Capítulo 3: Cicatrices.

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POV de Alex

La cena pasó volando. no sabía si estar emocionada o nerviosa. Escuché al Sombrero Seleccionador mientras seleccionaba a los niños de primer año. Tenemos unas cuantas personas nuevas. Nada especial, sin embargo. Entonces mi abuelo dio un breve discurso y anunció algo que no esperaba. ¡Severus ya no enseñaría pociones! Ahora era el nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras. Después del año pasado, comencé a creer que el trabajo estaba maldito o algo así, pero estaba feliz por él. Todo el mundo sabía lo mucho que él amaba DCAO. Todavía no podía imaginar pociones sin él. Era... antinatural. Después de cenar y hablar con Marissa un poco, todos empezaron a salir del Gran Comedor. Mi corazón saltó en mi pecho mientras me dirigía a los cuartos de Severus. Cuando llegué a la pared, mis nervios empeoraron. Aunque no sabía por qué. Había hecho esto un millón de veces antes. Auqnue esto era diferente. Esta es la primera vez en nueve semanas que sólo él y yo estaríamos solos. Mariposas irrumpieron en mi estómago. ¿Era en serio una detención? Seguramente él no me citaría a sus cuartos si lo fuera. Pero no lo sé. Quiero decir, he estado aquí antes. Tal vez él no pensó en ello. Caminé hacia atrás y adelante por un par de minutos a pensar en todas las posibilidades ¿Qué me diría? No habíamos tenido una conversación desde que la escuela había terminado la temporada pasada ¿Qué iba a decir? ¿Recogeríamos las cosas donde las dejamos, o va a ser una de esas cosas extrañas que la gente hace?

-¿Podrías dejar de pasearte? - Salté ante el sonido de su voz. Ni siquiera me había dado cuenta de que la pared se había abierto.

-Lo siento profesor - ¿Era eso correcto? ¿O debería haberlo llamado Severus? Él arqueó una ceja. Era tan difícil de leer.

-Bien, ¿Está esperando una invitación formal señorita Dumbledore o sólo desea estar allí? - Lo miré fijamente durante un largo momento ¿Estaba actuando o era en serio? Bueno, de una cosa estaba segura. Él haría una matanza en una partida de póquer. Caminé hacia adelante, através de la pared. Lo miré y él estaba viendo como se cerraba el agujero. Luego de la nada se volvió hacia mí rápidamente y tomó mi cara entre sus manos. Se acercó y estrelló sus labios con los míos. No era suave como lo normal. Fue un poco duro en realidad, pero no en el mal sentido. El beso estaba lleno de anhelo. Cuando él me lamió el labio inferior no perdí un segundo. Su lengua entró en mi boca y la exploró. Sentía que había pasado nueve años en lugar de nueve semanas. A veces se sentía de esa manera. Enredé mis manos en su suave cabello. Siempre me sorprendió cómo se sentía. A pesar de la forma en la que se veía, no era en lo más mínimo grasiento, era agradable. El beso continuó sin romperse. Sentí como si me derritiera en ese mismo momento. Mis rodillas estaban tambaleando y me apoyé en él. Él me sostuvo a la perfección. Sus dedos corrieron por mi cabello. Su otra mano estaba en la parte baja de mi espalda. Me incliné más cerca a él, si eso era posible y él me abrazó más fuerte, como si nunca quisiera dejarme ir. La sensación calentó mi corazón. Después de varios minutos, el beso finalmente se desaceleró y terminó. Traté desesperadamente de recuperar el aliento. Sus brazos se envolvieron alrededor de mí y envolví los míos alrededor de su cuello.

-Bueno, supongo... que... me extrañaste - Dije jadeando.

-Más de lo que piensas - susurró.

-Creo que lo sé exactamente.

