Opuestos. [CutiSon]

e i g h t.

Especial Enzo x Julián. 🥳

Después de perder el partido contra Arabia Saudita estábamos todos de mal humor, nos habían cobrado cualquier cosa y la organización fue un desastre. Ya en los vestidores me estaba cambiando para volver a la habitación cuando sentí unas manos abrazarme por la espalda.

— Tenes olor a chivo y rabia. — Comentó mi omega mientras yo me giraba para verlo intentando forzar una pequeña sonrisa.

— Nos tenemos que bañar, y si, estoy bastante enojado. — Dejé un beso en su frente.

Julián y yo nos habíamos conocido desde pibes, cuando todavía Gallardo nos dirigía en River, así que llevábamos un buen tiempo juntos. Éramos bastante jóvenes así que congeniabamos bien.

Habíamos hecho cada boludez... desde tomar fernet a escondidas, que era más espuma que bebida en sí, hasta partir un arco a la mitad por debatir cuál de los dos tenía más fuerza.

Al mes y medio de habernos conocido yo ya estaba perdidamente enamorado de él, cada cosa que hacía me parecía maravillosa. Hasta el más mínimo defecto suyo me gustaba. Al principio fui bastante cagón porque no me animaba a decirle lo que sentía, eso nos llevó a discutir bastante pues yo empecé a alejarme y él no entendía lo que sucedía.
Fue así hasta que tomó la iniciativa para encararme.

Flasback.

Era de noche, acabábamos de terminar de jugar un partido amistoso contra otro club y yo estaba esperando en la cancha a que mi mamá me pase a buscar. Boludeaba con mi teléfono sin darme cuenta que todos se habían ido, todos menos la araña que me picó.

El partido había terminado a las 10:30 y ya eran las 11:00 de la noche. Solté un suspiro cuando sentí una mano sobre mi hombro que me hacía girar de una forma no tan amistosa, ahí estaba un omega entre enojado, confundido y triste.

— Vos y yo vamos a hablar, no te me vas a escapar esta vez así que pone el culo en el pasto.

Ahí supe que ya no tenía forma de evadirlo, ni a él ni todo lo que me hacía sentir. Me senté en el piso un poco tenso mientras Julián se sentaba frente a mi.

— No entiendo qué te pasa y vos no me hablas. Enzo, ¿hice algo que te molestó? Decímelo, por favor, porque ya no aguanto que pases de mi como si fuera un fantasma o que me hagas una ley del hielo.

— Juli... Es complicado.

— Complicado mis pelotas, llevas semanas huyendo cada vez que me ves y yo estoy cansado de eso, Enzo... si ya no queres ser mi amigo decimelo y te dejo en paz, pero aclaremos las cosas.

Tragué saliva con fuerza sintiéndome acorralado por ese lindo omega que tenía olor a menta y arándanos. Tomé una buena bocanada de aire antes de agarrar valor para decirle la verdad.

— Me gustas, Juli. Me gustas mucho, te veo y se me revuelve todo... pero no sé, vos por ahí no sentís lo mismo que yo y la estoy cagando, ¿entendes? no quiero que estemos mal porque me caes muy bien y tenemos una relación de amistad muy linda que no cambiaría por nada.

Después de pronunciar aquellas palabras los dos nos quedamos en un silencio corto pero incómodo, yo quería que la tierra me trague y me escupa en mi casa, quería que mi mamá llegue rápido para sacarme de ahí.