No era la primera vez que el Emperador Celestial se encerraba en aquella habitación secreta del Salón Marcial. Siempre que necesitaba pensar en algo, tomaba asiento frente al gran espejo que cubría casi en totalidad una de las paredes y se veía a él mismo, pero el reflejo regresaba otra imagen completamente diferente a la majestuosa que tenía Jun Wu.
Siempre se encontraba con su rostro cubierto por una máscara con una sonrisa llorosa dibujada en ella, pulcros ropajes funerarios y una actitud despreocupada rayando en el cinismo impreso en cada parte de su ser.
Los diálogos consigo mismo siempre se volvían acalorados debates sobre la decadencia de la humanidad, el dominio que debían ejercer en Ciudad Celestial, los siguientes planes para acechar a Xie Lian y convertirlo en su sucesor... Pero ese día en especial pasó algo peculiar.
Aquella persona solitaria se sentía particularmente excitada, sin nadie alrededor, no podía hacer otra cosa que autosatisfacerse. Hacerlo frente a la imagen del espejo le pareció tentador, ver cómo Bai Wuxiang hacía lo mismo en un extraña fantasía narcisista.
Las manos del dirigente de los cielos se encargaron de aflojar sus ropas con la intención de liberar su ansiosa erección, pero sus ojos obsidiana se quedaron abiertos de par en par cuando notó que la imagen delante de él se cruzaba de piernas inclinándose hacia el frente como si de otra persona se tratara.
Cualquiera en su lugar, hubiera corrido despavorido ante tal acontecimiento, pero para alguien que se fascinaba con eventos extraños, eso solo aumentó su lasciva curiosidad. Las falanges de su diestra paseaban por la palpitante dureza haciéndolo gruñir de deseo sofocado mientras que el reflejo lo que hacía era retirarse cuidadosamente la máscara dando paso a una mirada oscura llena de deseo por lo que veía.
Jun Wu estaba cada vez más inquieto y eso lo podía sentir en cada célula de su cuerpo que vibraba ante la expectativa sin dejar su masturbación constante. Jugaba con su pene y testículos alternadamente, ante los ojos obsidiana que le regalaban un brillo encantadoramente macabro.
Sin esperarlo, Bai Wuxiang se levantó de su sitio y caminó hacia él. La sorpresa se expandió cuando aquella figura se materializó saliendo del reflejo y se arrodilló ante Jun Wu, pero no para rendirle pleitesía, sino para quitar bruscamente la mano asidua y meter de golpe aquel falo en su sedienta boca.
La exclamación de placer del dirigente de los cielos fue tan fuerte que resonó en toda la habitación, podía sentir la humedad de la garganta de su alter ego mientras su cálida cavidad succionaba con esmero toda la extensión venosa que luchaba por liberarse en cualquier momento.
Verse técnicamente a sí mismo haciendo eso debía ser perturbador, pero la realidad es que solo ponía aún más extasiado a Jun Wu que tomó por los cabellos a Bai Wuxiang obligándolo a ir más rápido en aquella felación.
La actitud de la Calamidad no se quedaría atrás ante las exigencias de su otro yo, así que aumentó el ritmo mientras sus uñas se encajaban con fuerza los muslos tonificados que estaban a su alcance.
Jun Wu no dejaba de penetrar aquella cálida boca sin dejar que tuviera un descanso, estaba sintiendo el sudor recorrer su piel como si estuviera con el mejor de los amantes... Una risa oscura salió entre jadeos... Al final, si era el mejor, pues era él mismo.
Los sonidos húmedos en todo el lugar hacían la atmósfera aún más exquisita y el espejo por primera vez proyectó el reflejo de lo que pasaba en la habitación, Calamidad y dios enredados en una pequeña travesura sexual que contrajo el interior de Jun Wu sintiéndose casi hasta desbordar.
Bai Wuxiang sabía perfectamente lo que sentía, después de todo era él mismo, así que presionó con sus dedos el tallo mientras se concentraba en dar pequeños mordiscos al glande empapado de líquido seminal, provocando espasmos deliciosos en el cuerpo contrario.
El Supremo paseó su lengua por el orificio que no dejaba de gotear y empujó suavemente para provocar más de esa humedad, convirtiendo en el catalizador a una de sus manos que jugaba con sus testículos para llevarlo al éxtasis.
Cada estimulación era tan deliciosa que el Emperador no podía callar sus delirantes jadeos, hasta que llegó la explosión de sensaciones que acompañaban el semen que llenaba la boca de Bai Wuxiang quien lo miraba desde abajo con intensidad.
Bebió cada gota que le había brindado su otro yo y después se separó lentamente lamiendo sus labios disipándose en el aire.
Si de extrañas experiencias se trataba, Jun Wu podría decir que había tenido la mejor, mirando solo por largos instantes a través del espejo su cuerpo perlado por el sudor y su pecho subiendo y bajando violentamente por la lucha de sus pulmones en encontrar aire que calmara su cuerpo después del orgasmo.
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TGCF. El rincón de los shipps crack y más
FanficEscritos sin historia alguna, basados en la novela Tian Guan Ci Fu de MXTX. Los personajes más recurrentes son Hua Cheng y Jun Wu, porque soy fanática de ellos. No se encuentra el HuaLian aquí, solo shipps cracks aprobados y no aprobados por el fand...