Sin previo aviso, me tomó en sus brazos y me llevó hasta el sofá, se sentó y yo hice lo mismo sobre su regazo. Lo miré por un largo momento. Estudié cada una de sus características. Tomandome mi tiempo en sus increíbles ojos. Ojos que decían tanto. Luego su nariz. Luego sus labios. Merlín sus labios. Eran perfectos. Sin pensarlo me incliné hacia delante y tomé uno de sus labios suavemente con los dientes dandole un pequeño tirón. Lo sentí estremecer. Supongo que le gustó eso. Besé la comisura de su boca. Luego su mandíbula. Entonces otra vez y otra vez hasta que estuve en su cuello. Cuando llegué a la base de su cuello succioné un poco. Sus dedos se clavaron en mi cintura. Él estaba tratando desesperadamente de controlarse a sí mismo, pero estaba perdiendo. Él dio un respiro profundo. Entonces de alguna manera en un rápido movimiento estuve acostada y él encima de mí. Empezó a trazar besos a lo largo de mi mandíbula y en mi cuello, no perdiendo el ritmo. Me sacudí como una hoja mientras su mano iba bajando por mi camisa y trazó pequeños círculos sobre mi vientre con el pulgar. Dejé escapar un gemido y sentí su sonrisa contra mi cuello. Luego, lentamente, tan lentamente su mano se arrastró hacia abajo. Cuando llegó a mis pantalones, pasó los dedos por la línea de ellos. Burlándose de mí. Bueno, dos podían jugar a ese juego. Extendí la mano y uno a uno desabroché los botones de su túnica. No me miró. Cuando terminé, la abrí y la saqué de sus brazos. Él me ayudó un poco encogiendose de hombros. Entonces empecé a sacarle la camiseta. Merlin, cómo él se viste así cada día con tantos botones. Me las arreglé para deshacerlos y tire de la camisa. Cuando lo hice no pude hacer nada más que mirar. Era musculoso, pero no mucho. Definido pero sutilmente. Sus músculos de los brazos eran fuertes y su abdomen duro, pero no era un completo 'six pack'. Él era perfecto. Su piel era pálida. Igual a la mía. Pasé mis manos por su pecho. Entonces regresé a sus hombros y espalda. Finalmente me miró.

-¿Está bien? - Asentí con la cabeza. Al no ser capaz de encontrar mi voz. Luego comenzó a quitarme mi túnica. Fue hasta mi último botón cuando levantó la vista hacia mí otra vez. Asentí con la cabeza. Sabiendo lo que quería decir. Él desabrochó mi camisa, él me la quitó y la arrojó al suelo. Entonces, por segunda vez esta noche él me tomó en sus brazos. Mientras él se levantaba, yo envolví mis brazos alrededor de su cuello y mis piernas alrededor de su cintura. Él comenzó a caminar besándome al mismo tiempo. Oí una puerta abrirse y luego como caminamos un poco más, él pateó la puerta para cerrarla. Me recostó suavemente en su cama y quedó encima de mí. Las sábanas de seda se sentián increíble en mi piel. Lo miré y él se inclinó una vez más para besar mis labios. Era amable tomándose su tiempo. Luego me besó desde la comisura de mi boca hasta mi mandíbula y luego a mi cuello. Trazó pequeños besos por mi cuerpo. Me estremecí cuando llegó a mis pantalones y sentí sus manos en el botón. Lentamente me los quitó y los arrojó al suelo. Me puse delante de él con sólo mi ropa interior. De repente recobré la conciencia de mí misma. De mi cuerpo y de mis cicatrices. Me cubrí con mis manos y Severus me miró confundido.

-¿Qué pasa? - preguntó preocupado. Negué con la cabeza, pero no le convenció. Se deslizó hasta la cama hasta que su cabeza estuvo al nivel que la mía. Sentí la mano de Severus en mi mejilla girandome para mirarlo. Fue entonces que vi lo preocupado que realmente estaba - ¿Es esto demasiado? - Negué con la cabeza otra vez y me di la vuelta dándole la espalda. No quería que viera lo tonta que estaba siendo. Sentí sus brazos envolverse alrededor de mí. Luego se inclinó su cabeza en el hueco de mi cuello - ¿Sabes que eres hermosa, cierto? - No le respondí. No sabía qué decirle. No quiero que piense que era una niña pequeña y estúpida - No tenemos que hacer esto. No quise presionarte. Yo... Yo... lo siento - Me sentí mal.

-No es eso. Sólo...

-Son tus cicatrices ¿No? - Asentí con la cabeza - Quiero que veas algo - Me volví hacia él. Levantó su brazo. Por primera vez vi su marca. La marca oscura.

-Eso es diferente.

-No, no lo es. Decidí llevar esta marca. Cuando era joven y estúpido. La tomé debido a los tiempos oscuros en los que estuve. Al igual que tú - Esta fue la primera vez que lo había visto así. Cuando él mostró todo. Pensé en sus palabras y él tenía razón. Los dos hicimos cosas estúpidas a la vez.

-No tenemos que hacer esto esta noche. No hasta que estés cómoda. Pero quiero que sepas que eres hermosa y tus cicatrices son una parte de eso. Muestran todo por lo que has pasado y cuan fuerte te has convertido - Apoyé mi cabeza en su pecho.

-¿Podríamos simplemente quedarnos de esta manera? - Él asintió con la cabeza mientras se inclinaba para darme un pequeño beso en los labios.

-Te amo.

-Yo también te amo - Nos tumbamos en silencio, simplemente abrazados. Fue la mejor noche de mi vida.

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Hoy es viernes y adivinen qué... Nada xd

Capítulo 3, joder...

Espero que os haya gustado, subidito de tono eh :3

Always Doesn't Mean Forever: Book 2 (Severus Snape)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora