La Princesa de Pozo Dragón- Temporada 1

Capítulo 17

El amanecer se hizo presente en Driftmark y la princesa Baela se encontraba durmiendo profundamente en su habitación.

Unas sirvientas entraron riendo para abrir de par en par las cortinas haciendo que la muchacha se dispersara, pensando que era demasiado temprano para tanto alboroto.

- Princesa, tiene que despertar- le dijo una de ellas sobándole el hombro.

- ¿Qué pasa?, ¿Qué ha ocurrido?- dijo aún dormida.

- La princesa Anneliesse ha vuelto.

- ¿Qué?- dijo para abrir bien sus ojos y salir de un salto de la cama.

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Un rugido provino del mar y varias personas se acercaron a la costa para poder recibir a la princesa Anneliesse.

Cuando se bajó de su dragón, todos aplaudieron: guardias, sirvientes, maestres y mercantes. Todos estaban contentos con su regreso a tierra firme.

Baela llegó corriendo sin siquiera haberse cambiado sus ropajes. Estaba muy feliz de que su prima haya vuelto sana y salva.

Bajó por las escaleras del balcón y corrió a sus brazos.

- ¡Anneliesse! Has vuelto- le dijo con una sonrisa en su rostro.

- Querida prima, me alegra tanto verte. No sabes cuánto te he extrañado.

- Lo mismo digo- dijo separándose de ella para poder mirarla bien- mira cuánto has crecido. Estás hermosa.

- Gracias. Tú igual.

- Ven. Tenemos que entrar para que puedas ver a los abuelos- la tomó de la mano para adentrarse al castillo.

En el interior, Rhaenys se encontraba en el salón de reuniones junto con Corlys Velaryon. Ambos nerviosos esperando la llegada de su nieta adoptiva.

- Oh, querida- dijo Rhaenys al verla, extendiéndole sus brazos.

- Abuela- le dijo para apurarse a abrazarla.

En este tiempo, Anneliesse tomó la costumbre de sus medias hermanas para referirse a la reina que nunca fue como su abuela. Rhaenys no tuvo problema con ese apodo, es más, de alguna manera ese cumplido la hacía sentir bien tomando a aquella niña como parte de la familia, tratando de olvidar a aquellos que ya no estaban.

- Me da mucho gusto que hayas vuelto sana y salva.

- Te dije que lo iba a hacer.

Lord Corlys se acercó para querer unirse a ese abrazo.

- Señor Corlys- dijo Anneliesse, esperando tener que recibir alguna orden, pero en vez de eso, el gigante le extendió sus brazos para acercarla a él y ella así lo hizo.

- Mi niña. Me has traído más de una alegría en esta misión.

- Las aguas están más que seguras ahora, pero tenemos que seguir presentes, ya que todavía siguen habiendo piratas escondidos en las montañas.

- De ellos me encargaré yo junto con Vaemond. Ya has hecho más que suficiente y te toca descansar ahora.

- Gracias señor Corlys.

- Ya he ordenado que las sirvientas te preparen un baño- dijo Rhaenys.

- Perfecto, entonces.

- Abuela, ¿No vas a comentarle lo que tenemos planeado para mañana?- expresó Baela.

- Ah, cierto-le tomó las manos- Con tu llegada, hemos organizado una fiesta y vendrán algunos invitados, entre ellos Rhaenyra con su familia. Espero que no te moleste.