La Guía de Blue

4. Conexiones inexplicables

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—Bueno, mira lo que encontré— dijo Blue sonriendo de medio lado, sintiendo como el descontento de antes desaparecía por completo.

Ahí afuera en la pequeña terraza estaba River. Y fuera de aquel salón lleno de personas, lucía aún mejor. Ese traje en verdad le sentaba bien, aunque quizá un poco ajustado, sobre todo en los hombros. Seguía siendo una delicia que Blue esperaba poder probar aunque sea un poco. No hacia ese tipo de cosas normalmente, escabullirse en las fiestas y buscar conexiones. Pero algo en River decía "sí y sí y jodidamente hazlo". Eso fue lo que lo tuvo avanzando hacia el hermoso hombre, dejando que la puerta se cerrara a sus espaldas.

—Por un momento creí que habías huido, como cenicienta. Excepto que no dejaste un zapato atrás — comentó con tono risueño y coqueto, porque al parecer River activava ese lado suyo.

—Sí, renuncié a las zapatillas de cristal hace mucho. Ya sabes, malas para los tobillos.

No pudo evitar soltar una carcajada. Si creyera en cosas como el amor a primera vista sin duda diría que era eso lo que le estaba pasando con River aquella noche. En lo que Blue si creía con vehemencia era en las conexiones, no importaba que tan inexplicables fueran. A veces no importaba que tan poco supieras de una persona, solo congeniabas con ella y de eso podía salir un encuentro increíble. Por eso caminó hasta llegar a su lado y recostarse contra el muro bajo.

—Me complace informarte que mi turno acabó— dijo, todavía fingiendo que era un mesero. River no parecía saber quién era realmente y no lo recordaba como cliente de la empresa. Tal vez llegó como acompañante. Decidió probar esa hipótesis—. Qué hay de ti ¿debes volver adentro?

—Depende. Si y solo si, surgiera un mejor plan, estaría tentado a saltarme la fiesta.

—Maravilloso, me han dicho que soy bueno armando planes alternativos— acercó solo un poco su mano, tocando la corbata negra de River con la punta de su dedo índice—. La pregunta aquí es qué tan dispuesto estás a seguirme.

—Diría que bastante.

Era todo lo que necesitaba saber. Y por una vez Blue se saltaría la regla de no involucrarse con alguien que quizá estaba ligado a la empresa, más que nada por respeto a su padre, pero también porque quería evitarse cualquier tipo de complicación que podía volverse tediosa a largo plazo.

Bien decían que había un día para todo y Blue estaba dispuesto a romper sus propias reglas por un hombre al que acababa de conocer y del cual solo sabía el nombre. Ni siquiera tenía idea de con quién llegó a la fiesta. Bien podía ser un hombre comprometido. El asunto era que no podía negar la chispa que había entre ellos. Incluso con la corta distancia que los separaba, Blue podía sentir una chispa de electricidad recorriendo su cuerpo de arriba hacia abajo. Era algo burbujeante y caliente, demasiado como para fingir que no estaba ahí.

Lo que más tentaba al joven era notar la manera en que River le devolvía la mirada. No le cabía duda de que también sentía la conexión, ese ramalazo de atracción que parecía estar tirando de ellos con insistencia.

Tuvo que tomar un respiro y recordarse que estaban en la terraza, que debía al menos intentar mantener una conversación aún cuando todo lo que quería era estrellarse contra River y probar esa boca sexi. Solo podía imaginar lo bien que se sentirían esas grandes manos de dedos fuertes aferrándose a sus caderas o en su cabello...se le escapó un suspiro y una risita.

—Okey— sacudió la cabeza. Uno de sus rizos se soltó quedando a la altura de la barbilla —. Te juro que soy un ser humano funcional capaz de mantener una buena charla. Es solo que vuelves estúpidas a mis neurónas.