejar de llorar, ya no quería llorar, pues llorar a solas jamás era lo mejor para la salud emocional aunque sí para no preocupar, aún así ¿quién se preocuparía por un bastardo e inútil como él? valor no tenía, ya no.

Tranquilamente y sin dirigir palabra alguna a su alrededor, empezaron a tirarle piedras y los insultos más desagradables que uno pueda imaginar. Huyó con dolor, era insoportable todo aquello y la opción de irse a otra vida era la única que estaba en su cabeza.
Chocó con alguien y se disculpó, no quería ni que le miraran la cara, pena es lo que daba su estúpida y horrenda cara.

Como de pequeño, se sentó en un callejón sin salida y empezó a sollozar, lloraba ahí porque de esta forma nadie se te acercaría.

Y sin aviso alguien posó su mano en su hombro derecho y volteó a ver quién provocaba tal movimiento.

Y vió esos ojos. Esos ojos marrones que juró jamás olvidar, los ojos de su salvación, de su esperanza. Eran los ojos de un amor. Eran ojos que los reconocería en cualquier circunstancia; le fue difíciles de borrar, así que las decidió conservar. Eran los ojos más perfectos que había visto en toda su vida.

Un deja vu tuvo y quedó un poco mareado.

El tipo preguntó cómo se encontraba y él limitó a decir:

“Nightmare”

Al contrario lo tomó de sorpresa y limitó a entregarle una leve y hermosa sonrisa.

“Te encontré”

Un abrazo se hizo presente y sin duda fue correspondido, dos corazones gentiles se unían nuevamente luego de una larga separación. Un corazón triste se unía con uno motivado y alentador.


Cross iba diariamente a visitar a Nightmare aprovechando de que aún no comenzaban sus clases y esa paz volvió a invadirlo, esa paz que únicamente lograba transmitirle Nightmare.

Ahora llorar a solas dejó de ser costumbre, lloraba con Nightmare y sufría con Nightmare, porque su amistad abarcaba eso, hacer todo juntos.

Porque llorar a solas no estaba bien y peor para Cross. Sufrir tanto de pequeño, sufrir por problemas donde ni siquiera te habías metido. Era simplemente doloroso todo.

Ahora lloraría con alguien, compartiría emociones con alguien. Sabría que a alguien le importaba su vida. Qué alguien lo amaba. Ya no habría “otro llanto a solas”, ahora sería “otro llanto contigo”…










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#15 || ❌Cortos CrossMare/NightCross🌑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora