Always Doesn't Mean Forever: Book 2 (Severus Snape)

Capítulo 4: Gente Nueva.

POV de Alex

Me desperté a la mañana siguiente con un pensamiento agradable. No pesadillas. Tuve, tuve el sueño más perfecto de todos. Creo que estar en casa tiene un efecto en ti a veces. Me acerqué a la cama de Marissa. Dormía tan profundamente. Así que siendo yo...

-¡¡¡MARISSA DESPIERTA!!! - Grité saltando encima de ella. Su ojos se abrieron y su varita estuvo en su mano en menos de un segundo.

-¿QUÉ? ¿QUÉ? ¿QUÉ PASÓ? - Reí y caí al suelo en un ataque de risa. Cuando sus sentidos finalmente regresaron lanzó su varita en la mesita de noche y miró hacia abajo me asesinamente - Eso no fue divertido.

-¡Las lágrimas en mis ojos no dicen lo mismo! - dije sin parar de reir - Deberías haber visto tu maldita cara! - Ella apartó las cubiertas de ella y se levantó.

-Deberías estar feliz de que no te lancé un Avada Kedavra. Ese fue mi primer instinto, para que sepas.

-No estoy segura si debo estar orgullosa o asustada.

-Asustada, eso es lo que debería estar - Me levanté del piso y limpié mis ojos.

-Bien, de todas maneras tenemos treinta minutos para prepararnos.

-Sí, ya voy, ya voy.

-Trata de sonar como si no efrentaras tu muerte, querida - Ella se alejó y antes de que se metió al baño, la oí murmurar.

-Podrías estarlo tú, perra - Me reí un poco más.

Cuando estuvimos listas, nos dirigimos a la sala común. Allí vi una terrible escena. Draco Malfoy y sus secuaces. Todos estaban parados alrededor de un chico que no reconocí. Aunque parecía de mi edad. Era muy alto y delgado con el cabello negro corto. Tomaron su mochila y comenzaron a arrojarla hacia atrás y adelante. El chico trataba desesperadamente de recuperarla pero cada vez que lo hacía Crabbe lo empujaba. Bueno, esto ocurrió antes de lo que pensé que sería. Este chico no puede pasar un día sin hacer la vida de alguien miserable. Se veía diferente por lo que pude ver. Había círculos oscuros bajo sus ojos. Su cabello era un poco más flojo de lo habitual y no parecía tener tanta... ¿Cuál es la palabra? Alegría de atormentar a este pobre muchacho. Miré a Marissa y sabía lo que estaba pensando inmediatamente. Ella me dio una mirada insegura pero se encogió de hombros y bajó las escaleras rápidamente.

-Bueno, si es nuestro Draco. ¿Qué? ¿No pudiste esperar a que el primer día terminara y llamaste a tus matones para atormentar a alguien? - Él me miró y sus ojos se abrieron un poco. Desde el año pasado había sido un poco intimidado por mí.

-Esto no te concierne Dumbledore - Escupió. ¡Pequeño imbécil! Me acerqué y le arrebaté la mochila del otro chico a él.

-Tampoco lo hace las cosas de este chico - Le entregué su mochila al chico, el cual me miró agradecido - Aquí a nadie le importa Malfoy, él sólo es el típico niño mimado que no sabe cómo comportarse en público. Sus padres lo encierran en un alfiler durante el verano. Triste realidad, él sólo rasca la puerta todo el día. El chico correcto, el chico bueno - alboroté el cabello de Malfoy mientras decía esto hasta que él golpeó mi mano.

-Te lo advierto Dumbledore - Su voz era mortal ahora. Me volví hacia él por completo. Cuando estuvejusto frente a su rostro, empecé a hablar.

-¿Y qué vas a hacer? Me gustaría verte - Toda burla se había ido de mi rostro y fue reemplazada por una expresión fría.

-Sólo mantente alejada de mí - Dijo caminando junto a mí, chocando mi hombro con el suyo. Crabbe y Goyle lo siguieron a través de la pared.

-Maldición Alex, sin duda tienes a ese chico asustado - Dijo Marissa.