Especial Final.

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Contenido +18.

Había pasado un mes masomenos desde que el mundial terminó, Argentina salió campeón del mundo y yo no podía estar más feliz por mi omega, se lo merecía plenamente, eso y más.

Mi pase al Tottenham fue todo un éxito, no tardé mucho en acostumbrarme y adaptarme a los nuevos compañeros que tenía, me llevaba bien con ellos, eran divertidos y amables. Aunque lo más importante ahora mismo era que podía estar con Cristian diariamente.

Primero me dió alojamiento en lo que encontraba un lugar para vivir por cuenta propia, pero al pasar una semana y media nos dimos cuenta que era mejor vivir juntos directamente, así que ahora convivimos como una pareja normal después de todo lo sucedido.

Nuestra relación era un secreto para el equipo directivo y el entrenador que teníamos, pero fuera de ello no era novedad.

Hace una media hora llegamos a casa después del entrenamiento, comimos algo rápido antes de meternos al baño privado que tenía la habitación, los de abajo eran para las visitas.

— Harry preguntó si queríamos salir con él a tomar algo en la noche, iba a estar libre así que le gustaría que lo acompañemos, ¿Qué te parece?

Comenté mientras veía atentamente como se desvestía para entrar a la ducha, yo seguía embobado con la figura tan perfecta que tenía. Un abdomen trabajado, la cintura marcada, muslos carnosos y piel morena impecable... o así lo era hasta que empezó a tener mis marcas.

— Primero dejá de mirarme y cerra la boca que se te cae la baba. — Dijo con un tono burlón mientras se acercaba a mi y lo miré mal. — Si, salgamos con él, hace rato que no hacemos nada más que entrenamiento con los chicos, además lo vas a conocer mejor fuera del ámbito laboral.

Envolví mis brazos al rededor de su cintura y empecé a dejar besos en su cuello, no duró demasiado ya que me pellizcó para apartarme y ponerse a regular el agua por lo que bufé.

— ¿Te quieres dejar mimar por tu alfa una vez en tu vida?

— No seas exagerado, siempre te dejo hacerlo, pero cuando me agarras así no me soltas más y nos tenemos que bañar para salir.

Me dió la espalda solamente un segundo, mismo segundo que no desaproveché para nalguearlo con fuerza haciendo que retumbe en todo el baño.

— ¡La puta que te parió! — Se giró enojado y yo solamente pude reír antes de besarlo para evitar que me diera algún golpe.

— Vamos a salir a las ocho y son las cinco de la tarde, todavía tenemos tres horas, no sé porqué te quieres apresurar tanto. — Volví a acariciar su cintura con una de mis manos mientras nos metíamos abajo del agua para bañarnos por fin. — Además... también tenemos tiempo para nuestra intimidad, ya estaría siendo hora de que te marque.

Me acerqué al lugar donde iría la marca dejando un pequeño beso allí, la unión entre su cuello y hombro derecho. Una vez que lo muerda por fin tendríamos ese lazo y él quedaría marcado como mío.

— Si lo vamos a hacer no va a ser en un baño, así que salí. — Me volvió a apartar y rodé los ojos, aunque me di cuenta que había logrado ponerlo nervioso, lindo.

Tardamos al rededor de 20 minutos en bañarnos, tuvimos alguna que otra pelea por quién usaba el agua, pero finalmente acabamos. Pasamos una toalla al rededor de la cintura y nos dirigimos a la habitación. Era ahora o nunca.

Me acerqué a abrazarlo por la espalda mientras pegaba mi entrepierna contra su trasero, lo único que debía hacer era quitarle esa toalla y tomarlo.

— H-Heungmin... ¿Qué haces?

Opuestos. [CutiSon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora