CAPÍTULO 21

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Después de que Irene cayera inconsciente, el señor Kang la llevó al hospital, él mismo quiso atender las heridas de la menor.

Irene estaba tan tranquila soñando que tiene sexo con una Joy sin pene, no se da cuenta de que suelta uno que otro sonido con el nombre de Sooyoung. SeulGi está a su lado, escuchando y viendo sus expresiones, si fuese la joven inocente del año pasado, quizás no lo habría descifrado pero ahora puede decirse que conoce bien a Irene.

Finalmente despertó, un poco confundida por el lugar desconocido donde se encuentra, agregando sus dolores en el cuerpo, el dolor de cabeza por el alcohol y la venda que cubre su cabeza.

Al visualizar a unos ojos que la veían con preocupación, dejó de lado el dolor por un momento.

—Seulbear, hola.

SeulGi se tranquilizó en ese momento pero su expresión seria y sus brazos cruzados son señales de enojo.

—¿Por qué estabas soñando con Joy?

—Eh...soñé que...—Nada se le ocurre, hasta que...—Ella y yo comíamos mucho helado y luego me dió dolor de cabeza, como el que siento ahora.

—Ah, era eso—Ya no tiene una razón para enojarse.

—Y...¿hola?

—Hola—Responde desanimada.

—¿Dónde estamos?

—En la habitación de invitados, en mi casa.

—¿Qué? ¿Cómo? ¿La casa de la bruja?—A pulso Yoona se ganó ese apodo.

—Es mi madre, no le digas así.

—Y saber que yo defendía a la otra bruja porque mamá le decía bruja. Como sea, ¿qué hacemos aquí? ¿Qué experimentos raros hicieron conmigo?—Con una tía doctora y loca se la puede imaginar secuestrandola para usarla de experimento.

—Nada raro hicieron contigo. Estaremos aquí hasta que te recuperes. Papá me dijo hará arreglos a nuestro departamento. No dormiremos juntas por ahora—Desilusión en ambos rostros—No tendremos que pagar renta, ni gastar en esas cosas, bueno...no hasta que yo cumpla los dieciocho, él me dará dinero.

—Eso es un alivio. Pero tu madre, la tía, ¿qué dijo?

—Está furiosa y papá no quiere que yo esté contigo.

—¿Qué? ¿Por qué?—Bruscamente se sentó causándole dolor en todo el cuerpo—Demonios. No volveré a tomar, lo juro.

—Dices eso y mañana volverás con lo mismo. Nunca aprendes.

—Entiendo que todos aquí me odian por dejarte embarazada. ¿Acaso fui yo la que entró a la habitación el día de la fiesta? —Por más que lo repita, seguirán viendo a SeulGi como la víctima—Soy el maldito ogro que le arruinó la vida a la princesita.

—Idiota—Sin soportarlo salió llorando de la habitación.

—¿Dónde está mi hada madrina? Cuando agradecí por esa bendición, me refería a mi pene no a un niño, demonios...voy a intentar mi última carta, al estilo Goblin—Suspiró y continuó—si hay un dios misericordioso, por favor ayudeme—Cerró sus ojos en espera de alguna respuesta. Como era de esperar, cinco segundos después no hubo respuesta—Ahora sé como se sienten los niños que le rezan a Dios.

La puerta se abrió. No es un Goblin, pero sí un hombre gruñón enojado, es parecido; el padre de SeulGi.

—Tú y yo tenemos que hablar, de hombre a...lo que sea que seas.

Que gran forma de iniciar una conversación.

—Si no me golpea yo hablaré con usted.

—No estás en posición para ponerme condiciones—Arrastró una silla cerca de la cama y tomó asiento—Volviste a hacer que llorara. ¿Tan difícil es hacer que sea feliz?

EMBARAZO [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora