Un día antes del partido.
Luego de conseguir una reconciliación exitosa con mi omega, me encontraba más tranquilo y quería disfrutarlo antes de tener que enfrentarnos a la segunda gran cuestión, el partido. En ese enfrentamiento íbamos a determinar cuál de los dos equipos se volvía con las manos vacías y cuál se quedaba para ir tras la copa.
Habíamos desarrollado una pequeña dinámica agradable, al estar ocupados con los entrenamientos diariamente, durante la noche alguno se escapaba de su habitación para dormir juntos. Generalmente lo hacía él pues me contó todo lo que sucedió con Emiliano y resultaría incómodo que nos encontremos ambos alfas entre cuatro paredes.
La primera vez que lo hicimos fue una gran sorpresa para mis compañeros, en especial para Cho, pero no dijeron nada. Realmente cada uno andaba más metido en sus asuntos que en los ajenos así que no hubo problema.
Esta era la segunda noche que lo hacíamos; primero cenábamos normalmente sin siquiera cruzarnos, tampoco teníamos oportunidad de hacerlo durante el día. Luego cada uno se dirigía a su cuarto y al pasar la media noche sabía que debía esperarlo con la puerta abierta porque ahí estaría.
Sinceramente me sorprendía la diferencia de comportamiento que tenía en un principio a comparación de ahora. Podía notarlo un poco más expresivo y relajado, sin estar tan tenso todo el tiempo o con una mala cara... aunque en realidad empezaba a sospechar que esa era su expresión natural, la de "odio a todos y el que se atreva a mirarme más de 5 segundos muere." Tan dulce.
— Ya vine, tardé porque no encontraba mi ropa limpia. Al pelotudo de Paulo se le ocurrió llevar toda la ropa sucia mezclada a la lavandería.
A pesar de hablar en un intento de susurro su voz se seguía escuchando bastante fuerte en el pasillo. Mis brazos se adueñaron de su cintura como solía hacerlo cada vez que lo tenía en frente y lo acerqué más a mi.
— ¿No puedes reconocer tu propia ropa, Cutie?
— Anda vos a ponerte a buscar toda tu ropa mezclada con la de 25 pibes más, encima que cada uno se lleva más boludeces que el otro, fue un quilombo.
Solté una pequeña carcajada antes de arrastrarlo dentro de la habitación conmigo. Se escuchaban los leves ronquidos de mis compañeros, pero por lo que tenía entendido no eran una molestia para él; los alfas de su selección roncaban mucho más fuerte y yo no tenía ganas de averiguarlo.
En este punto ninguno de los dos quería hablar sobre el partido. Ya eran las 12 de la noche pasadas así que estábamos a 3 de diciembre, nosotros jugábamos el 4 para clasificar en la semifinal, después venía la semi el 11 y finalmente el 18 era la final, ibamos en orden.
— ¿Sabes de qué me enteré? — Le dije en voz baja mientras nos metíamos en mi cama.
— Umh?
— Hay un club de fútbol profesional en Inglaterra que pidió mi pase, se llama Tottenham, aunque no sé si acepte ir.
Hablé restandole importancia mientras volvía a acercarlo a mi, enterré mi rostro en su cuello comenzando a dejar algunos besos allí, en especial sobre la zona de la marca sintiéndolo estremecerse, aunque mi paraíso no duró demasiado.
— ¿Vos sos tonto? Tenés que aceptar.
Me quejé cuando me apartó para decirme aquello y lo miré sin mucho interés.
— ¿Por qué debería? Estoy bien con mi- —Me interrumpió.
— Porque yo estoy en el Tottenham, llevo un tiempo jugando ahí. Me parece que no hace falta decir mucho más.
No me costó deducir a lo que quería llegar, si aceptaba y todo el tema del pase salía bien entonces podría estar constantemente con él.
— ¿No me estarás engañando para que acepte? — Pregunté con burla mientras una de mis manos se deslizaba dentro de su camiseta para acariciarle la espalda, como siempre tenía la piel tan tibia y agradable al tacto.
— ¿Y por qué te mentiría para que entres en un lugar que no conocería? Tienen un buen nivel, aunque me cuesta un poco por el tema del idioma todavía, pero fuera de eso está bastante bien.
Noté como se iba relajando a medida que avanzaba la conversación, pronto pasó de estar mirándome a acurrucarse contra mi pecho, cosa que no negué.
— Aún así lo debo pensar, pero si puedo tenerte junto a mi allí no creo que vaya a rechazarlo.
Cerré los ojos mientras me encargaba de liberar feromonas sobre él. Internamente seguía molesto por el recuerdo que tenía de mí omega con el repugnante aroma de otro alfa, el único que podía llevar impregnado era el mío y me encargaría de que así fuera.
— No falta nada para que nos tengamos que enfrentar, va a ser difícil. — Murmuró medio dormido interrumpiendo mi intento de sueño, no me molestaba.
— No pienses en eso ahora, amor, solamente vamos a dormir.
— Pero es difícil que me quede tranquilo, la idea de evitar mezclar los sentimientos y el trabajo se vuelve más pesada.
— Lo sé, cuando estemos jugando vamos a ser rivales sin importar qué, pero ahora mismo y mientras estemos afuera de la cancha, somos pareja, piensa en eso.
Supe que logré tranquilizarlo un poco con esas palabras porque no volvió a decir nada por el resto de la noche. Ambos nos quedamos dormidos entre mis sábanas, no podíamos trasnochar pues necesitábamos descansar bien para todo lo que se aproximaba. Era una locura pensar que tenía a mi futuro rival durmiendo entre mis brazos.
Por la mañana él se levantaba más temprano para volver a su habitación y empezar el día con normalidad. Antes de que se fuera me desperté para besarlo matutinamente y lo dejé ir. Me quedé durmiendo una hora más ya que eran las 6 am, generalmente nos levantabamos a las 7 así que aún faltaba bastante.
De vez en cuando nos cruzábamos ya que al ser los próximos equipos en enfrentarse eramos los que vivían ocupando la cancha. Sin embargo no cruzábamos palabras ni nada, cada uno en lo suyo.
A veces podía sentir una mirada sobre mi, cuando volteaba esperando que sea la de Cristián en realidad se trataba de ese alfa alto. Solté un suspiro mientras me resignaba a ignorarlo, esperaba que no me odie por reclamar lo que es mío.
Al finalizar la mañana volvimos a la residencia, me separé de los chicos unos momentos para ir por mi teléfono y hacer una llamada.
— Hola, si, habla Son Heungmin... Quiero saber más sobre ese pase al Tottenham.
(autor: bueno, después de tanto tiempo tenía ganas de escribir algo bien meloso como parte de la reconciliación, mis niños por fin volvieron.)
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Opuestos. [CutiSon]
Fanfiction[COMPLETA 4/01/23] Cristián Romero, mejor conocido como "Cuti Romero" era una amenaza para cualquier jugador que no sea parte de su selección, el joven omega de 24 años tenía una defensa impecable. No le tenía miedo a deslizarse por el piso para ba...