Alzó el rostro hacia la casa que tenía frente a él. No era la primera vez que ponía un pie en aquella propiedad. Cuando era más joven estuvo de visita en varias ocasiones y sin importar cuánto tiempo había pasado, el revoloteo de emoción en su estómago nunca pasaba de moda. Parte de él quería ponerse a rebotar sobre la punta de sus pies como cuando era un niño.
Y esta vez estaba incluso más emocionado porque no iba solo, a su lado River trataba de contener su diversión al verlo lucir tan entusiasmado por aquella visita. Hubiera querido encontrar las palabras para hacerle saber el motivo de tanta emoción, pero en aquel momento se veía incapaz de ello.
Y en realidad, solo se lo había contado a Cole, una vez, hacía años cuando recién se conocieron. Le habló sobre lo mucho que la música de Luke Delaney significaba para él. Esas canciones que a veces hacían doler su corazón de la manera más dulce; canciones que lo acompañaban en sus momentos de soledad y lo hacían soñar despierto con una vida que jamás creyó poder tener.
Entonces sí, Luke y su música fueron sus amigos más cercanos durante la época más difícil de su vida. Por eso sin importar cuanto tiempo hubiera pasado, seguía emocionándose cada vez que podía ver a Luke y también a Wesly, porque de no ser por él, jamás hubiera conocido a su cantante favorito en persona.
—Por amor al cielo— Cole soltó una risa por lo bajó mientras terminaba de subir los pocos escalones que daban al porche delantero de aquella casa—. Me encanta traerte a casa por esta razón.
—¿Cuál?— preguntó River con curiosidad.
—Míralo, parece un cachorro con demasiada energía.
Sacudió la cabeza con una sonrisa. Ni siquiera iba a negarlo, estaba lleno de energía, de nervios, de anticipación. Tanto que tomó todo de si el no empujar a Cole fuera del camino en cuanto abrió la puerta. Tuvo que recordarse que era un ser humano decente, eso ayudó tanto como el agarre que River mantenía en su mano. Uno que era reconfortante.
—¡Estamos en casa!— gritó Cole usando sus manos para "amplificar su voz".
Ni medio segundo después se escucharon risas infantiles, así como un ladrido perruno. Una niña de cabello oscuro y deslumbrantes ojos verdes los encontró justo cuando entraban a la sala principal. Detrás de ella corría un perro pequeño de pelaje alrborotado de un color beige.
—¡Cole, Cole, Cole!— Nathalia Porter-Delaney no dudó en lanzarse sobre su primo, quien la agarró al vuelo y la apretujó dejando besos en sus mejillas y frente.
—¡Hermano!— dos personitas aparecieron poco después. Una niña y un niño. Esos eran Bell y Harbie, los hermanitos de Cole. Ambos se aferraron a su cintura, saltando y riendo llenos de emoción.
—¡Es el primo Cole!
Y de pronto, cuatro niños más entraron a la sala. Fue gracioso ver a River quedarse con la boca abierta, no es que Blue pudiera culparlo. Era como si en aquella casa hubiera un generador de niños o algo así.
Los recién llegados eran Aurora y Archie Wescout; luego estaban Flo Jones y su hermanito, Augie, un pequeño de grandes y dulces ojos castaños. Pronto, Cole estaba en el suelo, bajo una montaña de niños y un perro. Era una escena graciosa y adorable.
Blue le sacó un montón de fotos y hasta un vídeo que envió al chat grupal que tenía con su familia en Boston.
—Rayos, niños, dejen respirar al solecito— dijo el hombre que acababa de entrar a la estancia. Y entonces Blue dejó de resistirse a la emoción que lo invadía. Siguiendo el ejemplo de lo que aquella avalancha de niños había hecho con Cole, Blue corrió hacia el hombre, quien lo recibió con los brazos abiertos—. Pequeño tornado...mejor dicho, enorme tornado. ¿Por qué eres más alto cada vez que te veo?
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La Guía de Blue
RomanceLa guía de Blue para conquistar al inesperado hombre de sus sueños. ¿Qué pasa cuando te enamoras de la persona más inesperada? ¿Y qué pasa cuando esa persona parece detestarte sin razón? sinopsis completa en el interior. NO Copias NO Adaptaciones ...