11. Paso 2: Hazle saber que piensas en él

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Cap (3/5)

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Incluso horas después de haber dejado el apartamento, seguía preocupado preguntándose si en verdad Nate estaba bien. Cuando Cole se encerró en el baño con su primo para tener una charla, Blue había hecho acopio de toda su fuerza de voluntad para no seguirlos y escuchar a escondidas. Se quedó en su lugar porque confiaba en ambos para no hacerse daño. Eran lo bastante sensatos como para evitar agarrarse a golpes.

Entonces ver a Cole salir sin un solo rasguño fue un enorme alivio. El problema es que ahora tenía curiosidad sobre esa charla porque su mejor amigo estaba mintiendo. Cuando dijo que Nate estaba bien y que solo eran sus clases en la universidad lo que le tenían tan estresado e irritable, estaba mintiendo, lo sabía pues le conocía de sobra. Y Cole simpre que mentía, arrugaba un poco la nariz. Era un detalle que pasaría desaparecido para cualquiera, excepto para Blue; quería saber que estaba pasando con Nate en realidad, pero no iba a presionar, porque si su primo quisiera que lo supiera, se lo habría dicho a él ¿no?

Correcto. Putain, la curiosidad lo estaba matando.

Al menos su mañana en la oficina estuvo ocupada. En los próximos días había una reunión importante con la junta directiva para hablar sobre el próximo trimestre y las proyecciones que se esperaban alcanzar. Sobre todo ahora que Bonnet Inc había decidido apostar por la tecnología. Estaban haciendo inversiones importantes en ese sector. El departamento de gestión y el de logistica habían estado trabajando codo a codo últimamente para que las cosas salieran como se esperaban. Lo que se traducía a más trabajo y a que el jefe de Blue estuviera más irritable que nunca.

Blue estaba entusiasmado con la idea de tener la oportunidad de recibir más responsabilidades. Sí, era solo un becario, pero seguía siendo el que menos hacía en el día a día. A sus compañeros el señor Mckenna los llevaba con él cada que tenía que reunirse con un cliente, ya fuera de manera presencial o a través de una conferencia telefónica.

Al menos aquel día le había dado un montón de datos para que los organizara. Eran perfiles de algunos clientes nuevos. Le había pedido que los analizara y le presentara para el final del día una estrategía sobre como hacer que esos clientes se sintieran cómodos trabajando con la empresa. Al menos eso era mejor que hacer las copias y pedir café.

Y de paso también lo distraía y dejaba de pensar en su preocupación por Nate y Cole. También lo distraía de pensar en cierto bombero.

Por lo menos funcionó hasta la hora del almuerzo cuando Olivia se acercó a él para preguntarle si quería ir a almorzar con ella y con otros empleados. No tenía ganas de comer solo y sabía que su padre estaba fuera de la ciudad por negocios, así que le pareció una buena idea ir con sus compañeros.

—Así que— empezó Olvia mientras bajaban por el elevador— ¿Te gusta River, eh?

—Puedes apostarlo— ni siquiera iba a intentar negarlo. Se limitó a sonreír pegándose a la pared del fondo del elevador—. ¿Algún consejo sobre como conquistarlo más rápido?

—Oh, no. Lo siento, eres un encanto pero no voy a meterme en el medio— ella sacudió la cabeza. Aquel día llevaba el cabello recogido en un moño elegante en la base de su nuca. Lo que combinado con el vestido de corte ejecutivo en color beige,  le daba un aire distinguido y encantador. Ella era muy linda—. Hoy por la mañana River me pidió que tratara de convencerte de mantenerte al margen. Y le dije lo mismo que a ti, que no voy a meterme en el medio. Esto es totalmente asunto de ustedes.

—Lo bastante justo— aceptó porque ella tenía razón, no tenía por qué verse atrapada en el medio. Al menos Blue no volvería a intentar arrastrarla a una posición incómoda.

La Guía de BlueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora