15; VIVIENDO JUNTAS

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—¿Va a venir?—Nota como su hija está en shock.—lo tomaré como un sí.

—Mamá, no estoy lista.

—Claro que no lo estás. Eres muy independiente para emborracharte y llegar muy tarde pero no para tener el valor de recibir a la mujer que espera un hijo tuyo.

—Estaré en mi habitación, avísame cuando lleguen.

—Irene, no me des la espalda cuando te hablo.

—Me molesta que me hables de valores cuando eres el peor ejemplo para ello. Te metes en el alcohol como si eso fuera a solucionar tus problemas, es lo único que he aprendido de ti.

—¿Insinuas que soy una mala madre?—Le duele que su hija piense así después de todo lo que le ha dado.

—No es lo que quise decir, sino que no has sido un buen ejemplo, así que no vengas a hablarme de valores, simplemente no naciste para ser madre.

—¿Y qué hay de esto?—Señala a su al rededor—Tienes una maldita cama para dormir, no has pasado hambre un solo día, las cuentas las pago yo.

—Dinero del cual no me has dicho de donde lo consigues. Es dinero sucio o...de solo pensarlo me da rabia.

Sunny no lo soporta, le propina una cachetada.
Irene traga pesado, sostiene su mejilla y evita llorar.

—¿Crees que soy una prostituta?—No recibe respuesta—no, no lo soy. Por ti tuve que abandonar muchas cosas, me costó sacarte adelante porque el padre que te dí es una vergüenza. Está preso por imbécil, no quiere decir que yo vaya por el mismo camino, hago las cosas de una forma que sea agradable para ambas. Voy a repetir las mismas palabras que dijo mi madre; si estás embarazada es tu problema, te creiste una adulta madura al tener relaciones sin protección, felicidades, estás sola en esto.

Como madre no quiere hacerlo pero ya no puede soportar otra humillación por parte de su propia hija. Toma su bolso, su abrigo y sale de ahí. Le habría gustado hablar con SeulGi, por ahora no se podrá.

—Agh. Definitivamente estoy entre las peores hijas del mundo. Aigoo, mi mejilla—Tiene que buscar algo frío para colocarse en el rostro.

Minutos después el timbre suena. Lanza un pedazo de hielo que con suerte cae en el lavadero. Tropieza con la alfombra y corre hacia la puerta. Abre la puerta.
Intenta sonreír pero al ver el estado de SeulGi siente impotencia.

—Pasen.

Jennie ayuda a SeulGi a sentarse pero Kang no puede, le duelen demasiado las piernas.
Irene le presta pantalones de pijama para que no se sienta expuesta. De alguna forma logra acostarse en la cama sin lastimar sus piernas. En ningún momento habla. Intentará recuperar la calma, cosa que parece lejos de suceder por esta noche.

Jennie e Irene se quedan en la sala.

—Sus piernas tardarán en sanar—Ya se dió cuenta de la gravedad del asunto.

—Mañana debes llevarla al hospital, tiene una cita con su médico. No le abras la puerta a Yoona.

—¿Y si viene con una maldita escopeta?

—No exageres.

—Mi tía está loca. Para ella debo ser el villano que le quitó a su bebé. Si le hizo eso a Seulbear no quiero imaginar lo que me haría.

—¿Le pusiste un apodo? Aww, estás cambiando—Logra hacerla sonrojar.

—No estoy cambiando.

—Lo estás. Me alegra que así sea, que no te de pena aceptarlo. SeulGi merece todo el amor del mundo. Si yo pudiera la metería en una cajita para protegerla de lo que sea.

EMBARAZO [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora