f i v e.

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3441 palabras.

Si bien no era la primera vez que invitaba a un omega a salir, esta vez era diferente. Después de los partidos solíamos tener una semana de "descanso" aunque en realidad la utilizábamos para entrenar y analizar al oponente. El punto era que Cuti ya había tenido su primer partido y si bien el resultado fue una completa negligencia nefasta gracias al mal desarrollo que tuvo, ahora tendría tiempo libre para que salgamos.

Nuestro primer partido era contra Uruguay, aún faltaban dos días para ello así que podría tener la cita tranquilamente y después concentrarme en capacitar a mi equipo para lo que se venía.

La noche anterior, donde le propuse que salgamos, había acabado conmigo acompañandolo hasta su habitación. En su aroma podía percibir el enojo y molestia que todavía tenía, pero más que eso era su frustación. Cualquier alfa con dos dedos de frente se preocuparía e intentaría cambiar ese estado en su omega.

Antes de dejarlo ir por completo me despedí dejando un pequeño beso sobre su frente, luego volví a mi habitación con los compañeros que tenía.

— Hyung, ¿Dónde te habías metido? — Preguntó GueSung al verme llegar con una sonrisa tan tonta.

Y era verdad, además de ello, cuando comenzó el partido de Argentina contra Arabia fui el primero en desaparecer para ir hacia el estadio y poder presenciarlo por cuenta propia. Había divisado a unos jeques haciéndole señas extrañas al árbitro, así que disimuladamente me acomodé de forma que obstruyera su vista, aunque no funcionó demasiado porque ya todos sabemos cómo terminó.

— Fui a presenciar el primer partido mientras ustedes estaban cenando. Ya es tarde así que deberías irte a dormir.

Lo reproché a la vez que comenzaba a descalzarme y desvestirme, no era novedad para ellos que yo durmiera en ropa interior, si hacía demasiado calor ni siquiera usaba bóxer, aunque ese no era el caso ahora mismo.

Me metí a la cama suspirando como un tonto enamorado mientras pensaba en lo jodidamente lindo que se había visto Cristián durante su tiempo dentro de la cancha. No tenía un cuerpo curvilíneo y delicado como el de algunos omegas hombres lo cuál era entendible, pero de todas formas se veía bien. La imagen de sus muslos con esas medias y pantalones pasó por mi cabeza provocando que muerda mi labio inferior, cuando se deslizaba por el suelo sus prendas se levantaban dejándome disfrutar de la vista.

Sin embargo, saqué de mi cabeza todos esos pensamientos antes de acabar con un problema entre las piernas que ahora mismo no se me antojaba resolver. Me cubrí con las mantas y cerré los ojos quedándome dormido, mañana todo tendría que salir perfecto, incluso si era una cita improvisada.

Nunca tuve el sueño pesado, la mínima luz que se escapaba por la ventana del cuarto sumado al sonido de los animales haciendo acto de presencia afuera fueron suficientes para que me despierte. Tomé mi teléfono con cansancio para ver la hora, eran las 7:30 am, demasiado temprano para mi gusto.

Me estiré cual contorsionista sobre la cama soltando un gruñido antes de resignarme a levantarme y tomar un baño, sería un día largo para todo lo que planeaba preparar.

Una ducha de agua fría me despabiló por completo, traté de hacer el mayor silencio posible mientras me cambiaba para no despertar a los jóvenes alfas que todavía dormían. La mayoría eran los delanteros del equipo así que más me valía asegurarme que descansen bien incluso si eran suplentes.

Opuestos. [CutiSon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora