Epílogo (parte 1)

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Cuando abrió las solapas de aquella caja no pudo hacer más que reírse por lo que había dentro. Y qué osadía, mira que enviarlo directo a la oficina. Tomó la nota que había sobre el montón de artículos dentro de la caja, lo cual lo tuvo riéndose otra vez.

"De nada. Eso es para que disfrutes junto a tu novio.

Att: Owen y Parker.

Pd. En realidad la mayor parte fue cosa de Parker. Hasta el fondo está mi regalo. Con cariño, Owen."

—Hace un par de años esto me hubiera escandalizado— dijo Jeanluque mientras eschaba un vistazo al cotenido de la caja que no era otra cosa más que su regalo de cumpleaños—. Pero veamosle el lado positivo, al menos tus amigos enviaron presrvativos...muchos de ellos. Deberían durarte todo el año.

Se abstuvo de decirle a su padre que en realidad con la cantidad de sexo que tenía con River, aquel alijo de presrvativo y lubricante que Parker Smith había enviado a modo de broma, no duraría demasiado. Sí, había cosas que los padres no necesitaban escuchar.

—Por supuesto — contuvo su sonrisa yendo al fondo de la caja en dónde había otro paquete envuelto en papel de regalo infantil con un montón de tiranosaurios rex. Merde, Owen era taaaa dulce. Condenado pecoso, lo abrazaría mucho la próxima vez que pudiera verlo en persona—. Es un gran bobo.

Lo que había debajo del empaque era una de esas señales de tráfico vintage que habían pusto muy de moda para decorar. Solo que aquella había sido personalizada con la leyenda: ¡Advertencia! Mi novio es sexi y no lo comparto.

Le había contado a Owen lo que pasó durante su primera cita con River, los celos inesperados supo que su amigo no lo olvidaría. Pues ahí estaba la prueba. Se tomó una selfie con ambos regalos y la envió con un mensaje de agradecimiento.

Pero aquello había sido solo un de los muchos regalos que había recibido aquel día. Para empezar se despertó con la mamada de cumpleaños más caliente de la historia. Aún se estremecía de solo recordar la manera en que River logró ponerlo a tono en cuestión de minutos, dándole un orgasmo espectacular, de esos que te dejaban en un estado de dicha pura. Y por supuesto, a eso le siguió una sesión de arrumacos que fue igual de satisfactoria.

Cuando logró dejar la habitación, sus primos, Cole y Silvie lo estaban esperando para felicitarlo, llenarlo abrazos y cariño. En medio del desayuno recibió las llamadas que no podían faltar, los abuelos Cross, la abuela Grace, sus tios en Francia. El tío Oscar y el tío Adrién. Su prima Anne Marie.

Y por supuesto, recibió la llamda de Phoebe, que era como otra prima para él. En realidad Phoebe era ahijada de sus padres y aunque vivía en Baltimore, era un poco complicado verse a menudo. De todos modos se mantenían en contacto tanto como era posible.

Incluso tuvo la llamada de los tíos de Cole. Y no importaba si habían pasado años y ya no era un niño, hablar con Luke Delaney seguía despertando al pequeño fan inocente en él, hacía que se sintiera nervioso y emocionado porque siempre, siempre sería su cantante favorito.

—Espero que vengas a vistarnos pronto, Blue— había dicho Luke en tono divertido —. Debemos darle el visto bueno a ese novio tuyo.

Y sí, después de esa llamada no dudó en empezar a planear sus próximas vacaciones a Nashville, porque no recibías una invitación de tu artista favorito sin tomarla en serio. Además le hacía ilusión que River pudiera conocerlos, sabía que le gustaba la música de The sound of Silence. Pero eso sería para más adelante.

La Guía de BlueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora