37. Cerrar el círculo (parte 1)

4.4K 622 39
                                    

(3/7)

============

Llegaron a San Francisco de madrugada pues su vuelo había salido de Boston a las 10:30 de la noche. Nunca un vuelo se le había hecho tan corto, con Blue a su lado, medio acurrucado contra su hombro, sus manos entrelazadas, charlando a media voz aunque el asiento a su lado estaba vacío.

Cuando llegaron fueron a un hotel en el que River había hecho resevación previa. No es que tuviera tanto dinero libre para gastar en una escapada de fin de semana, sin embargo, se empeñó en cubrir todos los gastos, porque quería poder hacer algo por Blue, hacerlo sentir cuidado durante su estadía en aquella ciudad que significaba tanto para el bombero. Y quizá Blue lo sabía, porque no replicó ni trato de convencerlo para dejarlo pagar.

En el resguardo de su habitación, River no perdió la oportunidad de tomar a Blue en sus brazos, besarlo con tranquilidad, con cada gramo de aprecio que le profesaba, lo que les llevo a terminar enredados en las sábanas, haciendo el amor de esa manera apasionada que ambos disfrutaban tanto.

El problema de deleitarse con el cuerpo de su novio en plena madrugada, es que cuando el sol salió, ambos estaban agotados y se quedaron dormidos. No es que River le hubiera dicho a su familia que estaba yendo de visita, sin embargo, eran solo dos días los que tenía libres y debía aprovecharlos de la mejor manera posible.

Tuvieron que compartir la ducha y luego correr fuera del hotel para conseguir algo de desayuno por el camino. Blue no parecía molesto por eso, de hecho estaba muy sonriente, con un bollo a medio comer en una mano y una taza de café en lo otra mientras viajaban en el tranvía que los llevaría cerca de el lugar en el que vivían los demás Ford.

River cada día se sentía más enamorado de ese joven, de su sinceridad, de su soltura, de su capacidad para lograr que se sintiera a gusto. No pudo contenerse de presionar un beso contra su mejilla y susurrarle un:

—Te amo.

—También te amo— susurró de vuelta con sus ojos azules llenos de felicidad—. Ahora bien, mon cœur ¿algo que deba saber sobre tu familia? ¿Algo que no debería hacer o decir frente a ellos?

—Nada en lo absoluto. Solo sé tu mismo, Blue. Ten por seguro de que les vas a agradar mucho.

En sus llamadas telefónicas a casa le había contado a su madre que tenía un novio, le había hablado de cómo era, de quién era. Incluso le envió una foto de ellos juntos en el parque con Diamond, pero aún no los presentaba de manera oficial. Sin embargo, por el tono en la voz de su madre cada que mencionaba a Blue, el bombero sabía que ella iba a adorarlo. Y estaba nervioso, pero más que nada emocionado por presenciar el momento en que Blue conociera a las personas más importantes de su vida.

Luego de dejar el tranvía decidieron caminar pues no era un tramo largo y el clima era templado, perfecto para un paseo. Además era la oportunidad perfecta para contarle a Blue sus aventuras por aquel lugar, sobre cómo solía jugar con Tegan, su hermano, mayor, en el parque que estaba a un par de cuadras de su casa.

También le mostró la escuela primaria a la que asisitió. La hamburguesería que había sido todo un antro de la popularidad durante sus años en la secundaria. Y a medida que se acercaban a la casa, le contó sobre como solía cortar el césped  de los vecinos para ganar dinero en el verano.

—Aquí— se detuvo frente a una casa, la que estaba casi en la cima de la colina en la que se encontraba el vecindario.

—¿Es aquí?

—No, pero también fue como una segunda casa para mi— observó la pequeña vivienda de un solo piso. Había una valla metálica rodeando el corto patio delantero—. Aquí vivían los Torthon. Emilia y Jurik. Él era bombero y me encantaba venir a su casa para que me contara sobre sus días en la estación para la que trabajaba.

La Guía de BlueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora