Always Doesn't Mean Forever: Book 2 (Severus Snape)

Capítulo 8: Una buena manera de sanar.

POV de Alex

Fue la voz de Severus la que me sacó de mi tranquilo sueño lleno de drogas. Mis ojos se abrieron lentamente y miré alrededor de la habitación. Ah, la enfermería. Debía tener una cama permanente aquí.

-Señor, no entiendo por qué no puedo simplemente verla - La voz de Will sonó a través de la gran sala. Sonaba un poco molesto, como si estuviera tratandode mantenerlo en.

 -Como ya he dicho, señor Everett, ella está durmiendo. Ella no necesita ser molestada por un idiota cabeza hueca como usted.

-¿Y qué me hace idiota? ¿Preocuparme por mi amiga?

-Está caminando sobre una línea delgada, Everett. Vete. Ahora. No quiero verte de nuevo aquí. ¿He sido perfectamente claro?

-Ha sido perfectamente claro... - le oí murmurar mientras se alejaba. Severus respiró hondo y se dirigió de nuevo a la silla al lado de mi cama. Lo miré. No se había dado cuenta que estaba despierta. Pero su expresión se suavizó un poco cuando me vio. Le sonreí.

-Hey - Me froté mi garganta muy seca. Él me entregó un vaso de agua que estaba al lado de mi cama - Gracias.

-¿Cómo te sientes? - Traté de incorporarme, pero pronto me di cuenta de que no iba a funcionar. Cada músculo de mi cuerpo me dolía - Creo que eso responde a mi pregunta - Sacó un frasco de su bolsillo y me lo entregó.

-Esto debería ayudar - Lo tomé y bebí la poción lentamente.

-¿Cuánto tiempo he estado durmiendo?

-Un par de horas. Te has perdido el almuerzo. ¿Quieres que te traiga algo?

-Me siento un poco hambrienta - Severus chasqueó los dedos y Dobby, el elfo doméstico apareció. Sonreí. Cuando yo iba a la cocina en las noches después de una pesadilla, Dobby siempre era el primero en saludarme y darme un refrigerio nocturno. 

-Hola, señor - Severus me miró con una ceja arqueda y Dobby me miró tímidamente y luego fijó sus grandes ojos en el suelo.

Yo sabía que él amaba eso.

-¿Por qué está la señorita Dumbledore en el hospital? - Me preguntó caminando un poco más cerca. Sólo era tan alto como la cama.

-Sólo tuve un encuentro desagradable con alguien, pero estoy bien.

-Perdóneme señorita, pero Dobby escuchó que fue maldecida con... el cruciatus... - Él susurró las últimas palabras como si le aterrorizaran.

-Sí, lo estaba, pero ahora estoy bien.

-Me alegra saberlo señorita. ¿Cómo puede Dobby servirle hoy?

-Bueno, me dormí durante el almuerzo y me preguntaba si te molestaría traerme algo para comer.

-No hay problema en absoluto señorita. Dobby le traerá a la señorita Dumbledore su favorito - Me reí un poco.

-Gracias Dobby.

-Sí, señorita - Con un chasquido de sus ágiles dedos meñiques, se fue.

-¿Así que ya se conocían antes?

-Sí, cuando estuve en tercer año. Desde ese entonces él me ha preparado probablemente un millar de aperitivos nocturnos cuando no podía dormir.

-Seguramente lo halagas - Me encogí de hombros.

-No realmente. Sólo soy amable con él. Lo hace tan feliz. Él realmente tiene un corazón dulce - Mientras lo decía, Dobby apareció al lado de mi cama con una bandeja en las manos. En ella había una hamburguesa de queso con patatas fritas y un batido. Sonreí hacia él. Él siempre hacía todo lo posible para hacerme una buena comida. Le entregó a Severus la bandeja para que pudiera ponerla en mi regazo.