BaiLian. La oscuridad que acompaña al amor

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Era una noche como cualquier otra en esa cabaña acogedora en la que ahora habitaban Xie Lian y Jun Wu, haciendo una vida juntos. El anterior Emperador se encontraba leyendo tranquilamente mientras daba algunos vistazos a su pareja que intentaba cocinar algo para la cena.

Ambos sabían que al final comerían lo que Jun Wu había dejado preparado horas antes, pero el castaño no paraba de practicar para darle aunque fuera un bocado al otro dios marcial.

Una vez que la olla hizo un sonido sordo por una pequeña explosión debajo de la tapa, Xie Lian se rascó detrás de la cabeza riendo de forma nerviosa.

— Parece que comeremos lo que ya teníamos planeado.

— Xian Le se esforzó mucho, así que comeré una cucharada de lo que sea que haya ahí dentro.

Los ojos como el ámbar mostraron un brillo especial y el dios buscó los utensilios necesarios para llevar la comida que tenía preparada para Jun Wu. Lo que este último no esperaba es que esa “cuchara" era una máscara de risa llorosa que Xie Lian puso en su propio rostro mientras se sentaba en el regazo de su amado.

Los brazos del castaño rodearon el cuello del anterior dirigente de los cielos y los cruzó por su espalda para luego arañarla lentamente sobre la ropa. Los ojos obsidiana mostraban su sorpresa, pero después una sonrisa seductora tomó su lugar para continuar con el juego.

Jun Wu tomó la máscara para retirarla del rostro que necesitaba besar y devoró la boca a su alcance mientras sus ropas se convertían en túnicas funerarias y un mechón blanco se formaba en la melena oscura que ya era tomada con fuerza por Xie Lian.

El dedo índice del menor se enredó en esa juguetona porción de cabello y las miradas se encontraron con una complicidad única.

— Admito que esta cena me gusta más, Xian Le...

— Me alegra escuchar eso...

— ¿Estás seguro de esto?

Xie Lian solo esbozó una sobria sonrisa mientras movía sus caderas de adelante hacia atrás para estimular la dureza que se formaba en la entrepierna del contrario, siendo una respuesta resuelta de su parte.

Bai Wuxiang nunca había tomado a su favorito, pues desde que se habían confesado uno al otro, Jun Wu no había siquiera hablado de sus deseos oscuros, aquellos que ya tenía desde sus enfrentamientos directos con su ahora pareja, pero ahora que Xie Lian había tomado la iniciativa, no había marcha atrás.

La diestra de Jun Wu jaló el cabello castaño con rudeza haciendo que su amado jadeara por la necesidad oscura que sentía por la Calamidad. Las manos libres despojaban al otro de la tela que pudiera estorbarles, pero la dejaron en sus cuerpos haciendo una escena aun más deliciosa para sus ojos.

No podían negar la excitación creciendo en su interior y sus cuerpos eran testigos de ello, los fluidos preseminales eran cada vez más abundantes hasta el punto que descubrieron la delicia que era frotar sus sexos mientras sus uñas y dientes torturaban al otro.

La lengua de Bai Wuxiang fue la primera que dio tregua lamiendo la piel salada por el sudor, logrando que Xie Lian se arqueara hacia atrás placenteramente.

— Por favor...

— ¿Qué pasa, Taizi Dianxia?

— Entra ya, maldito...

Esa última frase tenía cargado todo el deseo de Xie Lian por él, ahora podía verlo con necesidad anhelante más que por miedo o rencor como en el pasado, lo que hizo que Bai Wuxiang riera por lo bajo hasta que sintió las mordidas constantes por todo su cuello.

Las manos de la Calamidad se aferraron a la cadera ajena para separarse ligeramente y acomodarse en la entrada que tanto había ansiado. La forma en que su pene resbalaba en el interior apretado le arrancó gruñidos deseosos, aunque lo hacía muy lentamente a pesar de la lubricación escasa de sus fluidos.

— Dianxia, ahora tengo una nueva expresión favorita en su rostro.

Aunque Xie Lian quería responder, sus defensas se habían caído en cuanto sintió lo que tanto quería en su interior, por lo que aumentó el ritmo de sus movimientos para estimular su punto dulce con cada embestida creciente de Bai Wuxiang. Sus uñas se encajaban en la piel cálida a su alcance, dejando correr sus gemidos recargando su frente en el hombro del Supremo que le hacía el amor de una forma más salvaje de lo que hasta ahora habían experimentado.

Por su parte, el mayor mordía y succionaba el cuello del otro hasta dejar marcas rojizas en Xie Lian, marcando su propiedad, algo que estaba muy arraigado en Bai Wuxiang para no permitir que se fuera el único ser en los tres reinos que lo enamoraba en cada momento.

— Taizi Dianxia es sublime...

Las manos hábiles de la Calamidad sostuvieron la espalda contraria e inclinó a su pareja hacia atrás para tener un mejor acceso a su interior, mientras que el castaño se estimulaba los pezones dejando su peso en aquel soporte que le daban.

La noche era el único testigo del encuentro demencial de la pareja que hasta ahora había solo tenido una unión tranquila, los jadeos lo llenaban todo hasta que Xie Lian eyaculó jadeando fuertemente el nombre de Bai Wuxiang que se sintió más excitado y aceleró hasta derramar su esencia dentro de quien había sido el objetivo de todas sus emociones.

— Dianxia...

— Te amo... Te amo...

Esas palabras dejaron estático al mayor que miró los ojos como el topacio que mostraban una calidez que no esperaba. Las manos de Xie Lian acunaron el rostro ajeno para luego besar a su amado con suavidad.

— Quiero que sepas que no solo amo a Jun Wu... También te amo así...

Los brazos del dios marcial más fuerte envolvieron el cuerpo contrario, sintiendo que su corazón se liberaba de pequeñas ataduras que lo acongojaban aun, no podía soportar perder a su persona especial y ahora estaban los dos tan unidos que su alma se sintió por primera vez completamente en paz.

TGCF. El rincón de los shipps crack y másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora