Capítulo 7

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Aemond se había alejado bastante de la ceremonia y del castillo. Delante de él se encontraba Vhagar quien descansaba sobre la arena.

Su dueña había muerto, pero ella estaba ahí de todos modos dando una última despedida a su jinete.

Por cada paso que daba, la bestia se hacía más y más grande. Y por cada paso que daba, sus ojos no se despegaban de la montura que poseía en su espalda.

La adrenalina invadió su cuerpo y se acercó quedando a pocos centímetros de la dragona, pasando por alto la posibilidad de morir calcinado o aplastado por ella.

Con su mente en blanco y su corazón acelerado por la excitación, se dispuso a tocar la red que lo llevaría a la cima. Pero estando a sólo milímetros de ésta, la dragona abrió sus ojos y se dispuso a mirar quién se había atrevido a tocarla, mirando así a un niño de pelos plateados en frente de ella.

Al resultar ser de una forma familiar, no reaccionó y se dispuso a volver a acostarse.

El príncipe, agitado volvió a posar sus manos en la red haciendo que la bestia esta vez, no fuera tan amigable y en ese momento abrió su enorme boca para incinerar al príncipe.

No había tiempo para el miedo ni para el retorno.

Con una mano apuntando a la cabeza de la dragona, pronunció estas palabras:

- ¡Dohaerãs! ¡Dohaerãs, Vhagar! ...Lykiri, Lykiri- copió esas mismas palabras que su princesa utilizo para calmar a Vermithor, con el mismo ímpetu y con la misma determinación, sin mostrar miedo- Lykiri.

La dragona lo miró fijamente y se acercó para olfatearlo. Una vez que se calmó, pasábamos al siguiente paso.

El príncipe trepó la red con velocidad y llegó a la montura. Miró hacia ambos lados mientras tomaba las cuerdas para su agarre. Era demasiada altura, ya no había tiempo de arrepentirse. Era ahora o nunca.

Se posicionó bien y cuando estuvo listo, le ordenó a su dragón.

- ¡Soves!- la bestia lo miró de reojo- Dohaerãs, Vhagar ¡Soves!- gritó y Vhagar se sacudió y extendió sus alas para emprender vuelo.

Cuando lo hizo, dio altos y bajos para poner a prueba al niño, pero éste era muy valiente y de un carácter formidable, logró domarlo y mantener la postura al vuelo, tomando el mando.

Cuando tuvo totalmente el control, le ordenó que lo lleve a Kingslanding para enseñarle a su princesa el gran logro que había conseguido.

####

Rhaenyra se encontraba caminando junto con Daemon por la costa de Driftmark. Ambos compartiendo una charla sobre cuán miserable fue el matrimonio y la vida de ambos sin la compañía del otro.

El príncipe había dejado varias cosas en Kingslanding, entre ellas, dos mujeres que amaba con todo su corazón.

- Te salvé de todo eso, eras una niña- pronunció.

- Sí, pero mira lo que ha resultado mi vida sin tí. Toda una trágica comedia- el príncipe la tomó del brazo y le dijo.

-Me pregunto qué piensas de la mía en comparación.

- Tú has estado bien. Te has casado con una hermosa mujer y has tenido dos hermosas hijas de igual manera. No veo qué esté mal en esa historia.

El príncipe cerró los ojos y suspiró. Se encontraba en un dilema consigo mismo en si contarle su verdad a la princesa en este momento o no. Rhaenyra acarició su cuello y él se apartó de su agarre.

- Hay algo que debes saber.

Ella lo miró extrañado.

- ¿Qué es?

La Princesa de Pozo Dragón- Temporada 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora