Capítulo 5

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- Anneliese- Mysaria entró a los aposentos de la princesa con su vestido manchado de sangre, lo que hizo que la princesa se alarmara y corriera para verla de cerca.

- ¿Estás bien, Mysaria?, ¿Qué ha pasado?

- Tu amigo no tomó precauciones al venir e hizo que una persona lo siguiera hasta aquí, pero me he encargado de ello.

- ¿Crees que nos han descubierto, Mys?

- No, el hombre llevaba una armadura de guardia, seguro fue enviado para saber hacia dónde se dirigía el príncipe, pero no creo que sepan de esto- su ceño se frunció y la princesa pudo adivinar lo que su dama estaba pensando.

- No te preocupes, Aemond no le ha dicho a nadie de esto. Sólo vino a decirme que mañana viajará hacia Driftmark para el funeral de la esposa de mi padre- Mysaria la miró y en su rostro expresaba pena.

Como si la princesa estuviera adivinando lo que su mente comenzaba a preguntarse, le dijo.

- No te preocupes. Ya lo sé todo y no hace falta que te disculpes por no habérmelo dicho antes- acarició las manos de su dama- sé que era tu deber protegerme y cuidarme bajo las órdenes de mi padre, así que a partir de ahora, podemos hablar libremente y también quiero que me despejes unas dudas con respecto a lo que sé, ¿crees que podrías?

Mysaria se encontraba en una batalla consigo misma. Pensó en que si la princesa sabía la verdadera historia detrás de ese muro, podría sincerarse y contarle la verdad con respecto a su nacimiento y su padre, pero... qué podría pasar si supiera que su madre no fue asesinada por los enemigos verdes, sino por su progenitor. Aquella hermosa mujer que había sido su amiga, fue asesinada por su también amante, y ella misma fue quien le dio la noticia de su ubicación al príncipe canalla. Cegada por el amor y por los celos, decidió incluso seguir bajo las órdenes de él, cuidando a su hija bastarda.

Por amor o por culpa, Mysaria seguía al lado suyo, sin importarle que aquella niña tenía derechos y una historia que recordar. ¿Seguiría siendo egoísta si le ocultara la verdad?

Siendo sinceros, ella no era quién tendría que hacerlo, más bien aquél hombre que celaba a su hija más que a sus hijas con la princesa Velaryon. Aquel hombre que juró que la liberaría si la princesa Rhaenyra ocupase el trono, pero ni la misma princesa estaba enterada de la existencia de la niña.

Lo cierto es que ella estaba en deuda con su amiga y algún día tendría que saldarla, sólo estaba esperando el momento para hacerlo y éste, se estaba acercando.

-Está bien. Trataré de despejarte las dudas que tienes.

La princesa le sonrió y se sentaron en la ventana para hablar.

Esa noche la princesa no durmió y observó el amanecer con lágrimas en los ojos.

*****

La mañana se hizo presente y la familia completa se encontraba arriba de un barco rumbo a Driftmark.

Aegon se acercó a su hermano menor que se encontraba observando el amanecer.

- Tú, hermano- lo sacudió tomándolo de los hombros.

- ¿Qué quieres?

- Tú y yo tenemos una charla pendiente.

- ¿Sobre qué?

- No lo sé. Dime tú qué le pasa a mi querido hermano que observa el amanecer, pensando. ¿Acaso los bellos privados de aquella dama en tu cabeza tiene el mismo color que los rayos del sol?- Aemond lo miró con el ceño fruncido.

La Princesa de Pozo Dragón- Temporada 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora